Entrevista
Rogelio Velasco: «Cuando me nombraron consejero hubo algún caso de ‘mete a mi hijo’, pero no lo metí»
Mantiene la previsión de crecimiento del 7% para la economía andaluza en este 2021 y afirma que el sector público empresarial «va a quedar en la mínima expresión»
Tal vez no encaje en la idea prefabricada de político, pero ya se ajusta al traje de consejero. Con todo, Rogelio Velasco (Sevilla, 1957), titular de la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, no se siente «imprescindible».
¿Es más del Paseo de la Reforma o de la Avenida de los Insurgentes? Como dice que se va a ir...
Ya veremos. No me veo otra legislatura más, pero la vida me ha dado tantas vueltas que ya no me atrevo a verme como estaré dentro de años, vivo al día. Tengo opciones de volver a la universidad, estoy en excedencia de una cátedra en Granada y de profesor en el Instituto de Empresa. Hoy estoy más atado a Sevilla y a Madrid por mi familia. Mi hijo y mis hermanos están aquí, pero me he llevado 30 años viviendo fuera de Sevilla y 20 de Andalucía. Ahora me siento más acogido. No quiero hacer de la política mi profesión, voy a aportar lo que pueda estos cuatro años y vendrá otro mejor a hacerlo mejor.
El Observatorio Económico de Andalucía prevé un crecimiento de la economía regional del 6% este año, ¿lo comparte?
Nuestras previsiones son del 7% y, de momento, no vamos a moverlas. Son modelos matemáticos a los que se alimenta con los nuevos datos y te dan otra previsión. Si se ve el comportamiento del PIB y del empleo es como un diente de sierra: el segundo trimestre de 2020 fue un hundimiento, en el tercero hubo un pico espectacular de más del 20% y diciembre fue prácticamente plano. En estas circunstancias hacer previsiones es extraordinariamente difícil. Si la pandemia no está bien controlada, la economía seguirá funcionando entre el 80 y el 90% de sus posibilidades potenciales. No podemos esperar el máximo crecimiento porque está lastrada por las restricciones a la movilidad, la gente tiene miedo de viajar, hay cadenas de valor en el sector industrial que se han roto, cuellos de botella en la actividad productiva... No estará al 100% hasta que las limitaciones sean mínimas, las empresas puedan llevar a cabo una actividad normal y las familias recuperen la confianza en el futuro a medio plazo. La gente está muerta de miedo y ahorra.
¿El alrededor del millón de parados es una cadena perpetua?
Los problemas de desempleo son estructurales y se necesitan medidas en los sectores reales de la economía para que vaya reduciéndose. Además, la actual normativa estatal que regula el mercado de trabajo tampoco propicia que los empleos sean permanentes: o eres fijo con unas condiciones que si a la empresa le va mal le cuesta mucho dinero echarte, o la otra alternativa son contratos basura de un día, una semana o un mes que después desaparecen. Hay que llegar a una convergencia. Bruselas está exigiendo una reforma del funcionamiento del mercado de trabajo para que la parte estructural de desempleo se reduzca. Y hay otros dos retos importantes que cumplir, el respeto al medio ambiente y la digitalización, que no es sólo que la red móvil sea 5G y la fija ultra rápida de fibra óptica. En España esa infraestructura es la tercera mejor del mundo, tras Japón y Corea, tenemos más kilómetros de fibra óptica que Alemania, Francia, Reino Unido e Italia juntos.
Entonces, como diría Vargas Llosa, ¿en qué momento se jodió el Perú? Si estamos tan adelantados, ¿por qué tenemos unos datos tan malos?
Se tarda tiempo en que la estructura productiva cambie, pero esas redes permiten a las empresas un aumento de la facturación muy grande porque con el comercio electrónico, por ejemplo, puedes pedir comida a domicilio y en una hora la tienes en casa. Pero tiene que haber un emprendedor que se dé cuenta de que esa tecnología abre nuevas posibilidades de negocio para lanzar un producto o para que, lo que vende en el barrio de San Bernardo, lo haga para toda España o el mundo. La tecnología facilita la expansión, la creación de nuevos negocios o el mejor aprovechamiento de los existentes, pero necesitamos más empresas y más empresarios que la usen.
