
Canino
Este es el mayor error al educar a tu perro, según los expertos
El especialista en comportamiento canino advierte de todas las reglas que pueden generar desequilibrios

Dar cariño a un perro es natural y necesario, pero cuando ese afecto se convierte en ausencia de normas, puede tener consecuencias negativas. Expertos en adiestramiento canino alertan de que este es el error más común en los hogares, especialmente con cachorros o animales adoptados que llegan con un pasado complicado.
El problema, explican, no está en el afecto en sí, sino en que muchos dueños olvidan establecer reglas básicas de convivencia. Esto provoca que el perro no entienda sus límites, lo que deriva en comportamientos ansiosos, invasivos o difíciles de gestionar en la vida diaria.
Los efectos de una educación sin límites
Cuando un perro recibe atención constante sin estructura, su equilibrio emocional se ve alterado. Conductas como saltar sobre las visitas, pedir comida en la mesa o mostrar nerviosismo excesivo se convierten en habituales. Según los especialistas, lo que empieza como un gesto de ternura puede terminar generando frustración tanto en el animal como en la familia.
La clave para una buena convivencia con los perros está en el equilibrio
Educar a un perro no consiste solo en darle cariño. Según el adiestrador canino Víctor Mañero, la mayoría de los dueños repite un error que parece inofensivo, pero que a la larga complica la relación con sus animales: demostrar afecto constante sin establecer normas.
En una entrevista en el podcast Al fallo club, Mañero explicó que el 99% de las personas con las que trabaja caen en esta dinámica. “Si el perro es cachorro, porque es cachorro le vas a dar mucho cariño, (...) y si viene de adopción, ‘qué historia más dura ha pasado’.
El problema, advierte, es que esto puede confundir al animal y afectar tanto a su equilibrio emocional como a la convivencia en el hogar.
Normas básicas para educar a un perro
Los profesionales recomiendan aplicar desde el inicio reglas claras y coherentes que permitan al perro sentirse seguro dentro de su entorno:
- Delimitar espacios: el perro debe tener un lugar propio para dormir y descansar.
- Respetar los momentos de comida: no se le debe permitir mendigar ni interrumpir en la mesa.
- Gestionar las llegadas a casa: los saludos excesivos solo refuerzan la excitación; conviene esperar a que el perro esté tranquilo.
- Premiar la calma: reforzar conductas serenas ayuda a construir un vínculo sano y equilibrado.
Educación positiva: cariño sí, pero con reglas claras
Los expertos en comportamiento animal recuerdan que la educación canina no consiste en reprimir ni castigar, sino en encontrar el equilibrio entre afecto y disciplina. El cariño es fundamental para el vínculo, pero las normas aportan estructura, reducen la ansiedad y ayudan al perro a comprender cuál es su lugar en la familia.
De esta manera, la convivencia se vuelve más armónica y el bienestar del animal mejora de forma notable.
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