Economía
La Junta blinda el gasto social y fía la inversión a los fondos europeos
El Presupuesto récord, con 45.603 millones, prevé 68.000 empleos y bajar un punto la tasa de paro
El primero de los cuatro presupuestos de la legislatura de la mayoría absoluta ya está en el Parlamento de Andalucía tras su aprobación ayer por parte del Consejo de Gobierno. El 22 de diciembre, en el último Pleno del año, quedará aprobado con los votos del Partido Popular –es improbable que ningún grupo político al margen del que sustenta el Gobierno vote a favor–y el 1 de enero de 2023 estará en vigor.
Se trata del Presupuesto más alto de la historia de Andalucía, con 45.603 millones de euros. El último que se aprobó, el de 2021 y que tuvo que ser prorrogado este año, disponía de 5.199,6 millones menos. Por tanto, hay más dinero disponible y eso se traduce en las mayores inversiones en políticas sociales.
Así, el presupuesto de 2023 para sanidad aumenta un 10,8% respecto al prorrogado de 2021, hasta alcanzar los 13.837,5 millones de euros, que equivale al 7,4% del PIB andaluz.
En el caso de Educación el aumento es de 1.126,7 millones de euros (un 15,3%) con respecto a 2022, hasta los 8.524,3 millones. Por su parte, la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía (Assda) dispondrá en 2023 de 1.760,1 millones, un 12,2% más respecto al presupuesto prorrogado de 2021.
Esos tres pilares de las políticas sociales cuentan con la mayor inversión de la historia autonómica gracias, fundamentalmente, a que la inversión y las políticas de impulso de la actividad económica se cubren con la llegada de los fondos europeos.
Por tanto, el denominado «gasto social» en su conjunto –sanidad, educación, dependencia y servicios sociales, política de vivienda, políticas de empleo y cultura– supera los 27.700 millones de euros, que representan el 60,7% del Presupuesto. Por poner estas cifras en contexto, el último Presupuesto que aprobó el Gobierno socialista andaluz, el de 2018 –con la actual ministra de Hacienda al frente del mismo– fue de 34.759 millones de euros, es decir, 10.844 millones menos que para 2023.
Una de las claves para esta evolución en apenas 5 años son los fondos europeos. Existe el convencimiento en el seno del Gobierno andaluz de que si estos fondos llegan tal y como están previstos y se aprovechan bien, Andalucía sufrirá una transformación en positivo que le permitirá reducir la brecha que aún existe con el resto de España.
El reflejo de estos fondos europeos en el Presupuesto de 2023 es el siguiente: se incluyen unos ingresos de 4.921,5 millones en recursos procedentes de la Unión Europea, a los que hay que sumar 567,9 millones de cofinanciación con recursos propios.
En total son 5.489,4 millones de euros de fondos europeos aunque no todos son de los denominados de recuperación que se aprobaron tras la pandemia de Covid19. De hecho, la mayor partida, 2.430,9 millones son del marco europeo 2014-20 y 695,3 millones del nuevo marco europeo 2021-27. Del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia se incluyen 1.269,7 (51,9 millones de ellos corresponden a cofinanciación) y 1.093,5 millones del «React EU». Es decir, ,que de los denominados fondos «Next Generation» hay 2.363,2 millones previstos.
Esta cantidad global es la que sustenta el incremento de la inversión, clave para el desarrollo económico y la creación de empleo. De nuevo, conviene contextualizar esta cifra porque las inversiones nunca habían superado los 4.000 millones. En concreto, en 2018 se presupuestaron 3.700 millones y en 2021, 3.989. Este año, con un presupuesto prorrogado y un periodo electoral, la cifra se desplomó por debajo de los 3.000 millones (2.988,55).
Esta importante cantidad de dinero se destinará a proyectos vinculados a agricultura (15,9%), dinamización económica e industrial (12,8%), educación (12,8%), sanidad (12%), infraestructuras de transporte (10,5%) e I+D+i y Digitalización (10,5%), principalmente, pero también a otros relacionados con desarrollo sostenible (5,7%), empleo y emprendimiento (4,4%), agua (4,3%), y políticas sociales (3,8%).
Por su parte, las políticas de apoyo al tejido productivo, crecen en 1.552,9 millones y superan los 6.000 millones, mientras que las partidas destinadas a I+D+i crecen en 418 millones de euros más y rozan los 900 millones. Para industria se destinan 361 millones más con respecto a 2021.
