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Consejos

El truco que debes saber si tu perro se marea en el coche

Reforzar positivamente estos momentos con caricias o premios puede ser muy útil para cambiar la percepción negativa del animal

El truco que debes saber si tu perro se marea en el coche Freepik

Con la llegada del buen tiempo, los viajes en coche se multiplican. Ya sea para pasar el día en la playa, disfrutar del campo o simplemente acudir al veterinario, muchas personas incluyen a sus perros en el plan. Sin embargo, para algunos animales subirse al coche puede convertirse en una experiencia incómoda o incluso angustiosa. El mareo en perros durante los trayectos es más común de lo que parece, pero con ciertas pautas se puede prevenir o reducir notablemente.

Los motivos por los que un perro puede sentirse mal en un vehículo son principalmente dos: inmadurez del sistema vestibular y ansiedad. En el caso de los cachorros, su oído interno aún no está completamente desarrollado, lo que los hace más sensibles al movimiento. En estos casos, los expertos recomiendan una habituación progresiva al coche desde una edad temprana: iniciar con recorridos breves, rectos y tranquilos, para luego ir aumentando poco a poco la duración y complejidad de los trayectos.

Más frecuente es el mareo asociado al estrés. Los perros que no están acostumbrados a viajar o que han tenido malas experiencias anteriores pueden asociar el coche con una situación de malestar. En estos casos, los síntomas van desde el babeo excesivo, bostezos repetidos, jadeo y temblores, hasta vómitos y llanto. Para reducir estas reacciones, es fundamental crear un entorno lo más cómodo y seguro posible.

Consejos prácticos para evitar los mareos

Existen varios trucos que pueden marcar la diferencia para que el viaje no sea un suplicio para el perro ni para su dueño:

  • Evita comidas antes del viaje: Es preferible que el perro no consuma alimentos sólidos al menos ocho horas antes del trayecto, aunque sí debe estar bien hidratado.
  • Asegura al perro correctamente: Utiliza sistemas de sujeción homologados como cinturones especiales o transportines bien fijados.
  • Controla la temperatura y la ventilación: Mantén el coche fresco, con buena circulación de aire. Si es posible, baja un poco las ventanillas.
  • Evita ruidos molestos: Apaga la música o mantenla a un volumen muy bajo y evita hablar alto.
  • Crea un entorno familiar: Lleva su manta, un juguete conocido o un objeto que le transmita seguridad.
  • Ubicación estratégica: Si va en transportín, colócalo de forma que pueda mirar hacia delante y cubre los laterales para evitar estímulos visuales laterales que puedan provocar mareo.
  • Paradas frecuentes: Cada dos o tres horas, haz una pausa para que el perro salga, se relaje y beba agua.

Uno de los métodos más eficaces a largo plazo es la desensibilización. Se puede empezar dejando que el perro suba al coche sin encender el motor para que explore el entorno con tranquilidad. Después, se puede repetir la acción con el motor en marcha pero sin moverse. Finalmente, se realizan pequeños recorridos, aumentando la distancia de manera gradual. Reforzar positivamente estos momentos con caricias o premios puede ser muy útil para cambiar la percepción negativa del animal.

Existen medicamentos específicos para prevenir náuseas y vómitos, pero siempre deben administrarse bajo prescripción profesional.