Turismo
Los pueblos donde descubrir el otoño andaluz
Desde los Pedroches a la Sierra de Aracena, Andalucía ofrece múltiples destinos donde disfrutar de esta bonita estación
Andalucía cuenta con miles de rincones mágicos donde perderse y realizar actividades en pareja o en familia, es un lugar perfecto para practicar deportes en contacto con la naturaleza y el otoño es la época ideal para ello.
Una opción muy interesante es viajar hasta la zona de Los Pedroches, en Córdoba.En la comarca de los Pedroches podrás disfrutar de su gastronomía mientras paseas por las calles de Villanueva de Córdoba, Pozoblanco, Hinojosa del Duque y Belálcazar. Toda la ruta está salpicada de establecimientos donde podrá degustar platos tradicionales, derivados del cerdo ibérico, que harán las delicias de su mesa.
Las dehesas de cerdo ibérico más importantes son las de Cardeña, Conquista, Pedroche y Villanueva de Córdoba, donde destaca la Parroquia de San Miguel Arcángel, la antigua Audiencia y sus casas de tres plantas con dinteles de granito esculpido. En esta localidad y en Cardeña se pueden conocer algunos de sus secaderos de jamones y fábricas de embutidos.
Por último, el municipio de Pozoblanco ofrece una visita por su casco histórico, donde destacan la Parroquia de Santa Catalina, la Plaza del Pozo Viejo y el Ayuntamiento.
Un lugar destacado en otoño merece la Serranía de Ronda. La Serranía de Ronda es mucho más que un conjunto de sierras cubiertas de una exuberante vegetación mediterránea: profundos y apacibles valles, estrechas gargantas y escarpados tajos, cuevas milenarias como La Pileta y el Gato, donde el hombre prehistórico dejó la huella de su presencia. El viajero percibe en Ronda un halo romántico de leyendas debandoleros y toreros, que lo envuelve todo.
Su monumental plaza de toros es una de las más antiguas.
El profundo Tajo que forma el cauce del río Guadalevín, divide en dos a la ciudad y se ha convertido en una de sus señas de identidad. Los pueblos que pertenecen a esta comarca son, entre otros: Gaucín, Genalguacíl, Alpandeire, Cartajima, Pujerra, Ronda, Igualeja, Parauta, Cuevas del Becerro, Jimera de Líbar, Jubrique y Benarrabá.
Por su parte, la sierra de Aracena es quizá uno de los destinos que más bonito luce en otoño. La Sierra de Aracena y Picos de Aroche ocupa la zona occidental de Sierra Morena donde, batida por los vientos húmedos del Atlántico, da cobijo a blancos pueblos de calles empedradas que se derraman entre amplias dehesas de encinas y alcornoques, olivares ecológicos, huertas y castaños.
La pizarra que la compone da a esta sierra un carácter alomado, de pendientes suaves, donde grandes valles adehesados alternan con cimas coronadas por bosques cerrados y barrancos encajados, casi mágicos, por los que discurren los principales ejes fluviales: Ribera del Chanza, Múrtigas y Ribera de Huelva. En las cotas más elevadas, donde la caliza toma protagonismo, aparecen las formas geológicas más singulares, como la Gruta de las Maravillas en Aracena, o los travertinos de Alájar y Zufre, vinculados a surgencias de agua. También está presente el granito, como así ocurre en el batolito de las Peñas de Aroche, que acoge los ricos filones metálicos que han condicionado la intensa actividad minera de la comarca: Minas de Cala o el Coto Minero de Teuler.
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