Turismo

Castilla-La Mancha: escapada cultural y cercana para el verano

Sin necesidad de ir muy lejos, las cinco provincias manchegas se convierten en un mosaico perfecto para un viaje cercano. A su legado histórico y patrimonial se suman paisajes naturales únicos

Los molinos de viento, en Consuegra, son una de las fotos obligadas en Castilla-La Mancha
Los molinos de viento, en Consuegra, son una de las fotos obligadas en Castilla-La ManchaDavid BlázquezTurismo Castilla-La Mancha

El camino es la vida», lo dice Jack Kerouac en su imprescindible «El camino», y también es historia, descubrimiento y aventura. Pero no hace falta irse muy lejos para ponerlo en práctica, menos aún ahora, cuando toca aprovechar la tesitura que nos marca la pandemia del coronavirus para acercarnos a aquellos rincones que tenemos más cerca y que bien merecen un alto en el camino. El viajero puede comprobarlo por sí mismo en Castilla-La Mancha, una región que ofrece un vasto, rico y variado patrimonio histórico y artístico que convierte estas tierras en un destino imprescindible, en muchas ocasiones desconocido, pero siempre cercano y único.

Es Castilla-La Manchacentro neurálgico de la historia de España. Los pueblos prehistóricos, los romanos, visigodos, musulmanes, el esplendor cristiano y el imperio que dominó el mundo conocido durante siglos han convertido a sus pueblos y ciudades en un destino inolvidable con una envidiable riqueza.

Ciudades Patrimonio

Una parte de esa riqueza es conocida de forma universal. Es el caso de las ciudades de Toledo y Cuenca, dos destinos que no deben faltar en la lista de visitas de todo viajero que se precie. Poco se puede decir de la capital regional que no se haya dicho y escrito: estamos ante una de las ciudades más bellas del mundo, gracias a un portentoso casco histórico que encierra más de 2.000 años de historia y una riqueza artística incomparable. Por su parte, Cuenca, asomada a las hoces del Júcar y el Huécar, colgada desde la pared que la sustenta, invita desde su percha a transitarla con calma, degustarla y llevársela prendida.

Vista de Toledo, Castilla-La Mancha
Vista de Toledo, Castilla-La ManchaDavid BlázquezTurismo Castilla-La Mancha

Ambas ciudades, tanto Toledo como Cuenca, son Patrimonio de la Humanidad, como lo son también el Parque Minero de Almadén y las pinturas rupestres del Arco Mediterráneo. El primero ofrece un excitante viaje a los secretos mejor guardados de las minas más antiguas del mundo, que comenzaron a ser explotadas por los romanos. Por su parte, las pinturas rupestres del Arco Mediterráneo se suceden por espectaculares cuevas y abrigos en las serranías de las provincias de Cuenca, Albacete y Guadalajara.

Cuenca, Castilla-La Mancha
Cuenca, Castilla-La ManchaDavid BlázquezTurismo Castilla-La Mancha

Las más recientes en unirse a este selecto grupo Patrimonio de la Humanidad han sido las cerámicas de Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo –una tradición asentada desde hace seis siglos y que mantiene activos todavía hoy más de 40 talleres en las dos localidades toledanas–; y las tamboradas de Tobarra, Hellín y Agramón que configuran un ambiente sonoro, festivo, fascinante y cargado de emoción.

Pueblos con encanto

Junto a estos destinos imprescindibles, el viajero puede y debe buscar los pueblos y ciudades con encanto que salpican toda la geografía castellano-manchega. Desde las sierras más agrestes hasta las planicies manchegas, el listado es espectacular, amplio y variado.

Todos estos destinos son auténticos viajes en el tiempo que se convierten en pequeñas aventuras históricas en el caso de los castillos y fortalezas que se levantan en sobrecogedores parajes por todos los rincones de Castilla-La Mancha. Y si de patrimonio hablamos no podemos olvidarnos de las historias fabulosas y sorprendentes que nos transmiten las seculares piedras de los parques arqueológicos de la región. Es el caso de la villa de Segóbriga, considerada una de las ciudades mejor conservadas de lo que fue la Hispania romana; Carranque, con una fabulosa colección de mosaicos romanos; Alarcos-Calatrava, entre cuyos muros todavía resuenan los ecos de la Reconquista; y Recópolis, un tesoro de la cultura visigoda.

Ruta del Quijote

Mención aparte merece el viaje por la Ruta del Quijote. Las aventuras narradas por Miguel de Cervantes en su obra son conocidas en todo el mundo y con ellas la comarca de La Mancha ha alcanzado fama universal. Blancos molinos, llanuras de horizontes infinitos, antiguas ventas, pueblos encalados, viñedos sin fin y singulares humedales ofrecen al viajero un variado y rico abanico de posibilidades para hacer del camino una experiencia inolvidable.

La riqueza patrimonial y natural de esta ruta se descubre a cada paso en el alcaná de Toledo; en las planicies y cielos azules recortados por los molinos de Consuegra, Mota del Cuervo o Campo de Criptana, sin pasar por alto la esbelta silueta de los de Alcázar de San Juan; en los blancos muros de El Toboso, tierra de Dulcinea, tal y como demuestra la casa-museo que puede visitarte de forma muy amena y en familia; en la Cueva de Montesinos de Ossa de Montiel o en la cueva de la Casa de Medrano, en Argamasilla de Alba, que está cargada de leyendas y realidades que la sitúan como el lugar en el que Miguel de Cervantes estuvo encerrado y comenzó la escritura de la obra más importante de la lengua castellana.

Almagro, Castilla-La Mancha
Almagro, Castilla-La ManchaDavid BlázquezTurismo Castilla-La Mancha

Y la ruta del Quijote también lleva al viajero por las bellas Lagunas de Ruidera, un paraje natural excepcional; así como por las ventas, como la de Puerto Lápice; por los Campos de Calatrava y Montiel; en las tierras próximas a Sierra Morena... Lo mejor para conocer a fondo estos rincones es guardar en el equipaje un ejemplar de la novela. Será la mejor guía para disfrutar de este recorrido literario-turístico por Castilla-La Mancha.

Tras la ruta, sea cual sea el destino, al viajero le espera la rica gastronomía castellano-manchega, sus excelentes vinos, y una oferta hostelera cercana y de calidad donde descansar. Viaje redondo.

Cómo llegar: Las conexión por carretera resulta muy cómoda, con una amplia red de autovías. Además, el tren y el AVE son una alternativa ideal.
Dónde comer: Es posible sentarse a la mesa de restaurantes con Estrella Michelin y de tabernas tradicionales, pasando por locales de autor.
Dónde dormir: La red de hospederías de Castilla-La Mancha no defrauda, pues son hoteles singulares ubicados en espacios únicos.
Más información: En la web www.turismocastillalamancha.es

Este reportaje ha sido patrocinado por Turismo de Castilla-La Mancha

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