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Cinco claves para hacer frente a los mosquitos en verano
Las temperaturas elevadas y el aumento de la humedad crean el escenario perfecto para su proliferación

Con la llegada del verano, las temperaturas elevadas y el aumento de la humedad crean el escenario perfecto para la proliferación de mosquitos en toda España. Este 2025, los expertos alertan de que su presencia está batiendo récords: el mosquito tigre, una de las especies más invasoras y resistentes, se encuentra ya asentado en buena parte del territorio y su temporada de actividad se ha alargado notablemente. Lo que antes se concentraba en los meses más cálidos, ahora se extiende desde la primavera hasta bien entrado el otoño.
Este cambio no es casual. Factores como el aumento global de las temperaturas, las lluvias intensas en periodos cortos y la capacidad de adaptación de estas especies han favorecido su expansión y supervivencia. Además de las clásicas molestias de sus picaduras, los mosquitos representan un riesgo sanitario, ya que algunas especies son vectores de enfermedades como el virus del Nilo Occidental o el dengue, cuyo potencial de transmisión aumenta con el desplazamiento de personas y el comercio global.
En este contexto, la prevención se convierte en la mejor defensa. Más allá de medidas como evitar aguas estancadas, vestir ropa clara o instalar mosquiteras, la elección de un repelente adecuado para cada situación es clave para minimizar el riesgo. Sin embargo, no todos los productos son iguales ni sirven para las mismas circunstancias: la concentración de ingredientes activos, el formato de aplicación y la edad o condición de la persona que lo va a usar son factores determinantes.
Para ayudar a lograr una protección eficaz, Mar Santamaria, Responsable de Atención Farmacéutica de PromoFarma by DocMorris, comparte una guía práctica para resolver las dudas más frecuentes y ayudar a seleccionar el repelente ideal según el entorno y el momento, garantizando una protección óptima tanto en actividades cotidianas como en viajes o entornos de riesgo.
En zonas de alto riesgo o con gran densidad de mosquitos
Si viajamos a países tropicales, zonas de humedales o áreas donde hay riesgo de enfermedades transmitidas por mosquitos, conviene buscar en la etiqueta la denominación “extrem” o “extra fuerte”. Estos productos suelen contener un 50 % de DEET y ofrecen una protección más duradera. También son recomendables para personas especialmente sensibles a las picaduras.
En climas templados y actividades al aire libre
Para excursiones, paseos al atardecer o actividades en entornos con menor riesgo, son adecuados los repelentes con menor concentración de DEET o con otros ingredientes activos como icaridina o IR3535. Si el producto es en formato spray, lo pulverizaremos sobre las áreas no cubiertas por la ropa; para aplicarlo en el rostro, lo pulverizaremos sobre la palma de la mano y lo distribuiremos a toques por la cara, evitando que entre en contacto con las mucosas (ojos, nariz y boca).
Evitar atraer a los mosquitos
Además de usar repelente, se recomienda no utilizar perfumes intensos ni ropa muy colorida, ya que pueden atraer a estos insectos.
Orden correcto de aplicación con el fotoprotector
En verano, es habitual necesitar tanto protección solar como repelente. Primero se aplica el protector solar y, una vez absorbido, el repelente sobre las áreas expuestas.
Protección en niños pequeños
Para proteger a los niños pequeños de las picaduras de mosquitos, hay que tener en cuenta algunas recomendaciones. En el caso de los bebés, no es aconsejable aplicar un producto repelente directamente sobre la piel, tampoco lo es el uso de pulseras de citronela. Por seguridad, será más útil el uso de un producto repelente que actúe en el ambiente (con acción indirecta) y que sea apto para los más pequeños. Por ejemplo, los dispositivos portátiles que emiten ultrasonidos resultan muy prácticos, en el cochecito, no producen olor y son insonoros. Otra opción son los parches que se aplican sobre telas (como cortinas, tapicerías), nunca se aplicarán sobre la piel. No deben ser manipulados directamente por los niños pequeños, por el riesgo de ingestión accidental. Como alternativa, algunos aceites esenciales para difusión ambiental y que contribuyen a ahuyentar los mosquitos sí se pueden utilizar en presencia de niños. Pero deben ser mezclas específicamente pensadas para ellos.
La clave, recuerda la especialista, es leer siempre la etiqueta y seguir las recomendaciones del fabricante, así como consultar con un profesional de la salud en caso de dudas. En un verano en el que los mosquitos son más persistentes y numerosos que nunca, la protección personal se convierte en un gesto de salud pública. Adoptar hábitos preventivos y elegir el repelente adecuado no solo nos ayuda a evitar las molestas picaduras, sino que también reduce el riesgo de transmisión de enfermedades. La información y la prevención están en nuestras manos: con pequeñas decisiones cotidianas podemos disfrutar de la temporada estival con tranquilidad, cuidando de nosotros mismos y de quienes nos rodean.
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