Elegir el mejor juguete o aperitivo para nuestro perro puede ser un reto, especialmente cuando se trata de huesos y masticables. Aunque tradicionalmente se han utilizado como entretenimiento y apoyo a la salud dental, algunos pueden representar un riesgo significativo para la dentadura y el bienestar general de las mascotas.

Durante años, muchos dueños han confiado en huesos y masticables comerciales para sus perros. Sin embargo, la experiencia de algunos propietarios ha demostrado que ciertos productos pueden causar daños graves: “Solía ​​darle huesos a mi perro Ollie, un perro pastor australiano de 8 años. Nervios de toro, astas de alce, huesos de tuétano... lo que fuera. Si los vendían en mi tienda de mascotas, lo más probable es que los comprara yo”.

El dueño le compró un masticador al perro que el animal utilizó durante un tiempo: “Ollie masticó, mordisqueó y masticó esa golosina durante unos días. Le encantaba, o eso creía yo. Pero poco después de terminarla, dejó de comer sus croquetas. Despreciaba las golosinas y mi enérgico perro pastor de repente se volvió letárgico y melancólico. Probé de todo: le compré golosinas más caras (y con más olor) y potenciadores del sabor de las croquetas. Nada funcionó. Tal vez se debía al envejecimiento normal” pensó el dueño de la mascota.

Sin embargo, el pastor australiano que tras consumir un masticable dental, desarrolló una fractura en una de sus muelas, lo que afectó su alimentación y estado de ánimo. El veterinario al que acudió determinó que probablemente le doliera la boca tanto que eso le impedía comer.

¿Por qué no dar un hueso a tu perro?

Los estudios han demostrado que las mandíbulas de los perros tienen una gran capacidad de masticación, lo que puede resultar problemático si el objeto que muerden es más duro que sus dientes. La Dra. María Soltero-Rivera, experta en odontología veterinaria, señala que cuando un hueso no cede bajo la presión de la mordida, es probable que se produzcan fracturas dentales.

El problema radica en que estas lesiones suelen pasar desapercibidas hasta que los dueños notan cambios en el comportamiento o la alimentación de su mascota. Según la Dra. Rebecca Greenstein, las fracturas dentales en perros son comunes y pueden generar dolor intenso, infecciones y hasta la necesidad de extracciones dentales.

Es fundamental prestar atención a ciertos síntomas que podrían indicar una fractura dental en los perros. Estas son algunas señales de alerta en salud dental canina:

• Disminución del apetito o rechazo a ciertos alimentos.
• Pérdida de interés en el juego o masticables.
• Mal aliento persistente.
• Hinchazón en la boca.
• Frotarse la cara contra muebles o con las patas.
• Preferencia por masticar solo de un lado.

Ante cualquiera de estos signos, se recomienda una revisión veterinaria inmediata para evitar complicaciones mayores.

Alternativas seguras para el cuidado dental

Dado que no existen regulaciones oficiales sobre la seguridad de los huesos y masticables comerciales, es importante ser cauteloso al elegirlos. Para garantizar la seguridad de la mascota, los veterinarios recomiendan:

1. Prueba de la huella de la uña: Si se puede dejar una marca en el hueso con la uña, es lo suficientemente blando para el perro.

2. Prueba de impacto: Si no estás dispuesto a golpearte la rodilla con el hueso, probablemente sea demasiado duro para tu perro.

3. Consultar al veterinario: Algunos profesionales pueden recomendar marcas seguras y adaptadas a las necesidades específicas de cada perro.

4. Buscar el sello del Consejo de Salud Oral Veterinaria: Garantiza que el masticable ha sido probado y es seguro para la higiene dental canina.

Cuidar la salud dental de nuestro perro va más allá de proporcionar masticables. Un seguimiento veterinario regular y la atención a los hábitos de masticación pueden marcar la diferencia para evitar fracturas y complicaciones. Con las precauciones adecuadas, es posible encontrar opciones seguras que mantengan la salud y felicidad de nuestra mascota.