Andalucía
García: una delegada del Gobierno «en tierra de nadie y de todos»
Su desembarco «se ha vendido como un acuerdo entre Díaz y Sánchez», pero su nombramiento cogió por «sorpresa» a afines del presidente. Éste habría apostado por no «sacudir» aún el «avispero andaluz»
La nueva delegada del Gobierno estatal en Andalucía, Sandra García, ha tomado esta semana posesión del cargo y es consciente de que su llegada ha provocado movimientos internos reactivos, en una formación inmersa en los últimos tiempos en una atmósfera con más recelos que oxígeno. De momento, ya ha marcado la diferencia con quienes han sido sus antecesores en el puesto con Pedro Sánchez al frente de un Gobierno central: Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Lucrecio Fernández. García «está integrada», según ha podido saber LA RAZÓN, en la reunión de coordinación que se realiza los lunes en San Vicente, calle de Sevilla en la que se encuentra la sede regional del PSOE, junto a la líder del partido, Susana Díaz, ahora de baja tras su maternidad; el secretario de Organización, Juan Cornejo; y miembros del Grupo Parlamentario Socialista, entre otros.
En un tiempo en el que se degluten ideas y se mueven políticos con ligereza, varias fuentes apuntan a este periódico que la delegada «está en una situación complicada, en tierra de nadie y de todos». Su desembarco en la sede de la Delegación «se ha vendido como un acuerdo entre Díaz y Sánchez», explican. La primera «le ha transmitido que ha sido puesta gracias a ella», pero lo cierto es que «la nombra el Ejecutivo» que encabeza el segundo, «ante el que debe responder».
A sectores «sanchistas», de hecho, «les cogió por sorpresa» la elección de la granadina que ha provocado «enfados» entre los que «querían que en la Delegación hubiera habido cierta continuidad con lo que se estaba haciendo». Hay quien apostaba porque Fernández siguiera en el cargo, pero éste acabó cesado, tras un intento de aprovechar su visita a la pasada Feria Internacional de Turismo en Madrid (Fitur) para «reunirse con una serie de políticos afines y a Gómez de Celis y crear un bloque de presión contra Díaz», de acuerdo a lo desvelado por otras fuentes.
En la trastienda de todo late la convicción de que «la actual ‘sintonía’ entre Sánchez y Díaz está limitada en el tiempo» y que en el PSOE-A existen movimientos subterráneos de cara a la sucesión de la actual secretaria general del partido y ex presidenta de la Junta. Pero Sánchez «no quiere sacudir aún el avispero de Andalucía» y ha estado dispuesto a «sacrificar» una Delegación del Gobierno en aras del consenso con los «susanistas», aunque con el as en la manga de que su máximo representante no es inamovible. En Ferraz «no se ha dado aún la salida para la carrera» de ver quién sucede a Díaz a las riendas de la federación más numerosa del PSOE, porque lo prioritario es «sacar adelante los primeros Presupuestos Generales del Estado del Gobierno de España de coalición». En ese contexto, García «tendrá que jugar muy bien sus cartas, si quiere quedarse», anotan desde el partido. Y no será fácil el juego de equilibrios. Lo que es evidente es que con su designación desde Madrid se ha hecho un guiño a Granada, la segunda provincia con más militantes socialistas de toda Andalucía, pero que siempre ha tenido un perfil bajo y no muchos reconocimientos en lo que a nombramientos se refiere. También que en lo que aunará a unos y a otros, a aliados de Díaz y a los de Sánchez, es en la confrontación con el Gobierno autonómico de PP y Cs. Es más, al estrenar el cargo ya mostró su «estupor» por que algunas comunidades «privilegien» con sus normas el acceso a servicios concertados, en alusión al Decreto de escolarización aprobado por el Ejecutivo regional. Ése es, sin duda, un punto de encuentro.
Más datos
∇ Sandra García defendió en su toma de posesión que el Ejecutivo de Pedro Sánchez tiene un proyecto de país para España en el que Andalucía «está llamada a desempeñar» un «papel central» para, entre otras cuestiones, «mejorar» el modelo territorial y actualizar los sistemas de financiación autonómica y local.
Δ Ya ayer, calificó de «balón de oxígeno» para los agricultores andaluces la reducción de 35 a 20 los jornales en el campo para poder acceder al subsidio agrario por desempleo y renta agraria.
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