Turismo
Cádiz busca un nuevo modelo de turismo residencial sostenible
El sector aportó 1.622 millones en Chiclana, pueblo tomado como ejemplo en este análisis
Referente destacado del turismo nacional, Cádiz ha decidido ir un poco más allá a fin de calibrar su verdadero potencial y, en base a ello, proyectar un futuro que garantice una de sus mayores señas de identidad: la sostenibilidad.
La herramienta para dicha calibración, pionera en el sector, ha sido desarrollada por la Universidad de Cádiz y el socio consultor Adeitur por encargo del Patronato Provincial de Turismo, abordando por primera vez el fenómeno del llamado turismo residencial. Dicho de otro modo, las viviendas que, registradas o no, forman parte de la realidad turística. Así, bajo el título, «Análisis del turismo residencial de temporada en la provincia de Cádiz: Estudio de caso, Chiclana de la Frontera», dicha investigación plantea un modelo metodológico enfocado a calcular el impacto socioeconómico del turismo residencial en municipios de la provincia gaditana.
Para ello se ha elegido una de las localidades más potentes turísticamente: Chiclana. «Hemos comenzado a aplicar esta metodología en Chiclana debido a la cantidad de viviendas turísticas con que cuenta. La intención es desarrollarla posteriormente en otros municipios en los que este número de viviendas también sea representativo, caso de Conil, Tarifa, Vejer o Chipiona», señala el vicepresidente primero de la Diputación de Cádiz y responsable del Patronato Provincial de Turismo, José María Román. Eso sí, el presidente del patronato quiso dejar claro que «esta herramienta no se debe tomar como un elemento de persecución».
«Hay que verlo como una invitación» a que esa vivienda residencial no registrada «se incorpore a una red más profesional, que pueda permitirle una mayor rentabilidad a las plazas turísticas que esa persona pueda tener», insiste José María Román.
Explica el vicepresidente primero de la Diputación de Cádiz que «el hecho de que, administrativamente, las viviendas que se dedican al alquiler turístico no estén registradas tiene como problema que a lo mejor no se están gestionando lo profesionalmente que corresponde». Es decir, «la provincia tiene un sello importante de calidad, es muy apreciada y querida y, por tanto, lo que tenemos que es sembrar par ir consolidando el destino».
José María Román detalla que «una oferta que no esté en el marco de lo que la provincia debe conseguir, a lo mejor, no ayuda. Por tanto, el esfuerzo pasa porque incorporen toda la profesionalidad posible. Así podremos hacerlo lo mejor posible y sacar el mejor rendimiento tanto en términos de empleo como de economía. Y todo ello con el gran paraguas de esta provincia, el que nos ha hecho grande, que es la sostenibilidad y, en consecuencia, que no esquilme el futuro».
Entre las conclusiones que arroja el análisis de Adeitur destaca el impacto total –directo, indirecto e inducido– de la actividad turística en Chiclana durante el verano del año 2021, que ascendió hasta los 1.622 millones de euros. En números absolutos, en 2021 Chiclana acogió 2,3 millones de turistas, que generaron un total de 8,6 millones de pernoctaciones.
Otra de las conclusiones que aporta el estudio desarrollado por la Universidad de Cádiz junto con la consultora Adeitur es que en los meses de julio, agosto y septiembre se concentró más del 53% de los turistas que visitan y el 62,5% de pernoctaciones. Sin embargo, si se suma el periodo comprendido entre mayo y octubre, la cifra se elevó hasta el 84% de turistas y el 89% de pernoctaciones, lo que revela que en la provincia de Cádiz la campaña del turismo residencial de temporada se alarga hasta los casi seis meses.
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