Ocho planes fresquitos para escapar del calor esta semana

El calor arrecia y lo hace con sorna. Nada nuevo bajo el sol durante un mes de julio en nuestro país, aunque cada verano ocurre igual, esperamos que esta vez sea más amable que los anteriores y el termómetro rebaje su graduación unos pocos números, siempre con el mismo resultado. La primavera lluviosa de este 2020 da paso con velocidad a un calor tremebundo, y aquí toca ser más listos que este calor astuto, escapando de los rayos de sol para refugiarnos en planes fresquitos. Solo damos gracias porque, si se buscan, no es complicado encontrar un puñado de ellos.

Cueva de El Soplao, Cantabria.

A los vecinos y veraneantes del norte, les recibe con su magia habitual. Es excitante pasear por sus estrambóticas galerías, ocultas a los rayos de sol desde hace millones de años, aguantando con una ambición fantástica el frescor de los meses del invierno. Cada año recoge una pizca más de frío, hasta que, este verano, su interior parece contener el frescor de los últimos mil inviernos. En su interior se extienden pinturas de la mano de la naturaleza, semejantes a cuadros de arte contemporáneo, matizados por los relieves de estalactitas, estalagmitas, estalagnatos de colores claros y oscuros, producto de siglos de goteo químico.

Las pozas del río Pelayo, Ávila

Cruzando el Valle del Jerte, conocido por su deliciosas y brillantes cerezas - otro extra para escapar del calor -, el río Pelayo y el río Arenal se presentan como una alternativa a la playa. Los pinos a su alrededor liberan una generosa capa de sombra, pero el secreto radica en la erosión provocada por ambos ríos en la roca. Deliciosas piscinas naturales, rellenas con agua helada, son el plan ideal para una escapada de fin de semana donde prima la comida sabrosa, la naturaleza y un frío acuático que roza lo invernal. Basta un corto paseo por los senderos del bosque hasta encontrar la poza más adecuada donde relajarse.

Palacio Real de Olite, Navarra

Este impresionante palacio, restaurado en los años 20 del siglo pasado para goce de los visitantes, explica con precisión matemática por qué se popularizó la expresión “vivir a cuerpo de rey”. El cuerpo del rey sobrevive al calor de verano entre los muros de su castillo, la piedra húmeda parece haber sido sometida al hechizo de algún mago de la corte y en su interior desaparece toda sensación de ardor. En la que fue residencia del famoso rey navarro, Carlos III el Noble, podemos sumergirnos en un mundo aliñado con fantasía y leyendas centenarias, casi vistiendo manga larga. Sus torres de vigilancia, puntiagudas y cubiertas por pizarra negra, se asemejan a un escenario sacado de las películas de Hollywood.

Playa de Doñana, Huelva

En tiempos de coronavirus, prima buscar una playa larga, muy larga, que se pierda en el horizonte hasta que no parezca tener final, para así mantener la distancia de seguridad adecuada y evitar posibles contagios. Belleza, frescor y tranquilidad deben de estar asegurados. Así sale como ganadora la Playa de Doñana, en la provincia de Huelva. 28 kilómetros de arena fina como la seda, desbrozándose bajo los pies y buscando una huida a las aguas mansas del mar. Aunque ciertas zonas están restringidas, dado que se trata de una playa encajada dentro de un parque natural, esto no impide disfrutar de una amplia zona dispuesta para los bañistas.

Visita subterránea, Toledo

Bajo Toledo, ciudad de leyendas, se extiende una amplia red de cuevas y pasadizos que merecen una visita. Hasta 13 cuevas, túneles y criptas, a cada cual más interesante, componen un legendario recorrido que se recomienda hacer durante las horas nocturnas, para así aumentar ese toque ligeramente terrorífico que expresan. Desde la cripta de la Iglesia de San Andrés, donde decenas de cadáveres se acumulan debido a un derrumbe ocurrido siglos atrás; hasta las cuevas bajo el museo de El Greco, donde dice la leyenda que el Marqués de Villena se transformó en demonio, el visitante escapará del calor y entrará en un mundo de suculentas historias a la par que cualquier película.

Museo Reina Sofía, Madrid

Para los amigos de la capital que todavía están esperando a las vacaciones, una visita a cualquiera de sus excelentes museos es una buena forma de escapar del calor. El Reina Sofía cuenta con algunas de las mejores muestras de arte contemporáneo del mundo, además de jugosas exhibiciones temporales para saciar el apetito de la curiosidad. Aparte de mostrar el famoso cuadro de Guernica, junto con una serie de interesantes fotografías sobre su proceso creativo, actualmente cuenta con una exposición del artista italiano Mario Merz. Pero si el arte contemporáneo no es de tu gusto, el Museo del Prado está a tiro de piedra, bajando por la Castellana, dispuesto a deleitar la vista a los espectadores más románticos.

Bodegas Mura, La Rioja

Nada mejor para escapar el calor que una bodega riojana. En ellas, una temperatura fresca es imprescindible para la elaboración correcta de sus vinos. Las Bodegas Mura, en la localidad de Haro, ofrece una cata de dos vinos, además de una suculenta comida en uno de los mejores restaurantes de la zona. Quizá sea el plan perfecto para realizar en compañía de la pareja. Deléitese el lector con los sabores y aromas más poderosos de nuestra tierra, antes de contar, uno por uno, los brillantes viñedos colocados con precisión matemática en la fértil tierra del valle del Ebro.

Buceo en La Reserva Marina de la Restringa, El Hierro

El culmen del frescor, sumergido en lo más profundo de nuestras costas durante horas de corrido. La Reserva Marina de la Restringa cuenta con una amplia oferta de clases de buceo, desde el nivel básico hasta los primeros pasos de la profesionalidad. No es mala idea dedicar una mañana a conocer a los habitantes más escurridizos y coloridos de nuestro país, esos pececillos simpáticos dormitando entre los agujeros de las rocas. Y mientras que en otros destinos el fondo marino se ha degenerado durante los últimos años, en la isla ocurre al contrario, se ha regenerado gracias a las erupciones volcánicas que ocurrieron a lo largo del año 2011.