El tablero del orden mundial ha cambiado. El Covid-19 desnudó las carencias del sistema. La soberanía ya no es sólo un tema territorial o armamentístico. La incapacidad para autoabastecerse con elementos básicos –en 2020 fueron mascarillas y respiradores– es un punto de debilidad extremo. Andalucía quiere hacer ver a la UE, ante la escalada bélica actual, que uno de los puntos clave en el campo de batalla está en «la despensa». La comunidad andaluza, por ejemplo, produce el 15% del aceite de oliva del mundo. El Gobierno andaluz señaló su temor al giro estratégico que pueda dar la UE como integrante de la OTAN en su propósito de alcanzar un gasto en Defensa que sea del 5% del PIB de cada Estado miembro en una década y en cómo esa decisión pueda repercutir en la Política Agrícola Común (PAC) a partir de 2028, sobre cuya dotación el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco, defendió que «debe aumentar sí o sí».

Andalucía, siguiendo con el símil, cuenta con un batallón de agricultores y ganaderos: «Es la primera potencia agraria del país y de las más importantes del continente», expuso el consejero de Agricultura de la Junta. El temor que existe en el sector, y que recoge la Administración andaluza, es que, con el nuevo orden mundial, y la obligación de elevar el gasto militar los recortes comiencen con las ayudas al sector primario. La teoría de la manta. La Junta reclama una PAC «fuerte, robusta e independiente de otros fondos». «Nos preocupa que se diluya en fondos únicos nacionales y perder más de 100 millones al año», señaló el titular andaluz de Agricultura. Fernández-Pacheco abundó en que «el Ministerio siempre ha dicho que también aboga por una PAC independiente y con buen presupuesto». Otra cosa es el posterior reparto interno. «En el origen de la PAC, representaba un porcentaje altísimo, casi el 70% del Presupuesto comunitario. Hoy está en torno al 30%», recordó el consejero andaluz, señalando también que actualmente «uno de cada tres perceptores en España es andaluz».

En esta línea de trabajo, la Junta ya ha mantenido «reuniones con las principales regiones agrícolas europeas y entidades». «Nadie nos garantiza que la pérdida paulatina de renta esté asociada también a la disminución de presupuesto de la PAC», indicó Fernández-Pacheco. El silogismo es claro: la PAC «ha caído con presupuesto fijo; sin uno fijo, imagínese...», señaló el titular andaluz del ramo. Así las cosas, «el horizonte a partir del año 28 es muy incierto». Por ello, la Junta aseguró que «peleará porque la seguridad alimentaria sea uno de los objetivos comunitarios y lo hacemos con propuestas».

«Si hablamos de la seguridad de Europa tenemos que hablar de la seguridad militar pero también alimentaria, que los europeos nos podamos alimentar sin depender de terceros países», defiende la Junta. Por ello, el consejero andaluz recordó algo elemental: «Los agricultores no pueden ser agricultores sin vivir de la agricultura». Ahí es donde entra más en juego la PAC, que, para la Junta, «debe contribuir a la generación de riqueza y empleo», con menos burocracia, garantizando la seguridad alimentaria europea. «Tenemos que elevar la renta dentro del sector agrario teniendo en cuenta la inflación de las últimas décadas», pidió Fernández-Pacheco, que solicitó también «tener en cuenta el cambio climático». «Proponemos un modelo de PAC» que ayude a «regiones como Andalucía que van a seguir siendo la despensa de Europa». «Hay que incrementarla no como subsidio sino para que el sector crezca y la gente viva en los pueblos, señaló Fernández-Pacheco, que abogó por el «impulso de la producción ecológica». «El compromiso es llegar al 25%. Andalucía ya supera el 30%. España va a cumplir gracias a Andalucía».

El Consejo de Gobierno tomó conocimiento de la autorización por parte de la Consejería de Agricultura del último pago de las ayudas directas correspondientes a la PAC de la campaña 2024 por 149 millones que beneficiará a 199.780 agricultores y ganaderos andaluces. Con este último pago, el montante final de la PAC 2024 asciende a 1.284.477.893,46 euros.

Por provincias, Jaén es a la que le corresponde un mayor pago (35,8 millones y 75.500 beneficiarios). Le siguen Sevilla (34,8 millones y 25.600 beneficiarios); Córdoba (31,2 millones y 36.700 beneficiarios), Granada (15,5 millones y 28.800 beneficiarios); Cádiz (14,7 millones y 6.700 beneficiarios), Málaga (8,2 millones y 15.900 beneficiarios), Huelva (5,9 millones y 5.780 beneficiarios) y Almería (2,9 millones y 4.800 beneficiarios).

El pago del saldo de las ayudas correspondientes a la PAC representa un respaldo económico fundamental para los agricultores, ya que contribuye a garantizar la viabilidad de sus explotaciones y a afrontar los elevados costes de producción. Este ingreso permite a los productores disponer de liquidez en un momento clave del año, facilitando la planificación de la próxima campaña agrícola, el mantenimiento del empleo en el medio rural y el cumplimiento de los compromisos adquiridos. Además, refuerza la estabilidad del sector agrario andaluz, pilar estratégico de la comunidad.