Cargando...

Cultura

El Bellas Artes de Sevilla muestra las joyas de la Caridad

La pinacoteca exhibe 17 obras de grandes artistas del Barroco como Murillo o Valdés Leal

Cuando en el siglo XVII Miguel de Mañara impulsó la construcción del hospital de la Caridad pensó en los mejores artistas de la época. Su iglesia, dedicada a San Jorge, fue decorada por grandes pintores como Murillo y Valdés Leal y destacados escultores barrocos como Pedro Roldán o Duque Cornejo dieron forma a los retablos. Todo un completo programa iconográfico que ahora puede contemplarse de cerca, apreciándose sus detalles y la calidad de estas obras, en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

La exposición «Arte y Misericordia. La Santa Caridad de Sevilla» reúne, durante 12 meses, un total de 17 obras maestras de estos artistas. Las piezas se exhiben en la principal pinacoteca de la ciudad mientras se ejecutan las obras de rehabilitación del antiguo hospicio, conformando una colección de primer nivel. «Llamada a convertirse en una de las citas más relevantes de la programación cultural, esta muestra permite a los visitantes adentrarse a través del arte en la mentalidad del Barroco, en la que la salvación de las almas solo era posible desde la práctica de la virtud y el ejercicio de la piedad y la generosidad», señaló la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, para quien «resulta difícil no enamorarse del arte barroco cuando se visita esta exposición que convoca obras ejecutadas por maestros como Murillo, Valdés Leal y Roldán en la plenitud de su carrera».

Asimismo, se indaga en el programa iconográfico que Mañara concibió para la iglesia de San Jorge, en la que la integración de arquitectura, escultura y pintura ofrecen «un ejemplo sobresaliente» del acercamiento barroco a la obra de arte total y donde se plantea un ejemplo paradigmático de escenificación pública de la religiosidad, impulsada por el espíritu de la Contrarreforma fijado en el Concilio de Trento.

En concreto, la exposición se estructura en tres ámbitos: la producción de Murillo; la contribución de Valdés Leal, que incluye sus famosas «Postrimerías» y un retrato de Mañara; y, por último, una tercera sección centrada en las diferentes esculturas realizadas para los retablos de la iglesia por Pedro Roldán y Duque Cornejo, entre otros.

Algunas de las joyas son siete Murillos –«La multiplicación de los panes y los peces», «Moisés haciendo brotar el agua de la roca de Horeb», «Santa Isabel de Hungría curando a los tiñosos», «San Juan de Dios transportando a un enfermo», «La Encarnación», «Niño Jesús» y «San Juan Bautista niño»– y tres obras de Valdés Leal, los dos lienzos de las «Postrimerías» («Finis Gloriae Mundi» e «In Ictu Oculi»), así como el retrato de Mañara que fue encargado póstumamente al pintor por los hermanos de la Caridad. Asimismo, también se exhiben siete esculturas pertenecientes a los distintos retablos del templo, entre las que se encuentran la Virgen de la Caridad, talla anónima cuya policromía fue ejecutada por Valdés Leal; los dos ángeles lampararios de Pedro Duque Cornejo; el Ecce Homo de los hermanos Francisco y Miguel García; y el Cristo de la Caridad y las tallas de San Roque y San Jorge de Pedro Roldán.

Mañara ingresó en la hermandad de la Santa Caridad en 1662, llegando a ser hermano mayor al año siguiente y hasta su fallecimiento en 1679. La muerte de su esposa en 1661 le hizo reconsiderar su vida y el futuro de su alma. Sus meditaciones sobre el sentido de la vida, la realidad de la muerte y la práctica de la caridad como camino para la salvación dan lugar a un mensaje que traslada a los hermanos de la institución.