Partidos Políticos
José Fiscal: «Quien quiera airear los asuntos internos del PSOE-A sabe que le hace un favor al PP»
El portavoz parlamentario socialista defiende que el partido liderado por Díaz realiza "una oposición rentable, dura pero rigurosa". Cree que el Gobierno andaluz ha confrontado con el de Sánchez durante la pandemia de forma "miserable" y afirma que el Ejecutivo regional "está en crisis"
Es consciente de que en política no hay garantías. José Fiscal (Huelva, 1968) formaba parte del último Ejecutivo andaluz del PSOE. El poder puede ser tan pegajoso como la sangre, pero ya sabe que, si se pierde, hay que avanzar.
–En los últimos días ha habido un rebrote de críticas internas contra Susana Díaz, ¿cómo de roto está el PSOE-A?
–Está trabajando con un doble objetivo: fortalecer el Gobierno de Pedro Sánchez, que ha adoptado medidas históricas de carácter social durante la pandemia que están dando resultados, como tengo la certeza de que la inmensa mayoría de la ciudadanía reconoce ya. Medidas para los autónomos, los ERTE, el Ingreso Mínimo Vital... Nuestra labor es reforzar esa realidad que se está construyendo en Madrid. Y luego, hacer una oposición lo más rigurosa posible para librar a los andaluces de un Gobierno tan dañino como el que soportan. Durante toda la pandemia Moreno Bonilla –Juanma, el presidente de la Junta– se ha dedicado a confrontar, a criticar de una manera absolutamente desleal a Sánchez y, una vez que ha tenido el mando único, no ha adoptado ni una sola medida real para ayudar a paliar la crisis económica consecuencia de la sanitaria. Andalucía es la región con mayor número de rebrotes. Es decir, se llevaron pidiendo el mando único toda la crisis, y cuando lo tienen no hacen nada. Eso es lo que ocupa al PSOE y nada más. Éste es un partido vivo, siempre lo ha sido y la gente se expresa y punto.
–Entiendo que no es de los que cree que el proyecto de Díaz está agotado, ¿o sí?
–Claro que no. El PSOE-A liderado por Susana Díaz está haciendo una oposición rentable, dura pero rigurosa. Hemos ido al Tribunal Constitucional en contra del «decretazo» que modifica 21 leyes y seis decretos-leyes, hemos dicho ‘hasta aquí hemos llegado’ en cuanto a que Moreno se ría de los andaluces poniendo de presidente de la comisión de reconstrucción a la extrema derecha que votó en contra de su constitución, estamos llevando a los plenos del Parlamento asuntos que verdaderamente preocupan en la calle como la educación y la sanidad. Todos los sindicatos critican de manera enérgica al Gobierno de Moreno porque está erosionando esos dos pilares del Estado del bienestar, como corresponde a la derecha dura. Quien quiera airear los asuntos internos del partido sabe que le está haciendo un favor al PP y a Moreno y que está perjudicando al conjunto del PSOE, por tanto, que cada cual asuma su responsabilidad.
–Moreno les ofreció reuniones semanales con los consejeros de Salud y Educación, ¿en qué ha quedado?
–Era una pose. Durante la crisis sanitaria el presidente llamó una sola vez a la líder de la oposición y no fue para nada que tuviera que ver con la pandemia.
–¿Para qué la llamó?
–Le pidió que no interpusiéramos el recurso de inconstitucionalidad contra el «decretazo» que desmonta con nocturnidad y alevosía la estructura normativa garantista de la Junta de la que entre todos nos dotamos. Una sola llamada en más de tres meses, por tanto, era farfolla. Un presidente con un mínimo de rigor hubiera reunido a los líderes de todos los partidos de manera habitual para informarles. Se ha llevado toda la pandemia confrontando con el Gobierno de España de una manera desleal y miserable. Sistemáticamente después de las reuniones telemáticas con Sánchez comparecía para criticarlo y luego mandaba a sus consejeros a recalcar. Ha habido una deslealtad por parte de la Junta impropia. Nosotros hemos apoyado la mayor parte de las medidas que tenían que ver con la pandemia, no el «decretazo» que se metió aprovechando la Covid. Hemos tenido una actitud constructiva y cuando ha llegado el momento hemos pedido responsabilidades y puesto sobre la mesa el desbarajuste enorme de la gestión de Moreno en sanidad, educación y las residencias de mayores. Ahora hemos pedido que comparezca a diario el consejero de Salud –Jesús Aguirre–para explicar qué pasa con los rebrotes y se esconden.
