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Seis balnearios naturales gratis y abiertos todo el año
Numerosos manantiales y termas son de uso público y se encuentran en medio de la naturaleza
Los beneficios de las aguas termales se conocen desde la antigüedad y nuestro país es buena prueba de ello. Decenas de balnearios se distribuyen por la geografía de nuestro país ofreciendo diferentes tipos de aguas con propiedades medicinales y algunos de ellos se encuentran en uso desde la época de los romanos, como es el caso del balneario de Alceda, en el valle de Toranzo (Cantabria).
Las aguas termales o minerales brotan del suelo de la tierra a diferentes temperaturas y son ricas en diversos minerales, la unión de ambos componentes produce sus propiedades medicinales.
Muchas de las aguas termales de España se encuentran en el interior de balnearios y hoteles, donde además se puede disfrutar de tratamientos médicos y estéticos. Sin embargo, otros muchos manantiales y termas son de uso público, se encuentran en medio de la naturaleza y, por tanto, son gratuitos. Además, la mayoría están abiertos durante todo el año y son de libre acceso, tan solo condicionado por el clima de cada estación del año.
Entre las termas gratis españolas destacan seis:
1. Termas de Bande (Orense). Se encuentran situadas a orillas del río Limia en el embalse de las Conchas, en la parroquia de Baños de Bande. Sus aguas termales ya fueron aprovechadas por los romanos. De hecho están junto al complejo arqueológico Aquis Querquennis, formado por un campamento romano y una mansión-viaria.
Estos baños naturales son de libre acceso y disponen de varias piscinas y bañeras rehabilitadas. Sus aguas están indicadas para afecciones como reuma, artritis, artrosis, problemas respiratorios y dermatológicos.
2. A Chavasqueira (Orense). Estas termas naturales también son gratuitas y se encuentran en el margen derecho del río Miño, en el caso urbano de la ciudad de Orense. Está formado por dos piscinas al aire libre con aguas a una temperatura de 63 grados rodeadas de un jardín zen.
Sus aguas minero-medicinales están recomendadas para el reuma, la artritis y problemas en la piel.
3. Pozas de Arnedillo (La Rioja). Las conocidas pozas de Arnedillo son de libre acceso y se encuentran al margen del río Cidacos. Contienen aguas con carácter minero medicinal, clasificadas como clorurado sódicas, sulfatado cálcicas, bromuradas, con iones de magnesio, hierro, silicio y rubidio, radiactivas e hipertermales. La temperatura a la que emergen de la tierra es de 52,5 °C. Son apreciadas por sus cualidades para tratar problemas óseos y musculares.
4. Termas naturales de Alhama (Granada). En árabe, Alhama significa "aguas calientes" y es que desde la antigüedad sus manantiales han gozado de gran prestigio. Las aguas de sus piscinas se mantienen durante todo el año en 47 grados y están clasificadas como hipertermales, oligometálicas, de mineralización media, sulfatadas, bicarbonatadas, fluoradas, cálcico-magnésicas.
Están recomendadas por sus efectos calmantes, relajantes y revitalizadores. Además, tienen capacidad analgésica, anti-inflamatoria, antialérgica, descontracturante, rehidratante, antitóxica, queratolítica, laxante, antioxidante y sedante, por lo que están recomendadas para diferentes dolencias.
5. Charcas de Lo Pagán (Murcia). Los famosos lodos del Mar Menor son accesibles de forma gratuita y se encuentran en las Salinas, la zona norte de la laguna del Mar Menor. Su acción terapéutica se basa en su alta cantidad en cationes, calcio, magnesio, potasio, cloruro y sulfato. Estos lodos, famosos en toda Europa, se recomiendan para todo tipo de problemas dermatológicos como úlceras, llagas o acné así como para dolencias óseas y reumatoides.
6. La Fontcalda (Tarragona). Su nombre se debe a la fuente de agua termal que forma pozas y piscinas naturales al final del río Canaletas, en la localidad catalana de Gandesa. Sus aguas emanan de la tierra a 25 grados y contienen cloruro, carbonato cálcico, sulfato de magnesio y cloruro sódico.
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