Plantilla completa

Todo preparado para el desembarco de “La familia de la tele” en La 1

El nuevo magacín de tardes de TVE presenta su equipo completo con rostros de "Sálvame", fichajes sorpresa y una apuesta por lo cotidiano con ritmo en directo

Todo preparado para el desembarco de “La familia de la tele” en La 1
Todo preparado para el desembarco de “La familia de la tele” en La 1RTVE

La 1 se atreve a mezclar el colmillo de “Sálvame” con las buenas formas de la televisión pública. Y no lo esconde. “La familia de la tele”, el nuevo magacín de tarde producido por La Osa Producciones, ha confirmado su arranque para el lunes 22 de abril, y lo ha hecho con una presentación digna de debut en Broadway: luces, caras conocidas, algún retorno inesperado y hasta una sintonía firmada por Camela, porque si se va a jugar con la nostalgia, que sea con todo el volumen.

En el centro de la escena, tres nombres que no necesitan presentación ni prólogo: María Patiño, Aitor Albizua e Inés Hernand. Un triángulo curioso que junta experiencia, versatilidad y esa soltura millennial que tan bien maneja Inés. A ellos se suma Belén Esteban en calidad de colaboradora especial, que ya es decir mucho sin necesidad de especificar funciones. Basta su presencia para activar un código emocional que millones de espectadores tienen tatuado en la memoria.

Pero el plato fuerte es el equipo de colaboradores. El grueso proviene directamente de “Sálvame”, como si alguien hubiese rescatado el barco naufragado de Telecinco y lo hubiese amarrado al puerto de la televisión pública. Kiko Matamoros, Lydia Lozano, Chelo García-Cortés, Víctor Sandoval, Nuria Marín y Carlota Corredera están todos. A ellos se suman Marta Riesco, Javier de Hoyos y Raúl Rodríguez, nombres que se hicieron hueco en el spin-off “Ni que fuéramos” y que ahora se consolidan bajo el sello RTVE.

La sorpresa llegó con dos fichajes que nadie veía venir: Laura Fa, que simultaneará sus colaboraciones en Atresmedia y TVE como quien cambia de casa sin deshacer las maletas, y Bob Pop, que aterriza con el perfil más distinto de todos pero con la lucidez intacta. Una decisión que oxigena el plantel y que, en lo simbólico, refuerza la idea de que este magacín no quiere ser un simple revival del pasado, sino una reinterpretación libre de la televisión que fue.

A todo esto se suma un equipo de expertos que parecen sacados de un casting para “Saber Vivir 2.0”: el doctor Sánchez Martos, el entrenador Cesc Escolà, la nutricionista Marta Verona, el jardinero Ignacio Guío, el veterinario Fernando Pérez, la adiestradora Lucrecia Mangialavori y el divulgador Luis Quevedo, entre otros. Profesionales con solvencia y telegenia que completan la parte más funcional del programa: la que promete (perdón, plantea) ser útil sin dejar de entretener.

“La familia de la tele” se define como un living show, ese concepto algo escurridizo que mezcla directo, actualidad suave, charlas entre amigos y un toque de improvisación coreografiada. Aquí no se busca exclusivas judiciales ni ruido programado, sino algo más parecido a una sobremesa televisiva donde caben las anécdotas, los consejos, los reencuentros, las risas y las lágrimas de manual. Una especie de vuelta a la tele de antes, pero con plano secuencia y menos crema pastelera.

La gran incógnita será el tono. Porque reunir a buena parte del ecosistema “Sálvame” en TVE no es solo una apuesta editorial: es un experimento sociológico. ¿Podrá esa energía punk funcionar en un formato que también quiere ser blanco? ¿Se puede domesticar el caos sin perder su esencia? ¿Se puede hablar de las cosas sin necesidad de que se rompa nadie en directo? La respuesta llegará cada tarde, entre las 17:00 y las 20:30, con “La Promesa” entre medias como puente improbable entre dos formas de contar la vida.

Lo que sí está claro es que TVE ha apostado fuerte, ha abierto las puertas y ha montado una mesa donde el menú es variado, pero el ingrediente principal sigue siendo el de siempre: la gente. La que habla, la que comenta, la que observa y la que convierte cualquier cosa en tema de conversación. Porque si algo aprendimos de “Sálvame”, es que todo es televisión… si se sabe mirar.