Entrevista
Marifrán Carazo: «El presidente es claro en público y en privado. La prioridad en Andalucía es vacunar, no elecciones»
La consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio defiende que «en los 10.500 kilómetros de carreteras autonómicas, el Gobierno andaluz no va a aprobar ningún peaje» y que «la Lista ofrecerá el diseño de nuevas ciudades con otras capacidades y un desarrollo sostenible»
Decía Felipe González que a Fraga le cabía «el Estado en la cabeza». Marifrán Carazo tiene el mapa de proyectos y carreteras de Andalucía en la mente. Al trajín de la gestión diaria se une una comunión «in extremis», vestigio de la ansiada vuelta a la normalidad a pesar del coronavirus.
¿Qué le parecen los peajes?
No es momento de plantear cargar con una nueva tasa a los andaluces. Es momento para facilitar las ayudas directas, como está haciendo la Junta y rebajando los impuestos. Respecto a las carreteras de competencia autonómica, 10.500 kms., casi como el Estado en la comunidad, con vías como la A-92 o la Jerez-Los Barrios, decimos rotundamente que el Gobierno andaluz no va a aprobar ningún peaje. En las de competencias del Estado, mostramos nuestro rechazo absoluto. No es momento.
¿Qué balance hace tras dos años de Gobierno?
Encontré un socavón importante de reclamaciones y proyectos pendientes. El Gobierno anterior emprendió un camino durante la anterior crisis de paralizar todos los proyectos que estaban contratados en muchos casos y este nuevo Gobierno ha tenido que pagar las consecuencias de esa decisión política. En un momento de crisis social y económica, este Gobierno no ha parado ningún proyecto. Primero, por las futuras reclamaciones y para la reactivación, con la licitación pública. En Andalucía la construcción está ayudando a la reactivación. El Presupuesto de 2021 aumenta un 3,4% pese a las circunstancias. Andalucía tiene que asumir y atraer inversiones desde lo privado.
¿La Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio (Lista) va en esa línea? ¿Es al Gobierno de Moreno lo que fue la ley del suelo al del Ejecutivo de Aznar?
Es otro momento. Era necesaria, había un gran consenso social respecto a una ley antigua, obsoleta, que no recogía las necesidades respecto a la ordenación del territorio desde hace muchos años. La actual LOUA es de 2012, y ha sufrido once modificaciones. La ley que regula la ordenación del territorio es del 94. Hacía falta un nuevo texto adaptado a la nueva realidad con unos objetivos claros: reducir normas, simplificar, aclarar, facilitar una aplicación sencilla. Hasta 235 textos legales para cualquier proyecto se necesitaban hasta ahora. Se trata de simplificar, aclarar, pero dando seguridad jurídica y velando por la aplicación de la norma. En Andalucía se ha mirado hacia otro lado con el cumplimiento de la ley anterior. Fortalecemos la inspección urbanística, proponemos un nuevo cuerpo de subinspectores de urbanismo y clarificamos las competencias de la Junta y de los ayuntamientos.
¿En la actual situación de pandemia, cómo se encuadra el cambio de normativa?
Esta ley ahora viene como agua de mayo. Es una pata fundamental para ayudarnos a la reactivación y la creación de empleo. ¿Cuántos proyectos se quedaron en los cajones en momentos anteriores porque los municipios no contaban con planeamientos? Más de 300 planes generales anulados por sentencia. Andalucía no puede desaprovechar ni un solo proyecto sostenible. Andalucía tiene que salir de esta crisis y tiene que ser faro de la recuperación del país, de una forma vertebrada.
¿Cómo se traduce eso en el día a día de los municipios?
Es un traje a medida para cada ayuntamiento. La ley anterior exigía a todos por igual. Y los pequeños ayuntamientos no cuentan con los mismos recursos. No podemos hablar de despoblación si no contamos con los pequeños, que vertebrando la comunidad nos tienen que ayudar a la salida de la crisis. No es lo mismo un pueblo rural, del litoral o interior. Queremos un camino que sea mucho más rápido. De ocho a diez años era la media para un plan general.
