Oposiciones «masivas» para afrontar el «relevo generacional»

La Administración General de la Junta de Andalucía envejece. No es la única administración que lo hace ni tampoco el sector público es ajeno a la realidad social del país. De hecho, España tiene una de las mayores esperanzas de vida del mundo desarrollado y también una de las de fecundidad más bajas (1,2), lo que, tal y como advertía el gobernador del Banco de España recientemente, tendrá consecuencias macroeconómicas.

En el caso concreto de la Administración autonómica, según el Plan Estratégico de Recursos Humanos 2023-2030, el 40% de la plantilla actual estará jubilada en 2030. A 31 de diciembre de 2021 estaba compuesta por 40.720 efectivos de los cuales el 64% son mujeres frente al 36% que son hombres y el 49% es personal funcionario frente al 51% que es personal laboral del VI Convenio.

En este contexto, en el análisis económico financiero del presupuesto que entrará en vigor el próximo 1 de enero, se aboga por «afrontar el reto de un intenso relevo generacional ante la situación de envejecimiento del personal que compone la organización, y su sustitución en una elevada proporción en los próximos años».

Para ello se plantea «la necesidad de agilizar los procesos selectivos del nuevo personal, que ya son y van a seguir siendo procesos masivos» y que implicarán «a un elevado número de cuerpos de personal funcionario, categorías profesionales de personal laboral y plazas, lo que conlleva un muy elevado número de pruebas a gestionar en plazos obligados a agilizarse».

Entre los compromisos adquiridos para el ejercicio 2024 está «el reto de normalizar el desarrollo anual de las ofertas de empleo público», así como que el proceso se resuelva en un periodo razonable, compromiso que ya se adquirió en la anterior legislatura.

Hay que señalar que el empleo público en Andalucía a cierre de 2021 constituía un 19,22% del total de la población activa de la comunidad, con mayoría femenina (54% mujeres, 46% hombres).

Los datos indican que Andalucía está en torno a la media en cuanto a personas empleadas públicas de la Comunidad Autónoma por cada mil habitantes (35,98 personas empleadas públicas por cada 1.000 habitantes, siendo la media 34,35)13, pero se posiciona ligeramente por debajo de la media atendiendo sólo al personal de la Administración General (3,60 personas empleadas públicas de la Administración General de la Junta de Andalucía por cada mil habitantes frente a 4,44 que sería la media de todas las regiones).

Actualmente, la edad media del personal en activo es de 54 años con independencia del sexo. La realidad es que está por encima de la media nacional. Así, un 71,30% del personal al servicio de la Administración General de la Junta es superior a los 50 años, en la Administración General del Estado suponen el 64%.

En este sentido, mientras que el 49,47% está en la franja de 51 a 60 años, en el Estado alcanza el 43,54%. Con estos datos, la previsión es que en ocho años se perderá un 41% de la plantilla (de cada tres personas una será funcionario y dos personal laboral).

La convocatoria de plazas para «rejuvenecer» la plantilla no es una garantía de éxito porque nada impide presentarse a los procesos selectivos a personas con una larga trayectoria profesional. De hecho, es cada vez más habitual que haya opositores que buscan un empleo en la administración tras años en el sector privado. Así, la edad media de acceso ha aumentado de 29 años a 36 años en la última década.

Con todo, el gran reto de la administración, más que bajar la media de edad será la modernización de los procesos y la evaluación por desempeño, dos claves que contempla la nueva ley de función pública.