–Se han reunido con sindicatos sanitarios tras lo vivido, ¿qué les han trasladado?
–Una mezcla de desesperación, enfado y desconcierto. Un año y medio después de la llegada de la derecha al poder están decepcionados con la gestión de la sanidad pública. Lo advertimos desde el primer momento, la derecha no cree en ella. El consejero decía que una sanidad pública universal y gratuita era una utopía. Ya me contarás qué confianza puede generar su gestión. La sensación que tienen los trabajadores sociosanitarios de la región es de maltrato por parte de este Gobierno y lo compartimos. Pese a la previsión, que ojalá no sea así, de una situación que podría ser de nuevo difícil, Andalucía será la comunidad donde más camas se cierren este verano, 1.800, según Satse.
–Han exigido la contratación de 30.000 docentes para la vuelta a las aulas, más de los que se presentaron a las últimas oposiciones...
–Ante una situación excepcional, medidas excepcionales. Se trata de voluntad política, de invertir 1.500 millones para garantizar la seguridad de los miles de alumnos que entre todas las etapas de la educación tienen que volver a clase. Lo que no se puede es actuar como si no hubiera pasado nada, que es lo que hace Imbroda –Javier, titular de Educación–. Según los expertos, tiene que haber una ratio que permita una separación y en torno a 25 alumnos por clase en Primaria y a 20 en Secundaria. Hay que hacer un esfuerzo, pero la apuesta de este Gobierno es otra. La derecha allí donde gobierna beneficia a la sanidad y a la educación concertada y privada, en detrimento de la pública. Aquí está pasando cuando sería más importante que nunca fortalecerlas.
–Hace falta dinero. ¿Cree ajustado el reparto de fondos que el Gobierno central ha hecho entre las comunidades? La Junta reclama más de 1.500 millones.
–Siempre estaremos del lado de que Andalucía tenga la máxima financiación posible y hemos repetido hasta la saciedad que está mal financiada, pero lo que no puede ser es pedir y pedir, cuando el Gobierno de España es el único que está aportando cantidades excepcionales a todas las comunidades. ¿Cuánto ha costado la gestión a la Junta del coronavirus estos meses? No lo sabemos, no acaban de enseñar con detalle las cuentas, que lo hagan. Mucho nos tememos que no lo quieren hacer para que no se vea que el esfuerzo ha sido bastante inferior a lo que dicen y a lo que merecía la situación.
–¿Habrá crisis de gobierno?
–Lo que no se puede negar es que éste es un Gobierno que tiene una debilidad de inicio: quien tiene la sartén por el mango es un partido que no forma parte de él. Aquí no se hace nada que Vox no consienta y eso significa que cuando Abascal –Santiago, líder nacional de Vox– tose en Madrid, este Gobierno coge una pulmonía o una neumonía. Y, por otro lado, parece que el vicepresidente –Juan Marín– va por libre muchas veces, dice cosas que las desmienten a las horas o al día siguiente, otras veces él desmiente a otros... Lo cierto es que en unos momentos en los que hubiera hecho falta un Gobierno sólido y fuerte, ha demostrado las carencias enormes que tiene, su debilidad. Este Ejecutivo está en crisis y se pusieron de los nervios cuando Vox no quiso que hubiera Pleno para aprobar dos decretos, uno de ellos el del plan AIRE, o HUMO como lo llamamos, dotado con 100 millones menos que los planes de empleo socialistas, cuando el paro está subiendo de forma exponencial. Ahora han dicho que sí a celebrar el Pleno, a saber qué le habrán concedido. Y otro hito fue la comisión de reconstrucción, como decía antes. Vox votó que no a su constitución y le dieron la Presidencia con tal de que Adelante y PSOE no tuviéramos mayoría. Con ruedas de molino no comulgamos.
–En la comisión de reconstrucción de la asamblea de Madrid Vox le ha dado la Presidencia al PSOE... ¿Aquí no hay vuelta atrás?
-Mientras Vox la presida, no vamos a estar. No puedes darle la comisión a un partido que votó que no, que afirmó que no se sentaba con los dueños de la empresa de derribos de España, en referencia a nosotros, y que tachó al Gobierno de España de criminal. Aceptamos que la ultraderecha tiene representación en el Parlamento, pero de ahí a presidir una comisión de reconstrucción... Si el PP y su portavoz no supieron manejar la situación es su problema, pero no el de los andaluces ni desde luego el nuestro.
