Política regional
Calendario electoral: menos de 300 días para las urnas
PP y PSOE aseguran estar «preparados» para activar el «modo campaña» si es que alguna vez lo desactivaron: Moreno, el «privatizador», vs Montero, la «independentista»
Junio de 2026. Si Juanma Moreno apura la legislatura, como no se cansa de repetir, ya quedarían menos de 300 días para que los andaluces acudan a las urnas. El Partido Popular y el PSOE aseguran estar ya «preparados» para ese momento. La tensión va a crecer por momentos y, una vez más, el foco nacional centrará el debate, con la posibilidad, siempre latente, de que genere un adelanto.
El PP-A parece asentado en el poder, pero reeditar una mayoría absoluta nunca es sencillo. La sanidad, la dependencia y el repetido discurso de la izquierda sobre la privatización de servicios públicos son los temas que más restan a Juanma Moreno, que tiene el escudo perfecto: la infrafinanciación de Andalucía.
El secretario general del PP andaluz, Antonio Repullo, se refirió ayer a la secretaria general del PSOE-A, María Jesús Montero, como la candidata «independentista». Catalogar a la principal rival como enemiga número 1 de Andalucía desmonta casi cualquier campaña. «No defiende los intereses de Andalucía en el momento que cruza Despeñaperros, que es prácticamente todos los días del año. Tenemos a una candidata, que es vicepresidenta del Gobierno, y luego tenemos a la Montero independentista, que es la que permanentemente está hablando, relacionándose y aprobando temas tan importantes para España, y sobre todo para Andalucía, como es el cupo catalán y la financiación singular», afirmó Repullo en Canal Sur.
El Gobierno de Pedro Sánchez «no tiene» la posibilidad de aprobar cada año «unos Presupuestos con los que se puede avanzar, con los que se puede trabajar y se pueden solucionar los problemas de los andaluces», que es «lo que va a hacer y está haciendo el Gobierno de Juanma Moreno». Eso se traduce en «confianza» de la ciudadanía. El PP-A defiende la «estabilidad» de la región frente al caos nacional. Es más, culpa del Gobierno de todo lo malo. «Los andaluces ya no se montan en un tren con la seguridad de que van a llegar a tiempo a trabajar, o a montarse en un avión», afirmó Repullo para señalar al titular de Transportes, Óscar Puente: «La política no va del insulto permanente».
«El PP-A es un partido activo, que está en permanente contacto con la sociedad, y sus miembros están preparados para que en cualquier momento» en el que «se abra la posibilidad de que haya unas elecciones de cualquier nivel, ya sean nacionales o autonómicas», tener «todo el componente humano y material» con el que cuenta para «ponerlo a disposición del partido y de tener otra vez la oportunidad de conseguir esa confianza mayoritaria de los andaluces».
Por su parte, la vicesecretaria general del PSOE-A y portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento andaluz, María Márquez, dejaba claro ayer que a su formación, sea cuando sean las elecciones autonómicas en Andalucía «nos pillará trabajando».
«Como decía Picasso, que la inspiración nos pillé pintando. Pues igual, que la convocatoria electoral nos pille trabajando». La potestad la tiene Juanma Moreno, como presidente de la Junta de Andalucía, « y nosotros no tenemos ningún problema (...); estamos en el tajo, estamos en la tarea».
El partido socialista provoca desafección en muchos andaluces. La corrupción y los escándalos nacionales sólo han hecho recordar los motivos del cambio de 2019 en la Junta. La ejecutiva andaluza trata de recuperar crédito. «Estamos en los problemas que le importan a los andaluces denunciando lo que sufren los andaluces todos los días por culpa de la mala gestión del gobierno de la Junta», repite Márquez.
«Oiga, si las elecciones son en junio de 2026, ¿por qué todos los días tenemos un capítulo de si se adelantan o no se adelantan las elecciones?», se preguntó.
En tercer plano aparece Vox. «El partido de la esperanza y de la salvación para todos los españoles», según su portavoz Manuel Gavira. «El único que da respuestas a todos sus problemas», añade. A su juicio, la formación de Abascal es «el partido de los jóvenes, de los obreros, de los desempleados, de los parados, del campo, de la cultura, de las tradiciones españolas y de la seguridad. Nos insultan porque nos tienen miedo».
La izquierda radical se mantiene en la división de siempre. Podemos por un lado e Izquierda Unida (Por Andalucía) por otro, mientras Adelante Andalucía plantea la guerra por su cuenta. Todos coinciden en apoyar al Gobierno de Pedro Sánchez como única barrera de frenar a la ultraderecha. De ahí no salen.