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PortAventura, adrenalina para todos

El parque de atracciones se consolida como parque temático en Europa capaz de albergar propuestas para toda la familia. La última en llegar es Street Mission, una «dark ride» animada con todos los personajes de la serie «Sesame Street»

Tres parques en uno: atracciones, acuático y temático | Imagen cedida
Tres parques en uno: atracciones, acuático y temático | Imagen cedidalarazon

El parque de atracciones se consolida como parque temático en Europa capaz de albergar propuestas para toda la familia. La última en llegar es Street Mission, una «dark ride» animada con todos los personajes de la serie «Sesame Street»

Ya es casi un destino vacacional obligado para cualquier familia. O para los amantes de la adrenalina y las sensaciones fuertes, pero controladas. PortAventura estrena nueva temporada con novedades que sugieren que busca batir la cifra de cinco millones de visitantes de 2018. Para ello, este año ha estrenado la primera «dark ride» del parque que tiene de protagonistas a los personajes de «Sesame Street». Ubicada en la zona infantil, lleva a engaño, porque lo que comienza como un tranquilo paseo en el que a contrarreloj se ha de disparar con punteros láser a determinadas dianas (para saber qué, habrá que ir a probarlo), cobra dinamismo y dificultad hasta dejar sin aliento a los más atrevidos. Si van con amigos, los «piques» en las puntuaciones están asegurados.

Lo cierto que para llegar hasta ahí, desde cualquier parte del parque, hay que recorrer otras zonas temáticas, porque Street Mission se encuentra en el centro del mismo. Por eso, lo mejor es planificarse bien el día o las jornadas (con 48 horas resulta más que suficiente para sacar el máximo partido a todo). Y llevar un plano o mapa en el móvil para saber en qué se quiere montar uno y qué espectáculos puede disfrutar entre uno y otro. Para ello, ayudan mucho los indicadores de tiempos de espera en las colas, aunque por un extra se puede valorar la adquisición de algunos de los diferentes formatos de «Express pass», que en más de una ocasión merece la pena usar.

Porque hay pequeños detalles en los que merece la pena invertir. Uno de estos pases sirve para experimentar con apenas diez minutos de diferencia de los ocho «loops» a más 110 km/h en el Dragon Khan, a la aceleración de 134 km/h con una caída de casi 80 metros en Shambala. Y si aún quedan ganas de vivir más emociones y el cuerpo no se resiente, en vez de repetir, basta con ir a Red Force, en Ferrari Land, a vivir la experiencia de aceleración de un auténtico F1 en 880 metros de recorrido, con una aceleración de 180 km/h en cinco segundos, y una altura máxima de 112 metros, pasando antes por una suerte de catapulta horizontal –de 134km/h en tres segundos– llamada Furius Baco, en la zona Mediterrania.

Después de todo esto, hay que buscar la paz y dejar que el organismo recupere el aliento y así aprovechar a montar con los peques de la casa. Para eso, hay que coger sitio en alguno de los espectáculos de las zonas temáticas que sorprenden a niños y adultos como el siempre atractivo Aves del Paraíso (Polynesia); un viaje al jurásico con Dino Safari 2 4D (Polynesia); las hipnóticas pompas de Bubblebou (China); rememorar Las Aventuras de Tadeo Jones (México); disfrutar del Can Can; los «sketchs» callejeros en el Far West y cantar con los más peques en SésamoAventura.

Si el tiempo acompaña, ahora en primavera, merece la pena probar las atracciones acuáticas, divertidas y sorprendentes, en las que salir seco es todo un reto. Así, de menos a más posibilidades de acabar empapado, cabe señalar los rápidos de Grand Canyon, las cuestas de TutukiSplash y los troncos de la mina de Silver River Flume, junto al recorrido de Ankor. Pero si ya estamos en pleno verano, una escapada a PortAventura Caribe Aquatic Park, tampoco está de más.

No hay que olvidar que imprescindible también es rascarse el bolsillo para visitar el único parque temático de Ferrari en Europa, que en nada tiene que envidiar al mítico de Abu Dabi, en los Emiratos Árabes. Aquí, el ambiente italiano propio de la F1 se siente desde la entrada. Siempre con el sonido de fondo de la aceleración del Red Force, uno pasea por los exteriores y conduce por el circuito de Maranello, disfruta de los simuladores de última generación como si condujese un auténtico Ferrari y aprende que detrás de la marca también hay una historia interesante.

¿Qué comer?

Una de las sorpresas para muchos viajeros en el parque es la oferta gastronómica. Más allá de la típica hamburguesa o bocadillo rápido, merece la pena hacer un alto en el camino y buscar comida local de la zona en la que se hallen. En cada una de ellas, ya sea Polynesia, México, Mediterráneo, China, SesamoAventura y Far West, uno puede sentarse y degustar un menú inspirado en los productos más típicos, en un ambiente muy cuidado. Seguro, que a más de un fan de la F1 le gustaría sentarse, bajo un cielo estrellado a la hora de comer, con toda una galería de fondo de trofeos y recuerdos de la escudería «rosso» y desgutar un auténtico rissoto con setas y una panacota de postre, en Il Calvallino (Ferrari Land). O, porque no, sentarse a orillas del «mar Mediterráneo» o en la cubierta de un barco, y maridar un vino italiano español, junto a unas tapas con productos bien seleccionados.

¿Dónde alojarse?

Las opciones más baratas de seguro están en hoteles y apartamentos en Salou, que en coche o bus suponen de 15 a 35 minutos. Pero para vivir la experiencia del parque y acortar distancias, lo mejor es buscar un alojamiento allí mismo, como el Hotel El Paso, Hotel Mansión de Lucy, Hotel Colorado Creek, Hotel PortAventura, Hotel Caribe y Hotel Gold River. En este último complejo, uno puede escoger entre las suites comfortables, los bungalows o las habitaciones estándar. Además, si uno elige la caravana como medio de transporte, también cuenta con un parking en los aledaños del parque. Todos ellos cuentan con ofertas que se adaptan a las familias.

¿Cómo llegar?

Hay muchas fórmulas que se adaptan a las exigencias de cada viajero. Existen paquetes con vuelos hasta Barcelona, que incluyen hotel y entradas al parque (hay que consultar los desplazamientos). También se puede optar por coger el tren, AVE o Alvia, con parada en Camps de Tarragona y solo restarían unos 30 minutos en coche o bus hasta el parque. O bien, por carretera por A7 o AP7 hasta Salou.