Salud
El virus del Nilo ya es el virus del Guadalquivir: pasa de tropical a «autóctono» en cinco años
Los expertos alertan de que llegarán «más pandemias» y piden reforzar los servicios de microbiología clínica en España
El covid, el cambio climático y la falta de investigación han formado el ecosistema perfecto para la propagación del virus del Nilo Occidental (VNO) o, como ya han bautizado los expertos, el «virus del Guadalquivir». Una realidad que se asienta en Andalucía y que representa solo la punta del iceberg. Las condiciones actuales anticipan nuevos brotes y epidemias que podrían surgir en cualquier momento. De hecho, según alertó ayer el doctor Javier Membrillo, vicepresidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), «sabemos con seguridad que van a haber más pandemias, lo que no sabemos es cuándo y por qué».
Este fue el diagnóstico compartido durante la presentación del XXVIII Congreso Nacional de la SEIMC, un evento que reunirá hasta el 24 de mayo a los mejores especialistas españoles. Respecto al VNO, el doctor Membrillo advirtió de que ya es «una enfermedad endémica en Andalucía» que «está entre nosotros y cada vez tenemos más casos». Su presencia ya no es esporádica y la incidencia continúa en aumento. Solo en 2024, detalló, «se registraron 142 casos en España, de los cuales 107 tuvieron lugar en Andalucía», lo que representa más del doble respecto al brote de 2020 y el 75% de los casos en España. Según matizó, «probablemente solo están llegando los casos graves» y sugirió que el número real podría rondar los mil casos.
La rápida propagación del virus está directamente relacionada con el aumento de la temperatura media. En Andalucía, explicó Membrillo, el clima ya es prácticamente idéntico al del norte de África. El aumento de las temperaturas previsto para los próximos veinte años (hasta dos grados más en la península ibérica) genera condiciones óptimas para la proliferación de vectores como mosquitos y garrapatas.
En este sentido, el doctor insistió en que «una primavera lluviosa como la de este año seguida de una época de calor favorece el crecimiento de mosquitos», situación especialmente preocupante cuando estos insectos son capaces de transmitir otras enfermedades «como el dengue»; casos ya registrados «en toda el área mediterránea andaluza y el levante español». Otro factor es la globalización, pues vivimos en un mundo con «1.400 millones de viajes al año», lo que hace imposible evitar la entrada y propagación de patologías tropicales (VNO, dengue o chikungunya) que han pasado a convertirse en «brotes autóctonos». Por su parte, la pandemia del Covid-19 provocó que «la fumigación que habitualmente se hace en los pueblos arrozales de Sevilla no se hizo de la misma forma», lo que multiplicó la población de estos insectos.
Asimismo, el especialista alertó sobre la histórica falta de atención hacia estas enfermedades «desatendidas en cuanto a investigación por no ser un problema del primer mundo». La consecuencia directa de esta negligencia es que «si permitimos que esos virus circulen y no hacemos nada, no pretendamos luego que la solución sea cerrar nuestras fronteras porque es literalmente imposible evitar que cualquier virus acabe en una distribución mundial», advirtió.
El vicepresidente del SEIMC ahondó en las graves deficiencias del sistema sanitario, especialmente en la falta de una formación en enfermedades infecciosas, lo que ocasiona que «un paciente que llega el viernes con síntomas leves» tenga que esperar al lunes para ser diagnosticado «cuando a lo mejor ya está en la UCI». Al hilo, aseguró que «las enfermedades infecciosas son cada vez más complejas», por lo que «ante un panorama cambiante», insistió, se necesita «un diagnóstico al momento».
Por ello, hizo hincapié en la urgente necesidad de reforzar los servicios de Microbiología Clínica y asegurar disponibilidad durante las 24 horas, siete días a la semana. En este punto, el presidente de la SEIMC, Federico García, calificó de «intolerable» que España –quinto país de Europa y décimo del mundo en producción científica en esta área– siga siendo «el único de la Unión Europea que todavía no haya ratificado» la especialidad en enfermedades infecciosas.
El doctor Membrillo también aprovechó su intervención para resaltar otro grave problema sanitario relacionado con infecciones: la resistencia antimicrobiana. En 2023, «por cada persona que falleció en accidentes de tráfico en España, veinte fallecieron a consecuencia de las resistencias antibióticas». Según explicaron los doctores, entre las que se encontraban Matilde Sánchez, presidenta del Comité Científico del Congreso, y Nieves Larrosa, vicepresidenta del comité científico, esta cifra refuerza aún más la importancia de disponer de «sistemas permanentes de diagnóstico», especialmente ante enfermedades como la sepsis, donde cualquier retraso puede ser mortal.
Los ponentes exigieron despolitizar la salud pública en España porque, como señaló Membrillo, esto «no es una cuestión ideológica», sino una necesidad urgente para hacer frente a los nuevos desafíos epidemiológicos que continuarán apareciendo.