Manipulación intencionada

Animales
Los animales domésticos ocupan un lugar cada vez más relevante en los hogares, donde son considerados auténticos miembros de la familia. Su bienestar se ha convertido en una prioridad para quienes conviven con ellos, lo que ha derivado en una atención cada vez más personalizada, desde cuidados veterinarios hasta alimentación. Esta estrecha relación, sin embargo, ha dado pie a comportamientos que, aunque bienintencionados, pueden resultar perjudiciales, como ofrecerles la misma comida que consumen los humanos.
El problema reside en que muchos de los productos habituales en la dieta humana son inadecuados para los animales e incluso pueden llegar a ser tóxicos. Pese a ello, numerosos propietarios siguen sin ser plenamente conscientes de los riesgos que conlleva esta práctica. Uno de los casos más comunes es el de los embutidos, un alimento con el que se los suele recompensar al ser muy económico, pero que no debería formar parte de la dieta de perros ni gatos.
Sobre este tema se ha pronunciado @tumascota_saludable, un veterinario que divulga contenido sobre salud animal a través de TikTok. En uno de sus vídeos más populares, responde a la consulta de un usuario que preguntaba si es recomendable dar embutidos a su mascota. "Le podemos dar lo que sea", comienza explicando David Aldás, para matizar a continuación que "aunque se pueda, no se les debe dar".
El especialista recuerda que perros y gatos son carnívoros, por lo que el 90% de su alimentación debería basarse en proteína de origen animal, pero este debería de ser "proteína animal de calidad". En esa clasificación no entran los embutidos, a los que se refiere como "las sobras (...) todo lo peor". Según sus palabras, este tipo de productos no solo no aportan valor nutricional, sino que además pueden resultar perjudiciales debido a su alto contenido en grasas y sal, entre otros aspectos. "Nosotros sabemos que eso no es sano para nosotros, ni mucho menos para un perro o un gato", concluye Aldás, quien recomienda sustituir estos alimentos por opciones más saludables como el hígado o las patas de pollo.
Además de los embutidos, existen otros alimentos comunes en los hogares que pueden poner en riesgo la salud de los perros. Entre ellos, el chocolate es uno de los más conocidos por su toxicidad: contiene teobromina, una sustancia que el organismo de los perros no metaboliza correctamente.
También las uvas y las pasas pueden provocar fallos renales incluso en pequeñas cantidades, mientras que la cebolla y el ajo, habituales en muchas preparaciones, contienen compuestos que pueden dañar los glóbulos rojos del animal y provocar anemia. Por último, los huesos cocidos, a diferencia de los crudos, pueden astillarse y causar obstrucciones o perforaciones en el sistema digestivo.
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