Viajes
Enamorarse de Liubliana, la ciudad de los dragones
La capital de Eslovenia, singular y exótica, invita a ser descubierta sin prisas y a sumergirse en su seductora serenidad
Llena de amabilidad, dinamismo y, sobre todo, belleza, Liubliana ofrece todo lo que un viajero puede desear. En la capital eslovena se combinan espectaculares paisajes, una rica historia y una vibrante cultura moderna; este destino singular y exótico invita a descubrirlo sin prisas y a sumergirse en su seductora serenidad. Una invitación muy tentadora, ¿no cree?
A las puertas del verano, se piensa en las vacaciones y en qué viaje hacer, y Liubliana se convierte en una excelente opción no solo por sus inherentes atractivos, sino porque en verano esta ciudad cobra vida y es escenario de festivales y eventos. Por ejemplo, uno de los más destacados es el Liubliana Festival, que se celebra del 20 de junio al 3 de septiembre. Con más de 60 años de tradición, en él se reúnen artistas internacionales en una celebración de música, teatro, danza y otras artes. El antiguo monasterio de Križanke, transformado en un escenario de festivales, sirve como el epicentro de este evento cultural, atrayendo tanto a locales como a turistas. Es una cita que por sí sola convierte a esta capital en un destino muy interesante en la época estival.
Por otro lado, para los amantes del jazz, el Jazz Festival Liubliana, del 5 al 8 de julio, es imperdible. Este festival, el más antiguo de su tipo en Europa, ofrece una mezcla de jazz clásico y moderno. Y entre otros eventos veraniegos, no hay que olvidar que de marzo a octubre, la Odprta kuhna (Cocina abierta) es una experiencia culinaria única. Cada viernes entre las 10 y las 22, siempre y cuando el clima lo permita, la Plaza de Pogačar se llena de puestos donde chefs preparan en directo platos frescos de la cocina tradicional eslovena e internacional, creando un ambiente perfecto para disfrutar de algo más que una buena comida, de una experiencia gastronómica fantástica.
Más allá de estas celebraciones temporales, Liubliana ofrece una variedad de alicientes permanentes que hacen que una visita a la ciudad sea muy recomendable. Y el punto de partida perfecto para explorarlos es el majestuoso Castillo de Liubliana al que puede llegar caminando o en funicular, ambas opciones merecen la pena. Alberga el Museo de Marionetas, la Torre Mirador y diversas exposiciones, pero lo más destacado es en realidad el mirador que se encuentra a escasos metros. Tendrá las mejores vistas de la ciudad y es, sin ninguna duda, uno de los motivos por los que enamorarse de la capital eslovena.
Otro imprescindible podría ser el emblemático Puente de los Dragones, inspirado en el art nouveau. Situado en el centro de la ciudad, está custodiado por cuatro dragones de gran tamaño y veinte figuras más pequeñas, y es que este animal mitológico, presente en su bandera, en la tapa de las alcantarillas y en la escalera de la torre del castillo, es el símbolo de la ciudad.
Uno de los corazones de la ciudad, la Plaza Prešeren, también merece una parada. El Monumento a France Prešeren, el poeta nacional, y la Iglesia Franciscana de la Anunciación, reconocible por su bella fachada rosada, son sus dos atractivos principales. El Puente Triple, que conecta la plaza con la otra orilla del río Ljubljanica, se considera uno de los lugares más característicos de la ciudad y ofrece una vista magnífica del entorno. Pero si lo que quiere es «escaparse» de la ciudad a un refugio natural, lo ideal sería ir al Tivoli Park, el espacio verde más grande de Liubliana. Con jardines bien cuidados, invernaderos y pistas deportivas, el parque resulta ideal para un paseo relajante o actividades al aire libre. Aquí también se ubica el maravilloso Castillo Tivoli del siglo XVI.
Las calles del centro histórico de Liubliana son también una magnífica elección para «turistear». Mestni Trg, Gornji trg y Stari trg son los lugares perfectos para ello con su arquitectura encantadora, tiendas locales y una atmósfera única.
Y otra sugerencia que no hay que perderse: una visita al Café Nebotičnik. Desde este rascacielos, puede contemplarse el skyline de Liubliana mientras se disfruta de una deliciosa tarta prekmurska gibanica, un postre típico esloveno perfecto para endulzar el viaje.
Explorando la naturaleza eslovena cercana
Para aquellos que deseen descubrir la belleza natural que rodea a Liubliana, hay varias opciones que destacan y que merecen una visita. Una de las joyas naturales de Eslovenia es el Parque Nacional de Triglav, situado a unas pocas horas de la ciudad. Este parque ofrece paisajes de montaña impresionantes, rutas de senderismo para todos los niveles y la oportunidad de disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. El parque alberga el monte Triglav, la montaña más alta de Eslovenia, que se eleva majestuosamente 2864 metros. Los senderos permiten a los visitantes explorar sus bosques, prados alpinos y cascadas, como la impresionante cascada de Savica.
Como destino natural espectacular también está el lago Bled, un lugar de ensueño con su famosa isla en el centro, accesible en barco. Rodeado de verdes colinas y dominado por el imponente Castillo de Bled, el entorno de este lago de hipnóticas aguas turquesas es perfecto para pasear, hacer senderismo o simplemente disfrutar de un tranquilo paseo en barco hasta la isla. En ella se encuentra la pintoresca Iglesia de la Asunción. Además, el lago ofrece la posibilidad de practicar deportes acuáticos como el remo y el paddle surf, y si en vez de viajar en verano lo hace en invierno, debe saber que sus aguas heladas crean un escenario mágico para patinar.
El encanto de esta pequeña pero cautivadora ciudad, unido a los paisajes de ensueño mencionados, invitan a viajar a Liubliana y descubrir un rincón de Europa que logra despertar lo que todo viajero busca: emociones y sentimientos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar