Política

Juan Marín: «No voy a pasar de Despeñaperros para arriba, estoy muy bien en Andalucía»

El vicepresidente de la Junta reconoce que la sentencia de los ERE ha sido “contundente” no sólo por las condenas, sino por la confirmación de que “no eran hechos aislados”

Aprendió de su padre a no empeñar en vano su palabra. Juan Marín entró en política casi por casualidad, «por una huelga de basura» en su pueblo, Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, y dice no tenerle apego al sillón. Quiere comprarse «una furgoneta y un perro» con los que volver a disfrutar de la vida a su ritmo.

¿Esperaba la sentencia de los ERE que ha sido?

Ha sido más contundente, no sólo por las condenas, sino por la parte que confirma que no eran hechos aislados. Hoy podemos decir, sin ningún género de duda, que había una trama organizada para distribuir recursos que eran para ayudar a las personas en situación de desempleo y en cambio ayudó a tejer una red clientelar. Esa parte sí me ha sorprendido un poco. Me siento satisfecho de que este asunto haya quedado sentenciado. El PSOE de Andalucía durante una década, con los ex presidentes Chaves y Griñán, llevó a cabo una serie de actuaciones completamente ilícitas de forma organizada. Esto es lo que algunos grupos hemos denunciado durante mucho tiempo y ahora se ha confirmado.

¿Cree que si se hubiera conocido antes del 10-N hubieran cambiado los resultados electorales?

No lo sé, probablemente sí. Pero no soy de los que cree que una sentencia se retrasa porque haya unas elecciones. Era un asunto muy complejo y difícil. Han sido casi 9 años de instrucción y juicio y de lo que se trataba es de que se finalizara con al menos esta pieza, porque aún quedan 164. Por eso cuando dice Juan Cornejo, el secretario de Organización del PSOE-A, que esto es un tema del pasado, le digo que es de pasado, presente y futuro. A los andaluces les va a doler mucho que además de haber defraudado más de 670 millones, de momento, de haber tejido esa red clientelar, encima haya que pagar con su dinero la defensa jurídica a estos ex altos cargos. Y va a ser muy difícil recuperar los fondos defraudados.

Según la última cifra oficial, se han recobrado sólo 6,7 millones, ¿no?

Sí, es el dato que tenemos. El hecho de que la Junta se retirara como acusación de la pieza separada de Chaves y Griñán, por decisión de Susana Díaz, les ha beneficiado en que no tuvieran que depositar fianza y nos ha impedido reclamar por vía penal, con lo cual parece que la única posibilidad que tenemos es la civil. Es decir, hay que iniciar un nuevo procedimiento para reclamar uno por uno a todos los beneficiarios de los ERE, o a quienes cometieran algún tipo de irregularidad, la devolución del dinero. Han defraudado, han montado una trama, están sentenciados, van a ir la cárcel muchos de ellos, pero es posible que el dinero se pierda y encima les pagamos la defensa jurídica. Es indignante y vergonzoso.

¿Susana Díaz debería irse?

Creo, sin acritud, que tiene que dimitir de sus cargos. Fue presidenta en el momento en el que se retira de la causa la Junta, pidió el archivo de esa pieza, puso la mano en el fuego por Chaves, Griñán y seis ex consejeros que han sido condenados por corrupción política; estaba en los consejos de gobierno de Griñán como consejera de Presidencia; ha sido secretaria general de los socialistas andaluces y, en muchas ocasiones, ha pedido dimisiones por mucho menos; así es que se tendría que plantear marcharse a su casa.

¿Se arrepiente de su pacto con ella, mirando atrás?

No. No pacté con ella, lo hice con los andaluces. Cuando me votaron el 22 de marzo de 2015, había prometido que íbamos a eliminar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, a comenzar a regenerar la vida pública, que no iba a haber ningún imputado sentando más en el Gobierno ni en el Parlamento… Me comprometí a hacer reformas que se hicieron hasta que Díaz dijo que no el último año porque veía lo que se le venía encima. No estaba dispuesta a eliminar los aforamientos, poner en marcha una oficina contra el fraude y una ley de protección de testigos, a que los partidos fueran responsables civiles subsidiarios de los casos de sus cargos electos, a nada que tuviera que ver con regenerar la vida pública. Adelantó las elecciones y no ha dado una explicación. Hoy la estoy dando yo: lo hizo por todo esto. En aquellos años empezó el cambio en Andalucía y Cs fue el muro de contención a la corrupción. Lo refrendaron los ciudadanos el 2 de diciembre de 2018. Ahora espero que asuma su responsabilidad. Si decide continuar, como ha dicho, tendrá que entender que será la portavoz de un partido condenado por corrupción política en el que ha ocupado cargos durante años.