El 60% de los autónomos andaluces se han adherido a las ayudas del Gobierno, es decir, el tejido productivo es débil ante una crisis como la actual.
Es débil, sin embargo, el número de autónomos ha crecido, también en la crisis, hasta ser la segunda comunidad con más, después de Cataluña. Muchos de los que los han echado han montado su propia empresa, haciendo lo que hacían, pero ahora por cuenta propia, de eso hay muchísimos casos.
¿Qué piensa de la propuesta que ha puesto sobre la mesa Íñigo Errejón de reducir la jornada laboral a cuatro días?
Se ha propuesto en muchos países y se ha aplicado en algunos como los escandinavos. Se puede reducir la jornada laboral, pero aumentando la productividad y que los salarios se encuentren al final en una situación en la que se adapten a que el sueldo semanal sea algo menor, pero como la empresa va a ser más productiva, puede aumentar la retribución del salario/hora. Así el trabajador podría quedarse aproximadamente con el mismo salario/hora y la empresa no sufrir mayores costes salariales. Esa combinación es posible y se ganaría en calidad de vida.
Con la vista puesta en las Navidades y sus efectos, de salvar la Semana Santa ni hablamos, ¿no?
Los expertos en epidemiología dicen que con la masificación en las calles es imposible. La memoria que tenemos es corta, se nos olvida que el año pasado fue un horror, con el confinamiento, no podíamos salir, excepto para ir a la farmacia y al supermercado. Este año, con que me dejen salir a la calle y que me pueda tomar una caña en un bar sentado en una terraza a las dos de la tarde, ésa será mi felicidad en Semana Santa. Y si me dejan ir a la playa, le pongo un piso al presidente de la Junta en agradecimiento y a Jesús Aguirre.
¿Prefiere la playa a los nazarenos?
Sí, siempre he trabajado los primeros días de Semana Santa y después el contacto con la naturaleza, ir a la playa. Pero, ahora en serio, los expertos dicen que, dada la situación, no es realista, no vamos a tener Semana Santa y ya está.
Es uno de los hombres fuertes del Gobierno andaluz, ¿alguien le ha pedido que le «enchufe»? Y, si es así, ¿qué contestó?
En la Junta hay dos hombres fuentes, Juanma Moreno, el presidente, y Juan Marín, el vicepresidente; los demás somos consejeros que tenemos que trabajar y hacerlo lo mejor posible para cumplir el programa electoral con el que nos presentamos a las elecciones y el acuerdo de gobierno que firmamos PP y Cs. A eso me atengo. No soy hombre fuerte ni débil. Respecto a lo otro, cuando me nombraron hace dos años consejero, recibí un montón de currículums, pero es lógico, la gente sabe que se está formando un Gobierno y consiguen tu correo electrónico. En algunos casos eran amistades antiguas, en otros amigos de amigos. Se ofrecieron para tal puesto o el otro. Agradecí que me enviaran tantos currículums porque llevaba 30 años fuera de Sevilla y necesitaba muchos profesionales de nivel para ocupar los altos cargos y no sabía a quién acudir. De Madrid no te puedes traer a nadie por los sueldos. De «méteme a mi niño», hubo algún caso suelto, pero no lo he metido. Hay oposiciones para presentarse. Podía haber nombrado a dedo a directores generales de empresas, pero organicé concursos abiertos, en IDEA, Sandetel...
¿En qué otras consejerías se ha realizado un proceso similar?
No lo sé. Cuando hay un nombramiento a aprobar en el Consejo de Gobierno, los consejeros tenemos que explicar el currículum de esas personas. No me he puesto a indagar quiénes eran, no es mi tarea. La música que me llegaba era de profesionales muy buenos. Estoy seguro de que, si no lo han seguido al cien por cien, en un porcentaje muy elevado el resto de miembros del Consejo de Gobierno han elegido para sus consejerías a gente de un nivel de formación alto.
