Series
Para mí, la obra maestra de fantasía oscura definitiva: está en streaming y merece una nueva vida
Considerada una de las obras más influyentes del anime, esta serie de fantasía oscura destacó por conquistar a millones de espectadores
Conocida internacionalmente como Attack on Titan, Shingeki no Kyogin se ha convertido en una de las series más influyentes de la última década. También es una de las más comentadas. Creada por Hajime Isayama, comenzó como un manga en 2009 y dio el salto al anime en 2013, marcando un punto de inflexión en el género de fantasía oscura. Durante el momento de su emisión, se convirtió en un fenómeno global con múltiples teorías que pretendían desentrañar los que eran sus mayores misterios.
En una realidad rodeada por murallas, donde la humanidad se protege de gigantes hambrientos, Shingeki no Kyojin es una obra maestra del anime que destaca principalmente por una historia que fue capaz de trascender su propio argumento apocalíptico. Ambientada en un mundo en el que los seres humanos están condenados a vivir encerrados tras muros para protegerse de los titanes, la serie fue concebida inicialmente como un relato de supervivencia.
Un grito desesperado por alcanzar la libertad
Conforme avanza la trama, Shingeki no Kyojin se transforma en una compleja reflexión sobre la guerra y la libertad. Muy importante es también el papel que juega la naturaleza humana en sus diferentes capas. Lo que comienza como una lucha desesperada contra monstruos acaba revelándose como un entramado complejo de conflictos políticos, éticos y sociales que se exploran a través de ese trasfondo de fantasía oscura.
Estrenada en 2013, la serie también destacó por instalarse en la cultura popular en tiempo récord. De hecho, su arranque fue un fenómeno visual que acabó siendo considerado el mayor grito de una humanidad acorralada. Es por eso que Shingeki no Kyojin nunca fue vista únicamente como un anime de fantasía. A medida que se sucedieron sus temporadas, la narrativa se volvió un rompecabezas en el que los titanes dejaron de ser el verdadero enemigo.
Asimismo, la verdadera fuerza del anime se encuentra en su manera para cambiar las reglas del juego. Lo que al principio parece una lucha por la supervivencia se transforma en una guerra ideológica, en la que la noción del “bien” se diluye. Lo más interesante es cómo Hajime Isayama presenta interesantes personajes que se encuentran atrapados en un sistema de violencia heredada, incapaces de escapar del ciclo de odio que ellos mismos alimentan.
Es justo en ese punto donde destaca por reconocer algo que se siente profundamente humano. Lo mejor de todo es que Shingeki no Kyojin crece con quien la mira: cambia de significado según la edad. Por eso es relevante el contexto con el que uno la mire. Te puedo confesar que es una contemplación amarga sobre lo que implica ser libre, incluso cuando el precio de esa libertad puede suponer el fin del mundo. No te la pierdas en el catálogo de Crunchyroll y Prime Video.