En cuanto a infraestructuras, da la impresión de que hay dos Andalucías. ¿Urge una mayor vertebración de la zona oriental: Granada, Jaén, Almería?
Soy consciente de ese quejido y también he levantado la voz como granadina. Es un quejido que viene de una reclamación histórica. Tenemos la oportunidad de favorecer las inversiones para equilibrar el desarrollo de Andalucía. Esto supone buscar aquellas inversiones que deben ser productivas. Estamos asumiendo infraestructuras históricas que se quedaron en los cajones y diseñando una nueva Andalucía. La Lista nos va a ofrecer el diseño de nuevas ciudades con otras capacidades y otro desarrollo sostenible. Las infraestructuras ayudan a vertebrar pero también a favorecer actividades que necesitan su impulso. Me refiero a la conexión de áreas logísticas. El objetivo de la Junta es posicionar a Andalucía como la gran plataforma en el sur de Europa. Vamos a dar comienzo al Puerto Seco de Antequera, en el corazón de Andalucía. Estamos actuando en San Roque, vinculado al Puerto de Algeciras. También los puertos pequeños, con esos puertos-ciudad y ahí necesitamos también las infraestructuras viarias y sobre todo ferroviarias. Necesitan el impulso inversor de los corredores Mediterráneo y Atlántico central. En Andalucía confluyen ambos, en Algeciras. Son fundamentales para sacar las mercancías y favorecer el sector agroindustrial. Europa apuesta por el ferrocarril como sistema limpio que saca coches y camiones de las carreteras. Es momento para apostar, revisar el mapa en su conjunto, favorecer la mejora y culminar con los Next Generation el Corredor Mediterráneo pero comenzando desde el sur. Desde Algeciras, continuando por Pulpí, llegando a Almería. Ahí tenemos una oportunidad muy importante para vertebrar.
¿Con la Lista se evitarán nuevos “Algarrobicos”?
Es algo que nos avergüenza a todos. Lo visualizamos como lo que no se debió hacer, en una zona de especial protección, como nuestra Doñana de la Andalucía occidental. Debemos aprender de los errores, del mirar para otro lado, ayuntamiento y Junta. Esta ley es restrictiva, no va a favorecer proyectos como esos. Mantiene una protección que tiene que continuar de otras leyes sectoriales. Y desde la Junta vamos a velar por su cumplimiento. Hemos madurado. Los proyectos deben ser sostenibles.
Comparaba el Cabo de Gata con Doñana, ¿qué va a pasar con la autovía Cádiz-Huelva?
Es un proyecto polémico. Entiendo que se podría haber encontrado una solución si se quiere, porque son las dos únicas provincias que carecen de conexión directa viaria. Pero es verdad que tenemos Doñana, que es nuestra joya de la corona. Siempre que se ha presentado esta infraestructura ha sido con todo el cuidado y protección a Doñana, que está por encima de todo. No obstante, me he encontrado con otros proyectos prioritarios que también eran históricos con consenso social y que medioambientalmente eran más fáciles de conseguir su aprobación. Un proyecto de esas características necesita el máximo acuerdo y consenso.
Proyectos históricos tiene todos los que quiera. ¿Cómo van?
En muy poco tiempo hemos dado pasos firmes. Hemos retomado la autovía del Almazora, que es de las inversiones productivas para la salida del mármol; la culminación de la autovía del Olivar, en Jaén y en paralelo la licitación del proyecto del tramo Martos-Alcaudete. En Córdoba, también la Autovía del Olivar a su paso por Cabra. En Málaga, la autovía Málaga-Campillos-Ronda, que carecía de ningún papel. Hay que invertir en la redacción de proyectos. Respecto a los metros, Sevilla venía reclamando su red una década después. Agarramos el toro por los cuernos y decidimos invertir en los proyectos. Encontramos proyectos constructivos de hace una década, caducados y por los que pagamos 17 millones. La casa por los cimientos: licitamos el tramo constructivo del tramo norte, han terminado las catas, el proyecto continúa respetando el trazado anterior. El tramo sur está a punto de adjudicarse. En este caso hemos querido adaptarlo a Palmas Altas porque hay otras necesidades. No sé qué decisión va a tomar el Gobierno. La Junta ha remitido como estratégica la ampliación del metro para optar a los Next Generation. Voy a pedir una cita con el ministro para despejar las dudas sobre la financiación. El metro debe ser unos de los proyectos principales de Sevilla para el Gobierno, una vez que ha abandonado los túneles de la SE-40: la infraestructura principal de su competencia para la provincia de Sevilla y para Andalucía porque conecta Sevilla, Cádiz y Huelva. Se ha remitido también la ampliación del metro de Málaga y de Granada. Incluso estamos dando prioridad a proyectos del Estado, por su importancia, como la combinación de los corredores a su paso por nuestra comunidad, con especial interés en la línea ferroviaria Bobadilla-Algeciras.