El PSOE actual ya no es el de los ERE, según aseguran.

¿Y cuál es? ¿El que dice que tiene pesadillas con Iglesias –Pablo, líder de Podemos– pero en 48 horas firma con él un acuerdo, el que no aclara si habrá indultos para los políticos presos por haber cometido delitos al querer romper este país en Cataluña, el que mira para otro lado cuando hay un problema de corrupción en su partido? Sánchez tendría que decir qué piensa, si va a mantener o no la estructura en Andalucía que lo ha llevado a esta situación. Si te presentas a las elecciones con un ‘con éste no voy ni a misa de 12’ y al día siguiente estás confesándote con él, tienes difícil que confíen en ti.

¿Se podría repetir hoy un caso similar?

Es muy difícil, entre otras cosas porque hay un Gobierno que cuando un interventor hace un informe contrario a cualquier iniciativa o cuestión que se plantea, lo respetamos y eso es fundamental. Se estaba haciendo lo que a cada uno le venía en gana. Según la sentencia, se desoyeron las instrucciones del interventor general que hizo muchos reparos de ilegalidad, por eso él ha sido absuelto y los que quisieron seguir adelante con esa trama en el Gobierno de la Junta hoy van a la cárcel.

Y además, ¿se ha puesto en marcha alguna medida concreta para evitarlo?

La ley de protección de testigos cuyo anteproyecto ya se aprobó y la oficina que le mencioné. Esto será un freno definitivo, mientras tanto hay que fiscalizar, ser vigilantes y tener en cuenta los informes de la Cámara de Cuentas, los letrados e interventores. Además con Cs se ha creado una consejería que no existía en ningún Gobierno de España, la de Regeneración, donde hemos impulsado medidas de control como las auditorías de los entes instrumentales o el buscador en el que con un clic se puede ver toda la oferta pública de empleo para que ya no tengas que conocer a alguien de dentro para enterarte de que hay una posibilidad de trabajar.

Soltamos los ERE y cogemos la Faffe, ¿qué opina de que Chaves y ex consejeros se marcharan de la comisión de investigación sin responder o que Montero no fuera?

Es una reacción habitual del PSOE, le tiene alergia a las comisiones de investigación y por algo será. Si a mí me piden mañana que vaya a una no me lo tomaré como un insulto, sino como una responsabilidad de un cargo público que está obligado a dar explicaciones y más en el Parlamento, que es la sede soberana de los andaluces. Si se me pide mi comparecencia, siempre que haya algo de fondo, un contenido, iré encantado. Si tengo algo que decir lo haré y, si no, pues nada. Pero el PSOE-A le tiene fobia a la foto entrando a una comisión de investigación. Recuerdo haberle preguntado a Carnero –Javier, ex consejero de Empleo– si había más de una tarjeta, quién las había autorizado y usado y para qué y me dijo: «Señor Marín no lo sé». No digo que sea el culpable, pero si en alguna de las cinco áreas de las que soy consejero surge cualquier asunto, al minuto le estoy pidiendo explicaciones al secretario general o al viceconsejero y al otro quiero un informe por escrito. Y si tengo que salir a explicar lo que ha sucedido, lo hago. Eso debería ser la normalidad en política, pero hemos vivido la Gürtel del PP, el «caso Bárcenas», los ERE, la Faffe, los cursos de formación...

Por todo que me ha dicho, entiendo que descarta que Cs acabe apoyando o permitiendo un Gobierno de Sánchez.

