Política
Moreno afina su Gobierno, cambia a la consejera de Salud, Patricia del Pozo asume de nuevo Cultura y Carolina España la portavocía
El presidente andaluz busca reforzar la acción política en la mitad de la legislatura
El presidente Juanma Moreno ha movido ficha a mitad de la legislatura con la intención de asegurarse un tercer mandato dentro de dos años. Por ese motivo, y a falta de los posibles cambios que existan en cuanto a competencias entre consejerías, la anunciada renovación del Ejecutivo autonómico se ha centrado en tres áreas en las que se habían detectado problemas desde hace meses: Sanidad, Cultura y la portavocía. El resto de las consejerías siguen igual con sus correspondientes titulares al frente y los que dejan sus departamentos pasan a asumir otras tareas pero dentro también del Gobierno, por lo que no sale nadie y entran dos caras nuevas: las titulares de Sanidad y Desarrollo Educativo, Rocío Hernández y Carmen Castillo respectivamente.
La Sanidad es el principal problema de la Administración autonómica. Eso no significa que la responsable única fuera la consejera Catalina García –viceconsejera de Jesús Aguirre en la primera legislatura– pero sí es verdad que había perdido la confianza de los sindicatos médicos y sanitarios. La falta de facultativos, el incremento de la presión asistencial, los problemas de la atención primaria o las listas de espera en aumento después del Covid eran demasiados frentes abiertos para un departamento que necesitaba un cambio. Y la encargada de asumir esa responsabilidad será Rocío Hernández Soto, hasta ahora directora del distrito Aljarafe Sevilla Norte, por lo que es una persona que conoce la gestión y el equipo de la Consejería, que ya fue renovado con la salida del viceconsejero y del director gerente del Servicio Andaluz de Salud en diciembre de 2023.
María del Rocío Hernández Soto es médica especializada en Pediatría, experta en Atención Primaria y presidenta de la Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria (Sedap). La tarea de esta profesional independiente será enderezar en dos años la situación del sistema sanitario y que el Gobierno andaluz pueda presentarse a las próximas elecciones esgrimiendo buenos resultados en este ámbito, donde la oposición centra su estrategia de desgaste. Para ello, tendrá que recuperar la confianza de los profesionales y reconducir la situación de la atención primaria, que presenta deficiencias en toda España y que en Andalucía, pese a que se firmó un pacto con los sindicatos, tampoco se ha resuelto.
La otra cara nueva en el Gobierno andaluz será la de Carmen Castillo Mena, nueva consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional. También conoce a la perfección el departamento porque fue viceconsejera con Javier Imbroda. Licenciada en Derecho por la Universidad de Granada, y funcionaria de carrera del Cuerpo de Inspectores de Educación de la Junta de Andalucía desde 2008 y del Cuerpo de Profesorado de Educación Secundaria en la especialidad de Administración de Empresas (1997). Se trata de otra área sensible dentro del Ejecutivo, con unos sindicatos que han empezado en los últimos meses a reclamar un aumento de las plantillas y reducción de las cargas burocráticas.
Precisamente, Patricia del Pozo, hasta ahora en Educación, regresa a Cultura –y asume también Deporte–, la cartera que tenía en la primera legislatura de Moreno. Tendrá como objetivo mejorar las relaciones con el sector cultural, otro flanco en el que la oposición concentraba sus ataques, y continuar con la política de atraer eventos deportivos que inició Javier Imbroda y continuó Arturo Bernal con la revitalización, por ejemplo, del Estadio de la Cartuja.
El otro gran cambio es el cambio de portavoz del Gobierno, tarea que asume la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España. Su nombramiento obedece a una estrategia clara: denunciar los agravios del Gobierno de España con Andalucía en un contexto en el que la financiación autonómica y el «trato de favor» a Cataluña preocupa al Ejecutivo andaluz. España deberá dar la «réplica» de manera permanente a María Jesús Montero –algo que ya hizo en el Congreso de los Diputados– y servir de «escudo» para evitar que las polémicas no desgasten a Moreno.
Por lo demás, Ramón Fernández-Pacheco asume la consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural; Catalina García la de Sostenibilidad y Medio Ambiente; y Arturo Bernal la de Turismo y Andalucía Global. Por tanto, siguen en otras responsabilidades pero continúan en el equipo de Juanma Moreno. Los demás consejeros continúan con las mismas responsabilidades: Antonio Sanz en Presidencia; Rocío Blanco en Empleo; José Carlos Gómez Villamandos en Universidad; en Fomento sigue Rocío Díaz; en Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Loles López; en Energía y Minas: Jorge Paradela; y en Justicia, José Antonio Nieto.
Según Moreno, ha hecho "estos ajustes" antes de acabar el curso político "para iniciar la tarea en septiembre con los nuevos equipos configurados y con todo dispuesto para dejarse la piel por esta tierra". Ha señalado que el Gobierno no sólo se debe limitar a tomar decisiones, "sino que también tiene que escuchar y dialogar".
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