Actualidad
Y así se ha quedado Roma
En una ciudad en silencio
Todo cambió. Ha bastado una semana para ver una ciudad diferente. Comercios vacíos, calles sin ruidos, plazas, museos, restaurantes y bares sin turistas ni clientes locales.
Las autoridades han pedido que la gente no salga a las calles, ni a los lugares públicos. El hashtag #IoRestoaCasa parece que está concientizando a la población de que esto no es una broma.
Hace una semana en Roma se llevó a cabo la presentación a la prensa de la muestra de las muestras “RAFFAELLO 1520-1483”. Allí estuvimos y así lo contamos. Se habían tomado medidas de precaución suspendiendo el evento de la inauguración de la muestra programado para el lunes 2 de Marzo por la tarde, pero la propagación del virus pudo con este ánimo y lo suspendió. La muestra estuvo abierta sólo unas horas, más tarde anunciaban en la SCUDERIA DEL QUIRINALE que siguiendo las indicaciones del gobierno, la exposición se cerraba.
Caminar por las calles de Roma en medio de la propagación del virus, es una experiencia poco lúdica. Lejos de disfrutar de las calles semi - vacías y de una ciudad sin el ruido de los cláxones de los conductores estresados y casi sin los motorinos adelantando temerariamente a los coches, ver pasar a los autobuses con dos o tres pasajeros o las muy pocas bicicletas y, prácticamente sin el ir y venir, de las lujosas limusinas portadoras de los visitantes oficiales, Roma se ha quedado en silencio. Como deseando escuchar algo que les anuncie que esto será pasajero. No se ven más los saludos efusivos de los pocos italianos que se encuentran por las calles casi vacías.A los hombres les cuesta no darse los dos besos del saludo típico italiano.
De la Vía Veneto, a la Piazza Barberini, recorriendo la Via del Tritone hasta la Fontana de Trevi, atravesando la Via del Corso hasta llegar callejeando al Pantheon de Agripa, hasta el largo Argentina y la Via Vittorio Emanuele hasta la Piazza Venezia, la Via dei Condotti y la del Babuino hasta la Piazza del Popolo, en estos siete kilómetros recorridos en las horas que suelen estar abarrotadas estas zonas, hoy están semidesiertas.
La mayoría de los comercios están abiertos, pero los empleados, aburridos de no recibir a ningún cliente, salen a las aceras a fumar, a llamar por teléfono o simplemente a observar este nuevo panorama. En la barcaza de la Piazza di Spagna, unos pocos turistas han decidido sentarse en el bordillo para comer un trozo de pizza o admirar la belleza de la escalinata que lleva a la Iglesia de Trintà dei Monti, pero pocos son los que pasean en Roma. Y dentro de uno de los hoteles más concurridos en el corazón de la ciudad, en su terraza, todo está preparado como si esperaran a sus clientes habituales, pero pasan lo minutos y confirman que de momento, todo ha cambiado.
En las estaciones de taxis de las plazas del centro de Roma, habitualmente hay que esperar, esta vez los que esperan son ellos. Ver a un taxista abriéndole la puerta a una clienta, nunca ha sido una imagen usual, posiblemente hasta esto ha cambiado en Roma.
Son muchas las restricciones que se han tomado en Italia a causa del Coronavirus y posiblemente quedan otras por venir. Todo es poco para evitar que esto se siga propagando.
Es un momento para replantearse muchas cosas, es un momento para realizar aquello que el ritmo frenético en el que vivimos no concede tregua ni para reflexionar.
Las escuelas están cerradas, los gimnasios también. Los cines, los teatros, los museos...En epidemias pasadas, no se estaba tan comunicado. Es difícil imaginar cómo vivieron en los siglos pasados las llamadas a no salir de casa. Ahora muchos pueden seguir trabajando y seguir comunicados, sin tener que desplazarse.
Una imagen vale más que mil palabras. Así se ha quedado Roma.
Mirad el video….habla por sí solo
Roma, lunes 9 de Marzo de las 10.30 am a las 12. 30 am
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