–Han perdido otro diputado, ¿debería entregar el acta el juez Francisco Serrano?
–Debería irse del Parlamento, teniendo en cuenta que es una persona que se ha llevado fustigando a otros muchísimo tiempo. Se ha erigido en paradigma de la pulcritud y a las primeras de cambio se ve envuelto en un asunto tan turbio como la percepción de una subvención millonaria e investigado por los tribunales. No tiene ninguna legitimidad para permanecer en la Cámara ante un asunto de tanta gravedad. Y esa persona es la que puso a Moreno de presidente de la Junta, que está callado cobardamente. En otros tiempos se exigía a los socialistas absolutamente todo, ahora no se abre la boca. ¿No tiene nada que decir el señor Moreno de este asunto teniendo en cuenta que fue Serrano quien lo puso de presidente gracias a la aritmética parlamentaria? Es una pregunta para Moreno a ver qué contesta. No lo hará como no responde a nada que sea medianamente conflictivo o incómodo para él.
–Fue consejero de Medio Ambiente, ¿es cierto que la Junta avaló con nueve informes el hotel de la Bahía de los Genoveses en Almería?
–Han dado varias cifras, nueve, siete, tres... Requería una autorización ambiental y se pidieron informes para emitirla. Pero han engañado a la gente. No enseñan los informes, que les hemos pedido, y no dicen que todos tenían la coletilla final de que había que garantizar la integridad ambiental de la zona, eso lo ocultan. ¿Por qué? El proyecto que presumiblemente aprobarán es un escándalo internacional porque hablamos de una zona muy sensible y un ejemplo, frente a lo que no debió ser el desarrollismo de los 90 con el Algarrobico. Se sitúa en zona C1 con una protección muy elevada, el parque dice que colisiona y es un suelo considerado de carácter agropecuario. Son tan burdos que han dicho de todo, lo último que no consta que allí se quiera hacer un hotel. ¿Cómo se puede mentir así, cuando es evidente que lo que se propone es un hotel de cuatro estrellas? Todo se reduce a que el eslogan de la «revolución verde» era un camelo, no se lo cree nadie con un mínimo conocimiento ambiental. No te importa el medio ambiente si metes la ley de cambio climático en un cajón y apruebas un “decretazo” que desmonta de un plumazo la de gestión integral de la calidad ambiental, ejemplo en toda Europa, que me encontré, que no es mérito mío, por si pudiera parecerlo. No puedes proponer cambiar el urbanismo de Andalucía en una parte agilizando los trámites, en la que estamos de acuerdo y dejamos redactado un anteproyecto normativo en el que aparecía; y en otra mucho más importante volviendo a la ley del suelo de Aznar de los años 90, a favorecer la especulación y la construcción salvaje. Alguien que auspicia ese tipo de política es lo que sea, excepto una persona preocupada por el medio ambiente. Lo que pasa es que Bonilla vive de la propaganda. Alguien le dijo en su día que lo verde vendía y se apuntó.
–¿Qué piensa de lo que está ocurriendo a la izquierda del PSOE con Adelante Andalucía?
-Soy completamente respetuoso con los demás partidos. Hay otros que se meten en los asuntos internos del PSOE, lo han hecho toda la vida, pero nosotros somos respetuosos y lo único que puedo desear es que los asuntos que puedan tener los resuelvan de la mejor manera posible para entre todos trabajar para lograr un Gobierno distinto en Andalucía que no pase por la derecha.
–¿Considera que será posible en el futuro abrir un diálogo encaminado a gobernar en coalición, si se plantea ese escenario?
–Lo mantenemos prácticamente con todo el arco parlamentario excepto con Vox, con la ultraderecha. Es verdad que el PSOE y Unidas Podemos, que es la base de Adelante, están gobernando en Madrid y cuantos más puntos de encuentro haya, mejor, como con otros partidos.
–Como periodista, ¿qué le parecen las críticas de Podemos y la afirmación de Iglesias de que hay que «naturalizar» el insulto?
–Nunca utilizo el insulto, hay que encajar las críticas y nada más. El periodismo es imprescindible en una democracia y lo deseable es que haya un respeto máximo en doble dirección. A eso es a lo que hay que tender.
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