Sánchez no quiere hablar ni con PP ni con Cs, ni con el centro ni con la derecha constitucionalista porque lo único que busca es ser presidente del Gobierno y le da exactamente igual el precio. Si tuviera que pactar con 20 partidos distintos por serlo, lo haría. Hay que hablar de que el poder judicial de este país deje de estar controlado por el Gobierno porque afirmó, y se tuvo que desdecir, que decidía por los fiscales; o de la ley de financiación de las comunidades que permita que todos los españoles tengamos derecho a una sanidad, a una educación y a políticas sociales en igualdad, no como ahora. Tiene que montar un puzle en el que no le va a encajar casi ninguna pieza. Cuando Navarra, Cataluña o País Vasco sigan con el ‘qué hay de lo mío a cambio de este sillón’ no habrá unanimidad para reformar la ley y comunidades como Andalucía saldrán perjudicadas. Si se sienta con Casado –el popular Pablo–, consigue la abstención del PP y se requiere la de Cs estamos dispuestos a arrimar el hombro. Pero para hacer reformas, no para darle a Torra o a Iglesias un ministerio que le permita hacer lo que le dé la gana en Cataluña o el País Vasco. Aunque es imposible porque hay tantas cosas de las que Sánchez no quiere hablar…

¿Qué hará la Junta para combatir ese perjuicio financiero a Andalucía?

Reclamar esa financiación extraordinaria. Hablar de igualdad es que el voto de todos los españoles valga lo mismo, que con una tarjeta sanitaria te pueda atender un médico en Valencia o Sevilla. Y eso no es centralizar. Defiendo el Estado de las autonomías y las competencias que tendemos delegadas las comunidades.

En eso no coincide con Vox.

En eso ni en muchísimas cosas. En material fiscal, en cambio, sí coincidimos a la hora de bajar la presión. Pero volviendo a lo que decía, ese sistema tiene que tener unas garantías y existe una conferencia de presidentes autonómicos que no debe ser para hacerse una foto cuando se convoca, sino para hablar de esos problemas.

¿Debería tener una periodicidad fija?

Debería, pero no se cumpliría. La democracia es que haya pocas leyes, claras, transparentes y que se cumplan, que los poderes judiciales tengan las herramientas necesarias para poder aplicarlas y que las comunidades y los ayuntamientos reciban la financiación adecuada para poder tener ciudades habitables en las que sus ciudadanos tengan oportunidades. ¡No va a haber una España vaciada si se le da todo a los mismos!

El goteo de salidas de cargos de la Junta no cesa…

Y no va a parar porque para hacer un relevo e incorporar a gente nueva había que finalizar primero unas tareas, unos expedientes, una etapa. Y, por otro lado, ha habido personas que no han respondido a las expectativas que se habían depositado en ellas y cuando un jugador no cumple su función dentro del equipo, el entrenador lo cambia. Algunos lo ven como una noticia, yo no. Si tengo un director o secretario general, un jefe de servicio o un viceconsejero que viene desarrollando un trabajo y no estoy satisfecho porque no cumple los objetivos, le doy las gracias por los servicios prestados y nombro a otro.

Suena a la empresa privada...

Soy empresario y aquí gestionamos dinero público. No nos podemos permitir el lujo de cometer errores y seguir haciéndolo sin hacer nada porque alguien sea más o menos de tu cuerda política, o amigo. Esto se va a seguir produciendo y si es noticia, le adelanto que va a haber muchas, al menos mientras Cs esté en el Gobierno.

Arrimadas ya ha dicho que está dispuesta a liderar el partido, ¿descarta ser su mano derecha nacional?

¿Yo? No paso de Despeñaperros para arriba, estoy muy bien en Andalucía y no voy a salir de aquí. No soy Díaz, quien aseguró que para ella Andalucía era lo primero, pero intentó ser secretaria general de los socialistas para ser candidata a la Presidencia del Gobierno.

¿Y si Arrimadas se lo pide?

Espero que no… Estoy para ayudarla en todo lo que necesite, pero tengo muy claro cuál es mi trabajo. Me comprometí con Albert Rivera a poner en marcha un proyecto en Andalucía y consolidarlo y creo que lo hemos hecho. Cuando termine mi etapa aquí me voy a Sanlúcar no a Madrid, ni de senador ni de diputado ni de nada de eso.

Fernando Páramo y José Manuel Villegas han anunciado su salida, ¿desbandada?

Tiene que haber una renovación. Son personas que han sido muy importantes estos años, pero les entiendo. Cuando Albert nos dijo que dimitía, me derrumbé. Podía intuirlo, pero hubiera preferido que no lo hiciera. Asumió la responsabilidad del resultado en un gesto humilde y generoso que dignifica la política, aunque no era sólo suya, sino de todos.