Festivales

El Festival de Málaga se celebrará del 21 al 30 agosto

El certamen contará con la mayoría de las cintas seleccionadas para marzo

Imagen de archivo de uno de los escenarios del Festival de Cine de Málaga 2019
Imagen de archivo de uno de los escenarios del Festival de Cine de Málaga 2019larazon

El consejo de administración de Festival de Málaga, reunido este viernes por videoconferencia, ha aprobado por unanimidad el plan director de la 23 edición, que prevé su celebración del 21 al 30 de agosto, tras el aplazamiento del certamen en marzo debido a al coronavirus.

Este documento, que recoge la hoja de ruta del Festival en sus nuevas fechas y adaptado a las condiciones de seguridad e higiénicosanitarias que sean de aplicación, se someterá a conocimiento y valoración de las autoridades sanitarias.

Según ha explicado el director de Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar, al consejo, desde el aplazamiento de la 23 edición el pasado 10 de marzo y a solo tres días de su inauguración, la organización no ha dejado de trabajar en la búsqueda de nuevas fechas y nuevo modelo para llevar a cabo el certamen, adaptado a las circunstancias provocadas por la crisis del coronavirus.

El Festival sitúa finalmente estas fechas del 21 al 30 agosto, una vez que la Feria de Málaga ha sido suspendida.

Una ampliación de las fechas inicialmente previstas que el propio consejo de administración ha considerado necesaria para dar cabida a la programación del Festival en sus distintos espacios, limitados en su uso por los periodos necesarios para la realización de los indicados procesos higiénico-sanitarios.

Contará para ello con la mayoría de las cintas seleccionadas para marzo. La boda de Rosa, de Iciar Bollain, que concursa en la sección oficial, será la película inaugural.

El plan director constituye la hoja de ruta actual del Festival y se complementa con un plan de producción técnico, documento en el que trabajan todos los departamentos del Festival para llevar a cabo la 23 edición en condiciones óptimas y en un modelo adaptado a las circunstancias y la normativa.

El objetivo es hacer un festival amable y seguro en el que primará el cine (exhibición) sobre el evento social, con supresión de encuentros colectivos, actos lúdicos y cualquier otra actividad que suponga aglomeración de público.

Se adapta así el “modelo” a las circunstancias convirtiéndolo en “formato”.

En esas fechas se prevé que las salas de exhibición estarán abiertas con restricciones de aforo y aplicando importantes medidas higiénico-sanitarias. El Festival seguirá ese formato, convirtiendo los teatros en cines y aplicando las mismas medidas que se impongan a estas.

Entre las numerosas medidas que prevé el Festival en cuanto a sus contenidos y seguridad: habrá una reducción de número de espacios donde se desarrolla el festival y sobre la reprogramación de contenidos, estarán centrados prioritariamente en las películas incluidas en las distintas secciones oficiales a competición, que se proyectarán en espacios cerrados en los que es más fácil controlar el respeto a las medidas de seguridad.

Se anulan encuentros colectivos, actos lúdicos y toda actividad susceptible de aglomeración de público y se sustituye la tradicional alfombra roja con público a las puertas del Teatro Cervantes por un gran photocall para medios de comunicación en un espacio que reúna las condiciones adecuadas para la seguridad y el correcto desempeño de los profesionales.

Habrá emisión en directo de presentaciones y programación específica en grandes pantallas situadas en espacios de referencia de la ciudad y proyección al aire libre de una parte de la programación, siguiendo el modelo de ‘Cine abierto’, con pantallas gigantes en grandes espacios.

Además se potenciará la comunicación telemática con público y prensa, eliminando folletos informativos y programas de mano; eliminando el soporte físico y papel, tanto en material para prensa, acreditaciones y entradas, además de fomentar la venta digital de entradas.