"Méritos e infamias"

Freak Cuaresma

"Estas borrascas reventonas de los días morados de marzo deja en casa a la masa 'kofrades' viendo vídeos y pegados a las redes"

Dos personas pasean por la calle San Fernando de Sevilla bajo la lluvia
Dos personas pasean por la calle San Fernando de Sevilla bajo la lluviaEPEP

Atronan las gotas gordas como chirimoyas sobre los adoquines del barrio de San Lorenzo «sin duelo» un viernes de Cuaresma y la gente del campo se frota las manos. «Caen billetes de quinientos euros» con cada aguacero, comentan observando la tierra mojada, fértil y verde. Lo malo es que acostumbrados al solano, el cuerpo en lugar de con ganas de cofradías, incienso y túnicas se pone predispuesto a atacar la caja de polvorones y darle duro al turrón. En realidad, es fantástico, no sólo por la sequía, sino porque estas borrascas reventonas de los días morados de marzo deja en casa a la masa «kofrades» viendo vídeos y pegados a las redes. Bendito sea Dios si con eso se afloja esta fiebre amarilla, como los malos periódicos, que chupa de la Semana Santa como la garrapata en el cuello del perro: hasta dejarlo sin sangre. Durante los años del Covid algunos certificaron la «debilidad y fragilidad» de la fiesta, poniendo cara de Inmaculada de Murillo, arrobados en una cursilería asquerosa que casi cuatro años después se cambia por una afición despiadada como la que se tiene por los equipos de fútbol. Pero lo más asqueroso resulta de ver cómo las propias cofradías y sus órganos de Gobierno se suman a un movimiento «freak» más cercano a los seguidores del manga que a los miembros de una hermandad. Pregones ridículos proclamados con los ojos vueltos, público en los ensayos de costaleros, fans de bandas de cornetas (que no los son), «devotos» grabando con los móviles cualquier cosa que vaya sobre andas como ciudadanos de Pyongyang, enloquecidos y alienados; falsos líderes de opinión pontificando en las redes sociales, pseudoperiodistas amenazando a las cofradías, alcaldes haciendo cameos ante las cámaras. Un panorama dantesco el que se presenta para esta recta final de la Cuaresma en Andalucía, que hace años dejó de ser la antesala de los mejores días. Bendita el agua que riega los campos y nos saca por unas horas de esta horripilante Cuaresma.