
Medioambiente
Un almacén de gas en Doñana con informes de riesgo «obsoletos»
Termina el plazo de alegaciones para un proyecto de hace 15 años y que, según los ecologistas, «no tiene en cuenta la nueva realidad del acuífero». La Junta prepara nuevas recomendaciones

El Parque Natural de Doñana, Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera por la UNESCO, albergará un almacén de gas natural en su subsuelo si el Gobierno de España no da marcha atrás. Ya ha finalizado el periodo de alegaciones para este proyecto, denominado «Sondeo Marismas 3NE», y los ecologistas esperan que sean tenidas en cuenta para evitar que el fondo de inversión Trinity inyecte gas en unos pozos situados a dos kilómetros de la aldea del Rocío (Almonte), por donde pasa el arroyo El Partido.
La plataforma Salvemos Doñana –que aglutina a varias organizaciones ecologistas– ha presentado un total de 15 alegaciones para frenar el sondeo, el único subproyecto que no fue echado atrás de los cuatro que componen «Marismas Occidental» para el almacenamiento gasístico en Doñana, aprobado en 2010 bajo la presidencia del socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
En primer lugar, esgrimen que el proyecto «Marismas Occidental» obtuvo la autorización ambiental hace 15 años y que los informes aportados entonces están «obsoletos». Según explica uno de los portavoces de Salvemos Doñana, Juan Romero, hay que tener en cuenta que la realidad del acuífero ha cambiado. «La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) declaró en 2020 su mal estado cuantitativo, lo que significa que está sobreexplotado, con un descenso de los niveles freáticos de entre 15 y 20 metros. Con las lluvias de este año, los acuíferos se han recargado, por lo que el comportamiento de las aguas subterráneas ha podido variar y sus fluctuaciones pueden tener incidencias a la hora de almacenar gas». «Todo eso hay que evaluarlo», apostilla Romero.
La nueva situación de este espacio protegido debido a la sequía y al cambio climático carece, insiste Salvemos Doñana, de un estudio actualizado para la instalación de este almacén con todas las garantías. «Tanto la metodología de evaluación como el conocimiento científico han cambiado mucho en estos 15 años y se ha originado nueva información hidrogeológica y sísmica que hay que valorar», apunta el portavoz de la plataforma ecologista. En este sentido, recuerda lo sucedido con el proyecto Castor para construir un yacimiento de gas natural en las costas de Tarragona y Castellón. En el BOE de ayer se publicó la orden para el sellado definitivo de los pozos, ya que se ha demostrado que las inyecciones de gas provocaron movimientos sísmicos. «Eso no estaba previsto en los informes, por lo que tememos que pueda pasar lo mismo en Doñana», advierte Juan Romero.
Pero no solo eso. Salvemos Doñana también alerta de que se pueden producir fugas de gas del almacén, que se situaría a 1.000 metros de profundidad, hacia las aguas subterráneas de Doñana y su entorno. Entre las alegaciones presentadas, «se evidencia el perjuicio que se puede ocasionar a las masas de agua subterránea de la Rocina y Almonte», limítrofes en el lugar del sondeo presentado, «con consecuencias económicas y ecológicas irreversibles». «Estas dos masas de agua de las que dependen 3.314 titulares agrícolas fueron declaradas en mal estado cuantitativo y podrían ser contaminadas con esta actuación», apuntan desde la plataforma ecologista.
Ahora esperan que los grupos políticos tengan en cuenta las alegaciones presentadas y piden al Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana que se reúna en pleno extraordinario y emita un pronunciamiento.
Desde la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía aclaran a este diario que están preparando «una serie de recomendaciones o sugerencias al expediente». «Aunque ahora mismo cuenta con autorización ambiental vigente, entendemos que debido al transcurso del tiempo es necesario hacer una serie de recomendaciones o sugerencias para ser tenidas en cuenta por el Ministerio para la Transición Ecológica. Y así se le transmitirá al Ministerio en los próximos días», recalca la Consejería.
Para entender el porqué de un almacén de gas precisamente en Doñana hay que remontarse a los años 80, cuando se evidenció la presencia de importantes yacimientos de gas natural en la zona. En 1997 se construyó el primer pozo en el Saladillo para su extracción y le siguieron en los años posteriores dos más. Además, se perforaron dos pozos más en Marismas 3 y Rincón. Ahí no quedó la cosa y en 2010 se aprobó un gaseoducto de casi 5.000 metros para unir Marismas y Rincón 3 con la línea de Eneagás en Huelva. «Allí llegan los barcos con gas licuado y a través de esta tubería se inyecta en los pozos que se abrieron en su momento en Doñana. El Gobierno quiere aprovechar estas instalaciones pero es descabellado», sostiene Juan Romero.
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