Reequilibran el ecosistema

Devastador ejército casi invisible: sueltan 200.000 guerrilleros con alas para este cruel objetivo

En 2024 fueron 141.000, que como este año fueron distribuidos por los diferentes distritos de Zaragoza y barrios rurales

Zaragoza cuenta con numerosos parques y zonas verdes dentro de la ciudad
Zaragoza cuenta con numerosos parques y zonas verdes dentro de la ciudadLuis LacorteAyuntamiento de Zaragoza

Los parques, zonas con árboles y jardines de Zaragoza cuentan, desde hace ya varios días, con un enorme ejército casi invisible que lucha sin descanso contra pulgones y otros insectos dañinos. En 2025 lo forman 200.000 guerrilleros en total, entre los que destacan la Adalia bipunctata (Mariquita de dos puntos), la Crisoperla carnea (Crisopa) y la Aphidius colemani (Avispilla).

Desde hace ya unos años, el Ayuntamiento de Zaragoza junto con del Servicio de Parques, emplean esta sostenible estrategia en la lucha contra plagas que deterioran las especies vegetales de la capital aragonesa. Esta vez, sin embargo, se ha reforzado el combate: de los 141.000 insectos que soltaron el pasado año, se llega en esta ocasión a 200.000, distribuidos por los diferentes distritos de la ciudad y barrios rurales.

Se busca reestablecer el equilibrio natural de algunas plagas

El Control Biológico consiste en el uso de insectos beneficiosos, como la avispa, que se liberan de forma controlada para ayudar a restablecer el equilibro natural de ciertas plagas que afectan directamente al arbolado de la urbe. La consejera de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, ha indicado en ‘Heraldo de Aragón que “ésta es una técnica natural y por tanto respetuosa con el medio ambiente y la salud de las personas. Gracias a ella, es la propia naturaleza la que se encarga de buscar el equilibrio en el entorno sin la necesidad aplicar productos químicos”.

La metodología de trabajo se basa, principalmente, en liberar a los mencionados insectos en los árboles, arbustos o plantas objeto de tratamiento, realizar un detallado seguimiento de sus poblaciones para definir la evolución de estos insectos útiles y verificar su capacidad de establecerse y formar parte del ecosistema de la ciudad.

También han diseñado refugios para los insectos soltados

La suelta de estos insectos se suma a otras actividades complementarias, como la creación de refugios para éstas y otras especies en alcorques o praderas, que ayudan al asentamiento y reproducción de estos insectos beneficiosos. Por ejemplo, se realiza la siembra de los denominados como 'alcornoques floridos', que en 2025 suman alrededor de 1.700 metros cuadrados en varias zonas de Zaragoza, como el Paseo Echegaray y Caballero, la Avenida de Ranillas, La Chimenea o Alcalde Caballero.

Además, también se han determinado algunas zonas naturalizadas para el refugio de insectos donde se efectúa una gestión diferenciada, permitiendo la floración de plantas y flores silvestres y segando cuando dicha vegetación se agota. Este año ocupan estas zonas especiales un total de 14.400 metros cuadrados, sobre todo emplazadas en el entorno del Corredor Verde.

Sobre la crisopa, el insecto más desconocido de los tres

La crisopa en inglés es denominada como "stinkfly" -mosca apestosa- porque cuenta con una glándula torácica pestilente que ha desarrollado para defenderse, llamada secretora defensiva. Al entrar en contacto con sus depredadores o enemigos se libera un componente llamado alomona, de olor nauseabundo. Es una sustancia que el insecto fabrica cuando es molestado.

Así pues, este insecto es un buen candidato -junto a la mariquita y la avispilla- para luchar contra áfidos, ácaros, larvas de lepidópteros, himenópteros fitófagos y pulgones.