¿Quiénes son los implicados en la salvaje reyerta mortal de las 3.000 viviendas?

El salvaje suceso ocurrió pasada la medianoche del lunes en la calle Victoria Domínguez Cerrato, ubicada en las 3.000 viviendas (Polígono Sur).

Varios vecinos dieron el aviso de que se estaba produciendo una batalla campal y cuando llegaron los agentes encontraron a varias personas heridas, algunos con impactos de arma de fuego y otros con armas blancas, que fueron trasladados a un centro hospitalario.

Como consecuencia de esta reyerta, al parecer motivada por rencillas familiares, han muerto dos personas, miembros de una misma familia. Primero se comunicó la muerte de Israel y más tarde la de su hijo Manuel, que fue trasladado al Hospital Virgen del Rocío, en el que acabó falleciendo dada la gravedad de sus heridas.

La Policía Nacional continúa investigando los hechos para dar con todos los implicados. De momento hay un detenido, un menor que ha pasado a disposición de la Fiscalía de Menores y que ha ingresado en un centro por "mandato judicial", según ha indicado el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández.

Este menor participó en la reyerta junto a su hermano y su padre, miembro del clan rival. El hermano del detenido permanece en paradero desconocido y fuentes policiales apuntan que su entorno lo puede estar escondiendo. El padre permanace ingresado en el Hospital Virgen del Rocío con pronóstico grave.

El parte de heridos lo completan dos mujeres que presentan un mejor pronóstico. Según fuentes policiales, la pelea entre familias pudo desatarse por una fuerte discusión entre ellas. También resultó herida una niña a la que le alcanzó una bala perdida pero no sufrió lesiones graves. Según detallan fuentes de la investigación, la niña estaba asomada a una ventana cuando ocurrieron los hechos.

La Policía Nacional, no obstante, continúa con la investigación para tratar de despejar todas las incógnitas y dar con todos los posibles implicados en la salvaje pelea.

Tras el suceso se respira una calma tensa en las 3.000 viviendas. La Policía mantiene un dispositivo en previsión de nuevos incidentes y de la posibilidad de venganza de la familia de los fallecidos.