Moreno garantiza en el ecuador de la legislatura que la agotará y que el cambio “no tiene vuelta atrás”

Ser otros para ser mejores, ése era el objetivo. Hoy, cuando se cumplen dos años de las elecciones que permitieron desalojar del poder al PSOE-A tras más de tres décadas aupado sobre él en la comunidad, el presidente de la Junta, el popular Juanma Moreno, ha aseverado que «ya nadie duda de que Andalucía tiene estabilidad» ni de que van «a agotar la legislatura». «Son de cuatro años y se hacen para cuatro años. Ésta es la forma de gobernar que tiene nuestro proyecto político y que tiene el PP, cumplir lo acordado», ha defendido en una reunión con el Grupo Parlamentario Popular que se ha celebrado en un restaurante de Sevilla y en la que ha participado el presidente del PP, Pablo Casado. Moreno ha recordado que tuvieron «la fortuna» de que, gracias a lo votado en las urnas a finales de 2018, «se pudiera concentrar por primera vez una mayoría no de izquierdas» en la región, lo que dio lugar «al primer Gobierno centrista de la historia de Andalucía», según sus palabras. Un Ejecutivo «reformista», «liberal», «moderado», «inclusivo», que ha impulsado un «cambio tranquilo» y «sereno», pero «sin vuelta atrás» y forjado con «diálogo».

El máximo dirigente del Ejecutivo autonómico ha hecho durante su intervención un repaso por algunos de los hitos alcanzados hasta el actual ecuador de la legislatura, como el haber armado «tres Presupuestos» sociales «en dos años», o el que la región haya pasado de «estar en la cola por la elevada presión fiscal», a colocarse entre las que menos tienen, tras varias rebajas de impuestos. En relación a ese punto, ha reiterado su «no rotundo» a la armonización fiscal «por abajo» que, en su opinión, quiere «imponer» el Ejecutivo central, a instancias de los «independentistas». «Que nos dejen de milongas», ha llegado a decir, para abogar luego por la libertad en la corresponsabilidad fiscal de las comunidades autónomas.

Moreno ha destacado además la simplificación administrativa y la reducción de trabas burocráticas llevadas a cabo, que permitieron que en 2019 aumentara «en un 82%» la inversión extranjera, mientras en el conjunto de España caía «un 74%» en el mismo periodo, un ejercicio en el que la Junta respetó «las tres reglas de gasto» y cerró el año contable con superávit. Luego llegó la pandemia, que «ha puesto patas arriba todo», ha admitido el presidente andaluz, para anotar más tarde que cuando «el temporal pase, y pasará», su Gobierno «está dispuesto a construir la mejor Andalucía posible». Pondrán «todas las máquinas a trabajar», ha garantizado para «hacer de la comunidad el orgullo de España y del mundo». Para, en definitiva, avanzar.

De su lado, Casado ha mantenido que «la Junta de Andalucía es una referencia» de lo que quiere «hacer a nivel nacional cuando llegue al Gobierno de España». «Me gusta cómo se gobierna aquí, para mí es un ejemplo de lo que tenemos que hacer a nivel nacional», ha proclamado.

El líder del PP ha expuesto que en su partido saben que tienen que «gobernar para todos» porque están «en el centro» y «hartos de esta España polarizada». Ha celebrado lo que pasó en la comunidad hace dos años porque «fue histórico para el PP y para los andaluces» y ha incidido en que es lo que se ha de hacer en el país. «Qué es esto de Pablo Iglesias –vicepresidente del Ejecutivo central– de que ustedes no van a llegar al Gobierno nunca, qué se creen, que España es su cortijo, que los españoles no tienen derecho a probar algo que venga mejor a sus vidas que lo que están sufriendo los últimos años de Gobierno de Sánchez –Pedro, el presidente de la Nación–», se ha preguntado. Para responderse que, «claro que sí». «Esto es el ejemplo que distéis en Andalucía hace dos años», ha remarcado.

En su turno de palabra, Casado ha acusado a Sánchez y a su «partido sanchista» de crear «problemas» con ataques a la Monarquía, la Constitución o a la unidad nacional, así como de intentar «atacar la independencia del Poder Judicial» porque «quiere mandar en todos los poderes del Estado» y «no se conforma» sólo con el Ejecutivo y el Legislativo. De otro lado y en un tono muy distinto, ha trasladado a Moreno que está «orgulloso» de lo que «está haciendo» en la región y se ha mostrado convencido de que no ha hecho «más que empezar».