Bono amarga a Abelardo

El Sevilla acelera hacia la Champions mientras que el Alavés, en el debut liguero de Abelardo, se asoma a las plazas de descenso. Un golazo de Suso a la media hora y un penalti parado por Bono a Joselu en el último minuto decantaron un partido igualado, como casi todos los que juega el equipo de Lopetegui, que cayó de lado sevillista, como también sucede demasiado a menudo como pensar que es fruto de la casualidad. Meterle mano a este equipo es harto complicado.

El partido empezó con dos goles, de modo que poco después del minuto diez debía recomenzar por gentileza de unas zagas que blandearon de forma impropia en el arranque. Primero, los centrales locales contemplaron cómo En-Nesyri remataba a placer entre ellos dos un centro de Navas. Enseguida, devolvió el favor Sergi Gómez al dejar botar en el área pequeña un saque de banda que Edgar convertía en el empate con un globito.

La noche volvía a esa calma chicha que tan bien explotan los equipos de Lopetegui, un duermevela del que se despertó abruptamente por obra y gracia de Suso. Era el Alavés, con una entusiasta presión alta ordenada por Abelardo, el que más cerca parecía del gol, pero fue el gaditano quien lo encontró a la media hora en su jugada predilecta, esto es, conducción en diagonal desde la derecha y zurdazo violentísimo a la escuadra. El vuelo meritorio de Pacheco, que rozó el balón con la yema de los dedos, le añadió plasticidad al chicharro.

Tiene su punto débil este Sevilla en la insolvencia para conservar marcadores favorables y por eso se lanzó con todo el conjunto vitoriano, que en el tramo final rozó la igualada con sendos cabezazos de Deyverson y Joselu. En el minuto 90, el delantero gallego tuvo una ocasión inmejorable para empatar con un penalti rigurosísimo por mano de Koundé, pero lanzó atenazado por el miedo y Bono lo blocó hasta con un punto de comodidad.