Elecciones

El voto de un turolense vale casi 4 veces más que el de un madrileño

Para obtener un escaño en Madrid se necesitan 141.179 electores, mientras que en Teruel tan solo 35.540.

El voto de un turolense vale casi 4 veces más que el de un madrileño
El voto de un turolense vale casi 4 veces más que el de un madrileñoArchivo

El voto de los ciudadanos de Teruel, Soria o Segovia vale casi cuatro veces más que el de un madrileño. Esta es alguna de las conclusiones que se pueden extraer al consultar el número de electores que se necesita en cada provincia para obtener un escaño, pero no son las únicas.

En el sistema electoral español el voto rural pesa más que el urbano, haciendo que las regiones poco pobladas se vean más representadas. En nuestro país, 45 provincias tienen menos de 1.5 millones de habitantes y juntas acumulan el 53,3% de la población nacional, pero, sin embargo, eligen el 62.9% de los escaños del Congreso.

Esto se traduce en que las provincias pequeñas, los partidos políticos necesitan menos votos para obtener un asiento. Por ejemplo, conseguir 1 de los 3 escaños que se reparten en Teruel requiere de 4 veces menos votos que en Madrid.

De este modo, se puede ver que la variante geográfica juega un papel fundamental en un proceso tan importante como las elecciones, ya que cada voto posee un valor diferente según la ubicación de la que proceda. Gracias a los Sistemas de Información Geográfica, GIS por sus siglas en inglés, es posible reunir todos los datos y dotarlos de un contexto que los sitúe en espacio y tiempo, lo que permite a los ciudadanos y a los partidos políticos saber el valor real de su voto. Esri España, compañía especializada en tecnología geográfica, ha puesto a disposición de la ciudadanía un mapa interactivo en el que consultar el número de electores necesarios para obtener un escaño en cada región y realizar comparativas entre los diferentes territorios nacionales.

Votos necesarios para obtener un escaño en Madrid, Segovia, Soria y Teruel

El top 10 de las provincias donde más vale el voto son, principalmente, las menos habitadas, ya que la población se encuentra muy dispersada. La variación del valor es tal que un voto en Teruel equivale a 3.9 en Madrid. Así pues, se establecen en el top 3: Teruel, con 35.450 electores necesarios por escaño, seguida de Soria con 37.875 y de Segovia con 39.812.

En contraposición, los territorios donde menor valor posee el voto son las zonas con gran densidad poblacional, pero, pese a ello, son las que más escaños aportan de manera individualizada, por ejemplo, un voto en Madrid equivale a 0,25 votos en Teruel. Para compensar esto, Madrid suma un total de 37 escaños al Congreso.

De este modo, las tres áreas del país donde menor rédito tiene el voto son Madrid con 141.179 electores por escaño, seguida de Asturias con 137.000 y A Coruña con 135.704.

Es importante recalcar que los escaños no son proporcionales al número de habitantes de cada una de las provincias, ya que esta relación se ajusta con el objetivo de que exista una equidad entre los territorios. Así pues, esto influye directamente en el número de electores necesarios para obtener cada uno de los escaños.

Esto se debe a que el sistema electoral de nuestro país se basa en la Ley D’Hondt para repartir los asientos entre las candidaturas de forma proporcional al número de votos obtenidos. Para ello se divide la cifra alcanzada por cada partido por una serie de divisores sucesivos, asignando los escaños a los partidos con los cocientes más altos hasta completar todos los asientos disponibles.

Además, a esto hay que añadirle la Ley del Divisor Imperial, un principio que garantiza la representación equitativa de las provincias menos pobladas al aumentar ligeramente su número de escaños en comparación con lo que les correspondería estrictamente según su población.

Como resultado, algunas provincias con menor población tienen un número de escaños relativamente mayor en comparación con su número de habitantes, lo que implica que el voto de un ciudadano en una de esas provincias tiene un peso ligeramente mayor que el de otro en una provincia más poblada.

Existen muchas variables que han de tenerse en cuenta para poder calcular estos datos de forma precisa, por lo que para poder tomar decisiones informadas es fundamental otorgar un contexto a los datos. Por ello la tecnología, concretamente los GIS, permiten materializar toda esta información y ubicarla en un mapa interactivo, lo que democratiza los datos y el funcionamiento de los procesos electorales de nuestro país.