Alicante

Alicante tiene futuro

Borja Álvarez y Raúl Bravo salen a hombros con una buena novillada de Fuente Ymbro

Imagen de archivo
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Alicante. Primera de la Feria de Hogueras. Cuatro novillos de Fuente Ymbro, bien presentados y de buen juego, y dos erales (3º y 6º) de El Parralejo, también buenos. Escaso público.

Borja Álvarez, de verde hoja y oro, pinchazo, estocada, aviso (oreja); estocada entera (oreja). Raúl Bravo, de azul pavo y oro, pinchazo, media (oreja); estocada entera, aviso (oreja). Jorge Rico, de blanco y oro, pinchazo, estocada, aviso, cinco descabellos (saludos); aviso, estocada entera (oreja).

Comenzó el abono de Hogueras con la escuela taurina municipal como protagonista principal, y si ya en las dos clases prácticas que prologaron el serial los alumnos de este centro lograron ilusionar a los aficionados locales, también en esta primera entrega evidenciaron que el trabajo hecho por Antonio Martínez "Rondeño"y su equipo es importante y da sus frutos. Doble Puerta Grande para Borja Álvarez y Jorge Rico.

Bien claro lo dejó el propio Jorge Rico, al que tras su gran actuación en las becerradas del año anterior se le incluyó en esta novillada picada para lidiar dos erales. El chaval demostró de nuevo maneras y buen gusto, adelantando siempre el engaño y llevando metido en la muleta a su primero, con temple y no poco mando. Evidenció asimismo repertorio y, sobre todo, frescura, ilusión, desparpajo. Sin extenderse, en unos pocos minutos firmó una primera faena en la que demostró que es un torero posible. Aunque tardara en descabellar. Se volvió a lucir al torear de capa al sexto, exhibiendo otra vez sus magníficas condiciones en otra labor entregada y en la que apuró a un novillete más desentendido.

Borja Álvarez, uno de los destacados del año pasado, derrochó voluntad ya en los lances de recibo al que abrió plaza. Y esas ganas fueron la tónica de su primera faena, irregular y con intermitencias, permitiendo enganchones, llevándose algún achuchón y más de un susto, pero decidida y con muletazos aislados de buen trazo.

Inicio su segunda faena de rodillas, siendo atropellado por su oponente, afortunadamente sin mayores consecuencias. El novillo fue una máquina de embestir, con prontitud y sin malas intenciones, franco y con fijeza, pronto al cite y humillado, aunque la cercanía de su matador ahogó en parte su ímpetu. De nuevo el ansia de triunfo y las ganas de agradar fueron los argumentos del novillero alicantino, que se volcó sobre el morrillo para dejar una gran estocada que le valió la puerta grande.

Raúl Bravo debutó con caballos y lo hizo con un novillo alto y muy cuajado aunque sin fuerza, una carencia que fue determinante para su lidia, que discurrió sin pena ni gloria. Le dieron duro, muy duro, al quinto en el caballo, al que entró tres veces, sin que tan fuerte castigo fuese óbice para llegar al último tercio muy entero y acometedor, soportando con excelente son un muy largo, bullidor y entusiasta trsteo del debutante...