
Estreno
"Los sin nombre": La creencia en lo increíble
Movistar Plus+ estrena la serie «Los sin nombre», un thriller creado por Pau Freixas y Pol Cortecans, y protagonizado por Miren Ibarguren, Rodrigo de la Serna y Milena Smit

Claudia lleva una vida apacible y tranquila. Alterna su trabajo como ginecóloga con el disfrute de su pequeña hija, Ángela, con la que pasa gran parte del día, mientras la cuida su abuela. Pronto ambas adultas se dan cuenta de que hay episodios difíciles de explicar alrededor de la niña. El colmo es cuando, aparentemente, es la responsable de la vuelta a la vida de Laura, una joven fallecida en un accidente de tráfico. «La niña milagro» se convertirá en la protagonista de los informativos y la casa se verá rodeada de los medios de comunicación. Por si fuera poco, Ángela desaparece durante la noche. Así arranca «Los sin nombre», la serie que estrena hoy Movistar Plus+, creada por Pau Freixas y Pol Cortecans, y protagonizada por Miren Ibarguren, Rodrigo de la Serna y Milena Smit, entre muchos otros. Finalmente, a la niña se la da por muerta de una manera bastante horrible.
Volvemos a la trama siete años después cuando Claudia (Ibarguren) se encuentra establecida en una relación sentimental con Gus (Pablo Derqui), y fruto de ella, están a punto de tener juntos un hijo. Un día suena el teléfono y al otro lado una voz dice: «Mamá, soy yo, Ángela. ¡Por favor, ven a buscarme!». Eso trastoca todo el mundo de la protagonista, y a pesar de cientos de horas de psiquiatras y psicólogos, recupera la esperanza de que su hija, interpretada por Valentina Gaya de niña y por Alicia Bravo de mayor, siga viva. Ante la pasividad de quienes la rodean y de la propia policía, busca refugio y ayuda en el agente que le ayudó en la desaparición, Javier Salazar (De la Serna), que destruido por el final de Ángela, se ha convertido en un despojo que alquila un local para ejercer de detective privado, con tristes casos de infidelidad como sustento. También se une al equipo la joven del accidente, Laura (Smit), convencida de los poderes especiales de la pequeña. Juntos se embarcarán en un viaje donde nada es lo que parece, uno son muchos, y una historia truculenta del pasado vuelve para atormentar a los tres protagonistas.
La serie es un thriller que raya el terror psicológico. Ambientada en Barcelona, pero rodada en varias zonas de Cataluña, como Girona y Tarragona, los escenarios son una parte importante de la trama, así como la música; ambas crean los escenarios perfectos para acompañar al espectador en su obsesión. Pronto la persona que ve la serie se mete de cabeza en la trama que ofrece perdón, venganza, redención, locura, acción, muerte y asombro. Sin duda, «Los sin nombre» es una de las series del año, y en el resto del elenco suenan nombres tan importantes como Susi Sánchez, Francesc Garrido, Daniel Pérez Prada, Elvira Mínguez, Ana Torrent, José Manuel Poga y Eva Santolaria. Y es que el reparto es parte esencial del éxito que tendrá esta serie. Ibarguren retrata a una Claudia confusa, vulnerable, valiente, impetuosa, hiriente y violenta, en un registro increíble de la actriz. Por su parte, De la Serna elabora un Salazar con un pasado robado, una crisis familiar latente, para arrastrarse con maestría por el suelo de un personaje abandonado de sí mismo y en busca de redención. Smit, aunque aparece menos, carga con las secuelas de un accidente mortal que ha dejado secuelas físicas en su cuerpo, pero que la actriz convierte también en secuelas mentales.
Freixas y Cortecans han creado una historia que raya en la realidad, pero que ofrece un prisma en el que el espectador dudará a cada paso, cambiará de bando, se sorprenderá y decepcionará a partes iguales. Es una delicia ver cómo la trama alterna pasado y presente para dejarnos llevar por el dolor de la pérdida, la búsqueda de la fe, la esperanza y el sentido de la vida. Incluye muchos detalles de la filmografía de Freixas, como es la vergüenza del canibalismo de los medios de comunicación, que adorna con un caso mediático que tiene un trasfondo fantástico. Ante una dura realidad, el espectador tendrá que elegir sufrir con los personajes o unirse a ellos en la creencia de lo increíble. Escenas impactantes, llenas de tensión y misterio, refuerzan la sensación de desasosiego que traspasará la pantalla. Y aunque hay ganchos al final de alguno de sus seis episodios, toda la serie es un «cliffhanger» gigante en el que no hay descanso, y en la que los creadores no tienen piedad ninguna.
«Los sin nombre» dan saltos entre el thriller policial, el misterio, algo de «true crime» y mucho drama. Prácticamente se consume sola y la sensación que queda cuando uno la acaba, se marcará muy hondo en el espectador, y solo se le pasará hablando con otra persona sobre la serie. Abran los ojos y las mentes.
La búsqueda de respuestas más allá de lo racional
►La serie plantea que cada vez hay más personas que buscan respuestas más allá de lo racional, que anhelan señales o destellos de magia que puedan apaciguar su dolor o dar sentido a su existencia. «Porque, en el fondo, todos necesitamos creer en algo. ¿O acaso no tendrías fe si de eso depende que tu hija esté viva o muerta?», dicen los creadores Pau Freixas y Pol Cortecans. Y añaden: «Porque hay lugares a los que solo se llega con la fe o porque, a veces, creer es la única manera de no volvernos locos». La serie enfrenta al espectador a una idea inquietante: llegado el momento, incluso el mayor de los escépticos puede aferrarse a lo increíble.
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