América

“Fuimos las mujeres afganas quienes perdimos esta guerra”

Meena S. es la heroína afgana, feminista y activista, quien desde su nuevo hogar en Ourense, cuenta su dramática experiencia en Kabul, asegurando que EEUU no perdió esta guerra, sino las mujeres afganas

Estas solo son algunas más de todas las reglas y restricciones que sufrirán las mujeres con la llegada de los talibanes al poder
Estas solo son algunas más de todas las reglas y restricciones que sufrirán las mujeres con la llegada de los talibanes al poderRoman RiosEFE

Desde su nuevo refugio en Ourense, Meena S. y su familia viven sus primeros días de tranquilidad, después de pasar una semana de terror a causa de los recientes atentados en Kabul en manos de los talibanes.

Nació hace 26 años en la provincia de kunar, al este de Afgnistán, ella es una activista y feminista, parte del bajo porcentaje de mujeres que luchan por sus derechos, dentro una sociedad extremadamente conservadora como es Afganistán, por la influencia de la ideología islamista.

“El hecho que haya mujeres como yo que saben y luchan por sus derechos, es uno de los signos de que poco a poco las nuevas generaciones de mujeres estabamos cambiando estas ideologías retrógradas”, pero ahora, “con el regreso de los talibanes hemos dado un paso atrás”, dijo Meena.

Como ella recuerda, antes de la llegada del ejército americano hace 20 años, la situación en Afganistán era imposible, las familias estaban sumidas en la única clase social que existía, la pobreza extrema. Sin acceso a oportunidades y en medio de una guerrilla interna que limitaba aún más sus libertades.

“La presencia del ejército estadounidense significó para muchos un sentimiento de protección en cuanto a nuestra elección de ideas; sin embargo, la violencia nunca cesó y en muchas provincias la pobreza continuó”, asintió, “no recuerdo una sola semana que algún conocido no haya perdido la vida a causa de algún atentado”, agregó.

Kabul, su capital, donde además residen las familias con mayor poder adquisitivo, fue uno de los pocos en acceder a las tendencias modernas, todo lo contrario, en las provincias afganas, donde aún prima el conservadurismo.

Bajo la ideología islamista, las mujeres tienen que comprometerse en los primeros años de su vida, para luego casarse incluso antes de los 16 años de edad. Uno de los factores, es la pobreza de las familias, que incluso obligan a sus menores a casarse a cambio de dinero.

Meena ya ha pasado este rango de edad, aunque su familia ha cuestionado mucho esta decisión, su convicción feminista y su habilidad para los idiomas, le ayudó a encontrar un trabajo como colaboradora en una institución americana, con lo cual no gozó de lujos, pero al menos, no tuvo que depender de un esposo.

“En realidad los americanos no perdieron esta guerra, fuimos nosotras, las mujeres afganas”, recalcó Meena.

Según cuenta la joven, cuando los talibanes llegaron a Kabul hace dos semanas, se formó una estampida de personas quienes corrían a esconderse. Ella y su familia, estuvieron escondidos, ya que los talibanes buscaban a su padre, quien era parte del gobierno de Afganistán. Los días pasaron lentamente, entre el escombro y el sonido de las bombas y balas, los rumores decían que aquellas mujeres solteras, iban a ser forzadas a casarse con los soldados talibanes.

“Tenía miedo por mi familia, pero tenía más miedo por mí, porque no quería que me entregaran a un talibán”, recordó. “Fue una sensación terrible y el peor recuerdo de mi vida”.

El operativo de evacuación no fue sencillo, afganos y colaboradores esperaron por días poner sus nombres en la lista de aviones para ser llevados a los distintos países, mientras los talibanes bombardearon el aeropuerto de Kabul, el cual estaba lleno de mujeres y niños, rogando por un lugar.

Pese a que ella fue colaboradora de un medio americano, eran prioritarios quienes trabajaban con ellos de manera directa. Cuando vio que todas las puertas se cerraron, una amiga británica también defensora de los derechos de la mujer, consiguió ponerla en la lista de España, fue entonces cuando el destino de Meena y su familia cambió el 26 de agosto, cuando lograron subir a uno de los vuelos del operativo español.

Mariano López de Miguel, historiador en la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, destacó la gestión de España en este operativo, que aún con fallos, logró rescatar a alrededor de 2.000 personas; sin embargo, recalcó la responsabilidad social y moral que tienen los gobiernos miembros de la OTAN en rescatar a todos los que quedaron.

Afganistán es un territorio enrevesado hasta hoy, grandes imperios han intentado adueñarse de este sin éxito. En el siglo XIX lo intentó el gran Imperio Británico hasta 1919; la Unión Soviética en 1979 (10 años), tras este largo periodo, la última invasión la hizo Estados Unidos y la OTAN en 2001, el cual terminó con la retirada de sus tropas hace una semana.

López, puso en relevancia el regreso del reglamento talibán, de los 48 edictos que impusieron (en el periodo de 1996 - 2001) cuando entraron por primera vez en Kabul, han recuperado 29 de ellos, principalmente los que tocan temas de la mujer y los derechos a su educación, que aunque han dicho que ellas podrán estudiar, esto deja aún muchas dudas.

Asimismo, el coste social de que ningún país que haya admitido el gobierno talibán podría suponer sanciones económicas como las que ya hubo en el quinquenio que gobernaron, asimismo, la persecución a colaboradores que no han podido ser evacuados, la ejecución a homosexuales y las leyes draconianas a grupos minoritarios.