Alimentación

Aceite de oliva, objeto de deseo

Su compra adquiere la categoría de artículo de «lujo» y los supermercados protegen el «oro verde» con dispositivos de seguridad

Envases de aceite de oliva virgen extra en un lineal de supermercado con un dispositivo de seguridad
Envases de aceite de oliva virgen extra en un lineal de supermercado con un dispositivo de seguridadLa Razón

Son las doce del mediodía, la hora de almorzar apremia y María, como tantas otras amas y amos de casa, se sitúa frente al expositor de los aceites de oliva para elegir qué «oro verde» se llevará a casa para elaborar uno de esos guisos reconfortantes y de gran tradición que nos anuncian la llegada del otoño a nuestras cocinas.

Las opciones son muchas, pero todas muy costosas, lo que hace que esta ama de casa gaditana escanee con precisión suiza todas y cada una de las opciones que le propone una de esas grandes cadenas de alimentación. Establecimientos que, casi, monopolizan la venta del elemento más icónico de la rica dieta mediterránea y que, como denunciaba recientemente la OCU, no dudan en inflar los precios.

Como si de elegir una joya se tratase (imagen propia de tiempos de crisis), María, con la compra ya hecha, no escatima tiempo para decantarse por esa botella de aceite que responda a sus necesidades, gustos (casi todos tenemos una marca fetiche) y, sobre todo, a su economía; largamente castigada por una inflación que parece no tener límite y a la que el Banco Europeo responde castigando más y más a los ciudadanos, a los hipotecados... a casi todos con la subida de tipos de interés.

Escenificación de la notable subida de precios del aceite de oliva que, cada vez más habitual («menos mal que el aceite de girasol ha bajado», comenta otra cliente que descarta totalmente el aceite de oliva), se agrava, con detalles que sorprenden e, incluso, dibujan una sonrisa en el consumidor.

Detalles que dan una nueva vuelta de tuerca en lo grave de la situación y que, entre otros, consisten en la protección de las botellas de aceite premium con dispositivos de seguridad sonoros (conocidos como Adjustable Bottle Collar o Steel Greep), al igual que lucen otras «joyas» de estas cadenas de alimentación: vinos de marca, whiskies y ginebras exquisitas, productos cosméticos de alta gama, etc.

Y es que, aunque no de forma alarmante, los hurtos por robo de botellas de aceite de oliva se han incrementado, lo que ha llevado a muchas cadenas de alimentación a protegerse para evitar posibles tentaciones o conductas poco beneficiosas para sus intereses en torno al ‘oro verde’.

[[H2:«No podemos hacer nada»]]

Más sensibles a este tipo de delitos son los olivares y las propias almazaras, que en algunos puntos de España (recientemente en Carcabuey, en Córdoba, y Teba, en Málaga) ya han sido objeto de robos que han alcanzado botines de hasta 50.000 y 60.000 litros (en torno a 500.000 euros). «Estamos ante uno de los productos del campo más cotizados en estos momentos y, por tanto, atractivo para quienes buscan enriquecerse con el trabajo y el esfuerzo de quienes los cultivan», reconoce Antonio Gerena, gerente de la Cooperativa Nuestra Señora de Los Remedios.

«No es un fenómeno nuevo. Los agricultores y, en este caso, los olivareros estamos familiarizados con estos delitos, lo que ocurre es que, como se ha dicho toda la vida, no se le puede poner vallas al campo. Es cierto que esto genera un clima de cierta indefensión, sobre todo en situaciones como las actuales, pero poco más podemos hacer que estar más encima de los cultivos».

Para evitar estos robos, Asaja, al igual que hace todas las campañas, pide una mayor presencia de la Guardia Civil en el campo, ya que su valiosa labor se antoja fundamental para disuadir a posibles ladrones. Cabe recordar que gran parte del terreno dedicado al cultivo de la aceituna en la provincia de Cádiz se sitúa en zona montañosa, lo que, si cabe, dificulta más aún las labores de vigilancia.

Las ventas de aceite de oliva cayeron el 17,31 % en los ocho primeros meses de 2023 en comparación con el mismo periodo de 2022, según la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles. En total salieron al mercado 170,6 millones de litro, de los que 72,84 millones eran virgen extra (lo que supone un descenso del 14,83 %); 54,89 millones, «suave» (-26,57 %); 22,55 millones, «intenso» (-19,53 %); y 20,31 millones, virgen (+12,79 %).