Hasta ahí las principales magnitudes del Presupuesto andaluz, que a diferencia del nacional tiene sus fuentes de ingresos bastante cerradas ya que las comunidades autónomas tienen sus fuentes de financiación muy consolidadas y no dependen tanto de los ingresos propios.
En todo caso, la evolución de la economía internacional es clave. El crecimiento de la economía andaluza en 2023 estaría sustentado por la aportación positiva de la demanda interna, ya que el sector exterior tendría una contribución negativa, tal y como se especifica en el informe económico y financiero que acompaña a las cuentas aprobadas.
También se apunta que, «a diferencia de la demanda interna, en 2023 el sector exterior pasaría a contribuir negativamente en el crecimiento regional, consecuencia de un avance de las importaciones de bienes y servicios por encima del esperado para las exportaciones».
En el caso de la oferta, la previsión para 2023 es que «todos los sectores contribuyan positivamente al crecimiento de la economía andaluza, con una mayor intensidad en el avance de los sectores de la construcción y la agricultura, si bien este último con la incertidumbre que genera la situación meteorológica».
En este contexto, Andalucía seguiría creando empleo pero mucho menos que en 2022. En concreto, el aumento de la población ocupada sería del 2,1%, 1,1 puntos inferior al previsto para 2022, que fue del 3,2%. Esto se traduciría en la creación de unos 68.300 empleos, lo que dejaría la población ocupada en torno a 3.320.200 personas. Esta leve mejoría del empleo y siempre que la «incertidumbre» económica lo permita, solo reduciría un punto porcentual la tasa de paro, es decir, se quedaría por debajo del 19%.
Esa «incertidumbre» no es responsabilidad exclusiva de las administraciones públicas, aunque sí hay un aspecto en el que todas deben poner de su parte, tal y como aparece reflejado en el mencionado informe económico y financiero. En el mismo se hace especial hincapié en que en este contexto volátil debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia; el incremento de las materias primas y de los precios; y la subida de los tipos de interés, es imprescindible atajar «las incertidumbres derivadas del ritmo en la asignación y ejecución de los fondos Next Generation EU, y sus efectos multiplicadores reales en la actividad económica». Del aprovechamiento de esos fondos dependerá, en buena medida, el éxito de este Presupuesto y, a medio plazo, de la legislatura de la mayoría absoluta del PP.
De momento, el Gobierno de Juanma Moreno quiere huir del «rodillo» con el que se asocia a los Ejecutivos que disponen de mayoría absoluta. A lo largo de la presentación de los Presupuestos, tanto la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, como el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul y portavoz de la Junta, Ramón Fernández-Pacheco, aseguraron que durante el trámite parlamentario hasta la definitiva aprobación aceptarán enmiendas de todos los grupos políticos porque el «diálogo» y el «entendimiento» es una de las señas de identidad del Gobierno andaluz.
Eso sí, la única «línea roja» es que no aceptarán subidas de impuestos. El Presupuesto de 2023 incluye más ingresos tributarios –20.864,6 millones de euros–, un 25,8 por ciento más respecto al presente año pese a alcanzar cifras récord en gasto social. Ese modelo, para el PP, es innegociable.
Mayor subida acumulada para los funcionarios que para los altos cargos
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se quejaba a principios de la legislatura que el duro régimen de incompatibilidades y unos sueldos públicos escasamente competitivos alejaban a muchos profesionales de la administración y de su propio Gobierno. Para 2023, la situación no va a variar en exceso. Los altos cargos de la Junta de Andalucía tendrán el primer aumento en tres años, que se quedará en el 3,5 por ciento. La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, apuntaba, además, que a esos salarios «no se va a aplicar el 1,5%» de incremento con carácter retroactivo acordado para los funcionarios a nivel estatal en este año 2022. En el caso de los funcionarios públicos, la subida consolidada para los años 2021, 2022 y 2023 «está cerca del 8%». En definitiva, el sueldo del presidente de la Junta en 2023 ascenderá a 71.667,36 euros en cuantía anual, mientras que las retribuciones de los consejeros del Gobierno andaluz y asimilados quedan fijadas en términos anuales en 66.858,96 euros.
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