Viajes

Nobu Marbella o la búsqueda de hacer felices a las personas y a los cinco sentidos

El hotel marbellí combina lujo moderno y tradición japonesa para convertir las vacaciones en una experiencia gastronómica única

Hotel Nobu Marbella
Hotel Nobu MarbellaArchivoNobu

En japonés existen varias palabras que se podrían traducir por felicidad. «Shiawase» o «koufuku» son las más utilizadas coloquialmente, pero existen otras dos palabras que definen mejor el concepto de vida plena. Una de ellas es «ikigai». Un concepto filosófico que marca lo que hace que merezca la pena vivir, tanto en el propósito en la vida personal como en actividades con un fin en sí mismas, como viajar. La última palabra es «omotenashi», cuya definición sería hospitalidad. En ella se combinan elementos como la cortesía y el deseo de mantener una armonía infinita con otros conceptos que van más allá de las bienvenidas y los saludos: cuando lo que se busca es hacer felices a las personas. La combinación de todos estos términos actualizados al siglo XXI ha creado una nueva expresión, que recoge en sí misma el valor intrínseco del «shiawase», el «koufuku», el «ikigae» y el «omotenashi» para recombinarlo y crear un concepto basado en el descanso, en la atención, en el lujo, en una experiencia única: Nobu.

Así, Nobu Hoteles es ya sinónimo de máxima calidad hotelera, una cadena en pleno crecimiento que nació sobre una apuesta gastronómica única creada por el cocinero nipón Nobu Matsuhisa, auspiciada, potenciada y desarrollada en comunión con la estrella de Hollywood Robert De Niro y el productor de cine Meir Teper. Los tres juntos crearon un lugar de encuentro de amantes del descanso, de la diversión, el deporte, los placeres mundanos y, por supuesto, del gusto culinario.

Porque en el caso de Nobu se sabe con certeza que fue antes el huevo que la gallina, que su innovación extraordinaria se basa en que primero fue restaurante y luego vino todo lo demás, un hotel creado en torno a un restaurante. Nadie había logrado antes aunar ambos conceptos en uno solo: comer, descansar y disfrutar. No necesariamente en ese orden.

Y no hay que irse lejos para alcanzarlo. Está muy cerca, en Marbella, la meca del lujo español, junto al mítico Puente Romano, del que recibe su esencia para hacer suyo un estilo propio, de naturaleza urbana, moderna, actual y junto a la playa, con todo tipo de servicios exclusivos y a la carta –spa, tenis, gimnasio personalizado, experiencias únicas, fitness y bienestar, piscinas para elegir, chiringuitos temáticos–... Suma y sigue. Todo «para que nuestros clientes recuerden haber vivido una experiencia única, que sientan que el hotel está hecho a su medida», explica el director del Nobu Marbella, Álvaro Sánchez, que ve en sus huéspedes a «alguien que quiere diferenciarse, que busca algo más, una experiencia lúdica, pero también con un componente cultural, familiar y personal que pocos sitios ofrecen. Y Nobu es único para ello».

Único porque por dentro, en su interior, lo que hay es una experiencia para los sentidos, para el paladar, su principal ingrediente, el que coloca con mimo su chef estrella, Eleni Manousou. Olfato, gusto, tacto... todo en comunión y con el máximo carácter. «Nobu es calidad y, por eso, mantenemos el amor por el producto, el respeto por la elección de cada sabor y el toque exacto de cada ingrediente», explica Manousou, que ha logrado fusionar sus raíces griegas, su creatividad y capacidad para la sorpresa con el concepto minimalista japonés del chef Nobu. Juntos consiguen que todo parezca que cuadre, que esté en su sitio, que tenga su medida perfecta, en armonía creativa. «La cocina tiene que tener el sabor del producto. No me gusta cubrir los sabores, no quiero salsas fuertes, busco la autenticidad», remarca. El sabor de la verdad, que llegue al corazón. «Todos los días me levanto con una frase que me dijo mi abuela: “Todo lo que hagas debes hacerlo con felicidad”. Y eso hago cada día, con cada plato, con cada apuesta, y eso se nota».

Con palabra de hierro y sonrisa de seda, la chef Eleni –mediterránea, helénica y ya medio española– logra reinterpretar el estilo Nobu con el aire del Mare Nostrum para presentar una cocina de porcelana, madera y cristal, con productos locales que selecciona personalmente en los mercados marbellíes. «Nos nutrimos del mejor producto y el mejor lo tenemos aquí, no hay que irse fuera».

Los huéspedes aprecian especialmente que la cocina esté a su disposición durante todo el día, tanto en el propio restaurante como a través de servicios personalizados, que permiten disfrutar de todos los platos de la carta en las propias habitaciones o incluso frente al mar gracias al servicio «Nobu by the beach». Si lo que se prefiere es activar los sentidos más noctámbulos se dispone del «Nobu Lounge», en el que los cócteles personalizados no dejan indiferente.

Lujo moderno y tradición japonesa unidas bajo el paraguas Nobu. «Somos el único grupo hotelero en el mundo en el que todo gira en torno al restaurante, y funciona a la perfección, por lo menos hasta ahora», explica Sánchez con una sonrisa. «Marbella es un destino totalmente cosmopolita, internacional, de primer nivel, exclusivo, algo que encaja perfectamente con la marca y con un cliente que busca máxima calidad en una experiencia hotelera y gastronómica».

Para ello dispone de 101 suites, cuidadas hasta el último detalle y preparadas para acoger a todo tipo de viajero, tanto el que busque un ambiente familiar, tranquilo y apartado, como el que busque la diversión y el contacto social. Para estos últimos está el punto central del hotel, La Plaza, en la que la conversación se alarga más allá de las campanadas de las 12.