
Civismo
Sanción ejemplar: 10.000 euros para quienes abandonan mascotas en Bilbao
70.000 euros en multas por abandonar a siete perros. Es el balance de los primeros cuatro meses de la nueva ordenanza de Bilbao, que ha endurecido las sanciones para atajar esta práctica en la ciudad

La nueva ordenanza de bienestar animal de Bilbao ha arrancado con dos velocidades bien distintas. Para las novedades que más debate generaron entre los dueños de mascotas, como la obligación de limpiar los orines con agua o el uso de correas de un máximo de dos metros, el Ayuntamiento ha optado por la pedagogía. De momento, la Policía Municipal se limita a informar y advertir, concediendo a los ciudadanos una fase inicial de adaptación antes de empezar a multar.
Sin embargo, esta flexibilidad no se aplica al resto de infracciones. En los primeros cuatro meses de vigencia de la norma ya se han tramitado 43 sanciones por diversas faltas, demostrando que la tolerancia es limitada. Las conductas más perseguidas han sido llevar perros sueltos en espacios no permitidos, con doce multas, no ejercer una custodia adecuada del animal, con diez, y la ausencia del microchip obligatorio, que ha supuesto ocho expedientes.
Pero donde el consistorio ha mostrado una contundencia sin precedentes es en la lucha contra el abandono. Apenas siete casos han bastado para imponer sanciones por valor de 70.000 euros, una cifra que evidencia la gravedad con la que se trata esta lacra. La normativa tipifica el abandono como una infracción muy grave, castigada con 10.000 euros por cada animal, una medida disuasoria que contrasta con los 155 abandonos registrados en todo el año 2022, según los datos publicados por el medio Deia, lo que demuestra la firme intención de atajar el problema.
De hecho, el perfil de los animales abandonados resulta llamativo. Además de un pitbull, seis de los perros eran pastores belgas malinois. Curiosamente, esta raza de gran energía no está catalogada como Perro Potencialmente Peligroso en la normativa estatal, lo que pone el foco sobre la responsabilidad individual de los dueños más allá de las clasificaciones oficiales y subraya que cualquier perro puede ser víctima de un propietario irresponsable.
Los gatos, el gran reto pendiente de la normativa
Por otro lado, la efectividad sancionadora de la ordenanza se desvanece por completo cuando se trata de la población felina. Hasta la fecha, no se ha tramitado una sola multa por abandono de gatos, a pesar de que es un problema conocido en la ciudad. El propio Ayuntamiento reconoce la enorme dificultad para identificar a los responsables, creando una laguna en la aplicación de la ley.
Así pues, el principal obstáculo reside en la falta generalizada de microchips en los gatos. Sin este sistema de identificación, vincular un felino abandonado con su propietario se convierte en una tarea casi imposible para las autoridades. Esta situación deja a los gatos en una posición de vulnerabilidad y plantea un desafío considerable para que la nueva ordenanza logre una protección animal verdaderamente integral en Bilbao.
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