¿Le dará el Gobierno un empujón al alcalde de Sevilla con la financiación, ahora que es candidato a liderar el PSOE-A?
Con el Ayuntamiento hemos trabajado, este es un Gobierno de diálogo. Sevilla cuenta con un buen proyecto de ampliación. Nos encontramos proyectos obsoletos, tirando ese dinero a la basura. Una década después, este Gobierno tuvo que pagar la reclamación más importante junto al caso Nevada, de 166 millones por el sobrecoste del metro de Sevilla por sentencia firme después de que el Gobierno anterior renunciase a negociar con las empresas cualquier alternativa. Podríamos haber dado comienzo a la ampliación. El metro de Sevilla, por la ineficacia, por la falta de control, nos ha costado un sobrecoste del 100% del proyecto. Ahora estamos poniendo todos los controles en cada proyecto, desde la pequeña carretera, para evitar sobrecostes y velar por el dinero público y que los recursos vayan a inversión y no a reclamaciones. En el primer año se ha pagado más de 1.000 millones en reclamaciones.
¿Cómo paliarán el déficit en la conservación de carreteras, con el 40% en mal estado?
No se invirtió lo suficiente en conservación. La principal preocupación es conservar nuestro patrimonio: 10.500 kilómetros, casi igual que las de competencia del Estado. Conservar es garantizar la seguridad vial y salva vidas. De 2008 a 2018 el PSOE redujo a la mitad el presupuesto de conservación de carreteras. Incluso nos dejó caducados los contratos de conservación. Mi objetivo es llegar a lo que se invirtió hace una década, tras incrementar año a año el presupuesto.
Ceacop se quejó de que son diez años sin invertir en vivienda.
Hemos retomado la promoción de viviendas a precio asequible, sobre todo para jóvenes, en venta o alquiler. En primer lugar, con el programa de fomento del alquiler. En segundo, con formas de colaboración privada, a través de AVRA con la fórmula de permuta de suelo. La tercera pata: favoreciendo la reducción de impuestos. Reclamo al Gobierno de España que haga lo mismo, como lo ha hecho la Junta.
¿La estocada de la Covid al transporte público cómo ha sido de honda?
Ha sido un año muy complicado por las restricciones de movilidad. Se ha hecho un enorme esfuerzo. Vamos recuperando usuarios. Si seguimos mejorando el transporte público en seguridad, prestaciones, con más puntualidad, vamos a recuperar a los usuarios. Los metros están al 56% del 2019, el año precovid.
¿Cómo atajó la guerra del taxi y las VTC?
Se venía de no haber hecho caso a ninguno muchos años, especialmente al taxi. Encontré un sector abandonado, que venía reclamando adaptarse a la nueva realidad, ayudas para poder competir y prestar mejor servicio. Tuvieron sólo una reunión en cinco años. Agarramos el toro por los cuernos y trabajamos en el decreto que regula el taxi para añadir medidas que se venían reclamando, como el taxi compartido, la digitalización, mejoras en los vehículos. Espero que el nuevo reglamento les ayude en estos momentos complicados.
¿Cumplirá con todos estos proyectos o iremos a elecciones anticipadas?
La pregunta del millón. El presidente ha sido claro en público y en privado, el conjunto del Gobierno somos consciente de la responsabilidad, son muchos proyectos. La prioridad es Andalucía y los andaluces, la asistencia sanitaria, vacunar, vacunar y vacunar y la reactivación económica, no elecciones.
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