Igualdad

La mujer rural: asignatura pendiente

Cuatro años después de su anuncio, el Estatuto de la Mujer Rural y del Mar aún no ha llegado al Parlamento para su aprobación

La delegada de Agricultura en Jaén, Soledad Aranda, con una olivarera en el campo
La delegada de Agricultura en Jaén, Soledad Aranda, con una olivarera en el campoLa Razón

El pasado 8 de marzo, Día de la Mujer, también era una fecha para mirar al medio rural. La población ocupada agraria en Andalucía supone el 8,7%. La presencia de las mujeres en el medio rural andaluz alcanza el 49,8%. La brecha de género en el sector agrario ha crecido casi 6 puntos de 2010 a 2020, pasando del -44,6% al -50,3%. Si ya es desfavorable en todas las ramas de la economía, en la agricultura es más profunda. La brecha de género se acusa en los puestos de responsabilidad: mientras que respecto a las personas empleadas no existe prácticamente diferencias de género, esta distancia se amplía conforme aumenta el nivel del puesto, situándose en casi el 97% en la presidencia de las cooperativas agroalimentarias. Las mujeres jefas de explotación tienen menos estudios agrarios que los hombres en estos puestos. Son minoría en las titulaciones puramente agrarias, como es el caso de la Ingeniería Agrícola o de la Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural. En cambio, el peso de ellas es muy superior al de los hombres en la Ciencia y Tecnología de los Alimentos, porcentaje que aumenta cuando se realiza conjuntamente este grado con el de Nutrición o en Veterinaria, que es además la carrera con más matriculaciones femeninas (705 matriculadas). Si a estos datos se suma que las mujeres muestran un índice de envejecimiento superior al de los hombres en el mundo rural (lo que acarrea mayor riesgo de despoblamiento de mujeres jóvenes por emigración hacia áreas con mayores oportunidades), que existe un alto grado de masculinización en el sector, un bajo grado de emprendimiento de la mujer, que las explotaciones de mujeres tienen una dimensión económica media reducida (mucho más que la de los hombres) y que el porcentaje de mujeres que reciben ayudas agrarias es menor que el de hombres, es lógico pensar que urge adoptar medidas que contribuyan a reforzar la figura de la mujer rural andaluza

Consecuencia de esta tendencia reflejada en cifras, el Gobierno de Juanma Moreno anunció en 2019 la formulación de un Estatuto de la Mujer Rural y Pesquera. En concreto, fue el 16 de marzo de hace cuatro años, aunque todavía hoy ni siquiera ha iniciado su tramitación en el Parlamento. En este periodo ha sido periódicas las referencias a una Ley que, según han repetido los responsables políticos, debe «marcar un antes y un después». El Estatuto hace meses que pasó el trámite de audiencia pública y se recibieron más de 200 alegaciones al borrador que, según la Consejería de Agricultura, se incorporarían al texto en su mayoría. Fuentes de Afammer, la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural, consultadas aseguran desconocer el estado de la tramitación y que tras sus aportaciones, centradas en mejorar la formación, principalmente, no han tenido más noticias. De hecho, el pasado mes de enero el presidente Juanma Moreno se entrevistó con la presidenta de Afammer España, María del Carmen Quintanilla, y la única novedad fue el Estatuto será «gran paso adelante para avanzar en materia de igualdad».

AYUDAS ESPECÍFICAS A MUJERES

El pasado martes, la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural llevó al Consejo de Gobierno un informe en el que se destacaba que un 65% de las ayudas destinadas para incorporar a jóvenes agricultores ha sido para mujeres. De las últimas convocatorias de ayudas, por un total de 79,9 millones de euros, sólo se disponen las resoluciones provisionales de los 1.001 beneficiarios pese a que han pasado trece meses. «648 corresponderían a nuevas agricultoras. La resolución definitiva se conocerá en fecha próxima», dice el departamento de la consejera Carmen Crespo.

El Gobierno andaluz persigue el relevo generacional que permita hacer frente al despoblamiento la incorporación de la mujer al ámbito agrario al frente de sus explotaciones o como cotitular de las mismas. Las últimas convocatorias de Jóvenes Agricultores han ascendido a 64 millones de euros para una convocatoria general y casi 15,9 millones para otra específica para mujeres. Las mujeres que no pudieron resultar beneficiarias en la convocatoria general por cuestiones presupuestarias al tratarse de concurrencia competitiva han podido tener la subvención a través de la específica.

En el mismo Consejo de Gobierno, la Consejería de Sostenibilidad anunció que firmará con la Asociación Andaluza de Mujeres Empresarias del Medio Ambiente (Ansemac) un protocolo de colaboración para la difusión de las diferentes iniciativas en materia medioambiental y «visibilizar el papel de las mujeres en el sector».

El Gobierno andaluz sí puede presumir de la aprobación del II Plan de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres en la actividad agraria, pesquera y medioambiental de Andalucía-Horizonte 2027.