Patrimonio

Una fortaleza emblemática del Renacimiento español cuyos mayores tesoros se exponen en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York será restaurada

Formado por dos construcciones que se conectan por un puente levadizo, está declarado Monumento Nacional

La fortaleza cuenta con una superficie de casi 2.500 metros cuadrados
La fortaleza cuenta con una superficie de casi 2.500 metros cuadrados EP

En un pequeño pueblo del norte de Almería encontramos una fortaleza emblemática del Renacimiento español cuyos mayores tesoros se exponen ahora en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. En 1904 el Castillo de Vélez Blanco, erigido cuatro siglos antes por Don Pedro Fajardo, primer Marqués de los Vélez, era despiezado y vendido por sus entonces propietarios, la Casa Medina Sidonia. Era uno de los expolios más graves del palacio, que arrastraba ya los importantes destrozos de las tropas napoleónicas durante la Guerra de Independencia. Sin embargo, quiso el destino que un anticuario francés apellidado Goldberg comprara las piezas por tan solo ochenta mil pesetas, dinero que recuperó con la venta apenas de una puerta de bronce de la que nunca más se supo y antes de que la movilización ciudadana frenara el consumado desastre. Tras pasar por manos de varios coleccionistas, los bienes arquitectónicos más importantes llegaron a manos de George y Florence Blumenthal, quienes después de instalarlos un tiempo en su casa de Manhattan decidieron donarlos a la institución que hoy reproduce ese paisaje interior con sus elementos originales.

La consejera de Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo anunció que se utilizará «mármol de Macael, el mismo material esculpido, hace 500 años, por los artistas españoles y del norte de Italia, que trabajaron en este suntuoso patio para decorarlo con ricos relieves de flora y fauna» para la «innovadora reconstrucción» del emblemático patio y para que el Castillo de Vélez Blanco recupere «su esplendor original, perdido tras siglos de destrucción y expolio». A los trabajos que actualmente se están desarrollando para la rehabilitación integral del palacio, le seguirán de forma inminente los de «recuperación del antiguo patio renacentista», con una inversión total de seis millones de euros procedentes de fondos europeos.

No obstante, el esperado retorno del emblemático recinto no será una realidad al menos hasta verano del 2027, tras adecuar completamente las instalaciones para su uso y funcionamiento diarios. «Estas obras permitirán ampliar los espacios incluidos en el recorrido público» de una visita que, «a pesar de la realización de trabajos de gran calado, no se ha visto interrumpida en ningún momento», señaló la consejera, entendiendo que «se ha hecho un gran esfuerzo, que debe ser destacado, por mantener abierto este reclamo cultural de primer orden». Una actuación «de gran envergadura arquitectónica y económica que «representa un hito para este monumento excepcional», describió Del Pozo, sobre un edificio que combina a la perfección el aspecto militar con el lujo palaciego. No en vano se construyó entre 1506 y 1515 sobre una antigua alcazaba musulmana, prácticamente destruida para adecuarse a las exigencias de los nuevos señores del Marquesado de Los Vélez.

Un cambio exponencial para una fortaleza con una superficie de casi 2.500 metros cuadrados de los que, antes de esta intervención, apenas se podían disfrutar unos 745 metros. De hecho, la mayor parte de la inversión, con más de tres millones de euros, deberá concluir en abril con el refuerzo y la restauración de materiales que garanticen la salvaguardia y conservación de la arquitectura original en torno a la conocida como ‘Torre del Homenaje’ y sus aledaños. Asimismo, se ha actuado en la sala de los tiros, las torres ‘Albarrana’ y de la ‘Yedra’, además de en las salas nobles del triunfo y de la mitología, las salas del oratorio, armario, cubos miradores, la entreplanta del tocador o las estancias dedicadas a las damas.

Por su parte, el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta, Ramón Fernández-Pacheco, destacó la importancia de destinar fondos europeos Feader a la restauración de patrimonio en las zonas rurales como forma de contribuir a su desarrollo social y económico. «Fomenta, además, la fijación de población al territorio», manifestó, insistiendo en que «la revalorización del entorno rural no solo genera riqueza en la economía local, sino que dificulta la dispersión de la población a las zonas urbanas y evita situaciones no deseadas como la falta de mano de obra en actividades agrarias que son esenciales en la zona».

Según los datos ofrecidos por la Junta de Andalucía, solo en 2023, el Castillo de Vélez Blanco recibió más de 32.000 visitantes. Formado por dos construcciones que se conectan por un puente levadizo, es propiedad de la Junta de Andalucía desde el año 2005 y está declarado Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural (BIC) de Andalucía. Además, es la sede del Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca de Vélez-Blanco, que alcanzó el pasado verano su vigésimo tercera edición. Un inmueble icónico y un importante atractivo turístico cuya conservación llevaba demandándose en la comarca desde hace décadas.