¿Y que le pareció que la consejera Rocío Ruiz dijera que quería fichar a militantes de Ciudadanos para las delegaciones?
Cada uno es dueño de sus palabras. Creo que tenemos que prestarle el mejor servicio a los ciudadanos. Seamos lógicos, tiene que haber un cierto alineamiento ideológico con las personas que vayas contratar porque, si no, va a haber un choque tarde o temprano por puntos de vista distintos acerca de cuestiones fundamentales de la consejería. Dicho eso, elige a los mejores que aporten algo a la sociedad.
Tras presentar Andalucía Trade han aflorado críticas por la no eliminación de chiringuitos de la Junta, ¿han desilusionado ahí a parte de su electorado?
Una de las primeras cosas que hizo IDEA por orden mía fue quitarse de en medio a todos los altos cargos políticos que estaban allí nombrados a dedo. Su estructura directiva se redujo un 50%, que se nos olvida. Lleva un año largo dar los pasos administrativos y legales requeridos para hacer desaparecer esas empresas por el derecho administrativo, por la maraña de normas que hay en el Estado, es una pesadilla liquidarlas. Pero se va a hacer y con la creación de Andalucía Trade se acelerará. Es un compromiso adquirido y se va a llevar a cabo.
Pero, ¿tiene idea ya de cuáles de esos entes desaparecerán?
Soprea está en proceso de liquidación, es el caso más importante. Y se van a fusionar algunas que no tienen actividad como Invercaria, porque tienen inversiones del pasado en empresas y, si se suprimen, quién va a recibir los dividendos. Hay que unificar esos cobros en una empresa que sobreviva con un carácter meramente instrumental. Todo el sector público empresarial de la Junta va a quedar en la mínima expresión.
¿Por qué no se termina de poner en marcha el Corredor Mediterráneo?
Desde que estamos en el Gobierno le hemos insistido al Ejecutivo central en que es prioritario, clave, estratégico para la economía andaluza que el tren de Algeciras-Bobadilla sobre todo para mercancías se acabe y, a partir de ahí, conectar con la rama central y del este de España. Uno de los proyectos que van por nuestra para el «Next Generation» -fondo europeo-, es justamente acabar ese ferrocarril. Eso sería muy importante para darle un impulso extra a toda el área de la Bahía de Algeciras y al puerto, de manera que se propicie un mayor asentamiento de empresas ahí y, en general, se permita un mayor volumen de actividad y de reducción de costes de transporte, que es el motivo fundamental por el cual lo piden las empresas. Ahora se realiza en camiones y resulta muy costoso, frente a un transporte a gran escala en ferrocarril. Esperemos que por fin se le pueda dar inicio, una vez que los fondos «Next Generation» estén ya repartidos.
Ha anunciado que van a fusionar grados y másteres universitarios. Eso va a levantar polvareda…
Lo haremos de acuerdo con los rectores, con los que el director general de Universidades está en contacto permanente. Pensamos que puede estar acabado en el segundo trimestre de este año, pero no van a ser medidas unilaterales tomadas por la Junta en ningún caso, los rectores están de acuerdo con que hagamos el trabajo. Es una cuestión de lógica, un máster no puede tener cinco alumnos porque eso tiene un coste elevadísimo. Hay que establecer un mínimo de alumnos por cada uno para que tenga una medio viabilidad. Y hay repeticiones de grados en las universidades y algunos también con muy pocos alumnos. No se trata tanto de suprimir como de fusionar para aprovechar economías de escala, ésa será la filosofía y los rectores en su conjunto están de acuerdo con ese enfoque.
El resultado de Cs en Cataluña se va a mirar con lupa...
En Cataluña confluyen cosas que no son relevantes para el resto de España. Yo soy simpatizante y estoy seguro de que será un elemento de reflexión importante, pero lo que vaya a hacer Cs como partido tras las elecciones de hoy no lo sé.
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