Servicio postal
Un país anuncia que dejará de repartir cartas por correo: cuando la mensajería digital se impone a la tradicional
Dinamarca ha experimentado durante los últimos años un descenso en la cantidad de correo; facturas y notificaciones bancarias predominan frente a mensajes más convencionales
Llaman al telefonillo de nuestra casa una apacible mañana entre semana. Al otro lado de esa corta pero fructífera conexión está el cartero de toda la vida, esperando entrar en el portal dispuesto a entregar las cartas que lleva consigo a sus legítimos dueños. Esta imagen, aun todavía con vida, ha ido difuminándose con el paso de los años, notablemente debido al auge de las nuevas tecnologías.
De acuerdo a un estudio aproximado realizado por la empresa de software francesa Mindbaz, más de 4.480 millones de personas en todo el mundo usan habitualmente un correo electrónico para comunicarse. Para hacernos una idea de la magnitud del fenómeno, la consultora IDC estimó que en 2005 solo había 1.200 millones de usuarios; la cifra ha estado a punto de cuadruplicarse en tan solo dos décadas.
En pleno 2025, la disminución en el reparto de correo postal se ha convertido en noticia debido a la decisión sin precedentes tomada por un país europeo. PostNord, la principal empresa repartidora en Dinamarca, ha anunciado que entregará su última carta este año, para centrarse a partir de 2026 en el reparto de paquetes.
La profesión ha de adaptarse con el tiempo
Herman Moyano lleva siete años trabajando para PostNord. Desde que empezara a repartir correo para los ciudadanos daneses en 2018, el cartero no había podido percibir el verdadero impacto de este fenómeno hasta hace muy poco. "He visto cómo el correo iba disminuyendo gradualmente. Pero eso se ha acelerado en los últimos dos años", recalca Moyano.
Kim Pedersen, jefe de PostNord Dinamarca y superior de Moyano, lamenta que este servicio de más de 400 años de antigüedad vaya a tocar fin. "Reciben una carta al mes de media, no es mucho", señala mientras explica que la frecuencia de este tipo de prácticas ha disminuido en un 90% en los últimos 25 años.
Tras comentar que el auge en el comercio online ha motivado la decisión de centrarse en el reparto de paquetes, Pedersen avisa que Dinamarca solo ha sido la primera pieza de un efecto dominó que amenaza a toda Europa. "Nos enfrentamos a esta evolución natural de una sociedad digitalizada [...] Quizá llevamos cinco o diez años de ventaja a otros países", alerta.
Sin embargo, aunque esta disminución se mantenga como tendencia principal, hay quienes piensan que el carreo postal nunca llegará a desaparecer. Hazel King, editora de la revista Parcel and Postal Technology International, usa los sectores más vulnerables de la población como justificación. "Siempre va a haber una necesidad de proteger cartas médicas y aquellos servicios destinados a las personas mayores, las personas con discapacidad y los habitantes de las zonas rurales", reivindica King.