Historia real

¿Qué nueva serie de Movistar comienza a rodarse en Zaragoza? Necesitan urgentemente 200 figurantes

Es uno de los sucesos más oscuros del fútbol de primera división

Rodaje en la calle
Rodaje en la calleCreative Commons

Nacho G. Velilla está ya inmerso en la producción de su nueva ficción para Movistar. Tras su exitosa película ‘Menudas piezas’, el director de cine se ha propuesto abordar uno de los sucesos que más impactaron durante los 80 en España: el secuestro del futbolista Quini en Zaragoza. Por ello, el cineasta busca 200 figurantes para su rodaje en mayo, que también tendrá como emplazamientos Madrid, Barcelona y Ginebra.

Porque Zaragoza fue escenario de una de las historias más oscuras del fútbol español. Por aquel entonces, Víctor, Fernando y Eduardo eran tres parados de la capital maña que en 1981 ingeniaron un plan para salir de su precaria situación: secuestrar a uno de los delanteros más icónicos del fútbol español en una gasolinera. Y, ahora justamente, se cumplen 44 años de la liberación de Enrique Castro, Quini. Un rapto que duró 24 días.

Es uno de los sucesos más oscuros del fútbol de primera división

El 1 de marzo de 1981, Quini volvía a casa tras disputar un partido con el FC Barcelona en el Camp Nou, donde vencieron al Hércules por un aplastante 6-0, con dos goles además del delantero secuestrado. Entonces, el Barcelona mantenía una buena segunda posición en La Liga, a solamente dos puntos del primero, el Atlético de Madrid.

Durante la vuelta, el jugador asturiano hizo una pequeña parada en una gasolinera. Sería entonces cuando tres desconocidos a punta de pistola le obligaron a entrar a un coche. Después, lo metieron en una furgoneta con la que le llevaron hasta Zaragoza para inmediatamente ocultarle en un zulo.

El contexto de esos años es importante para situar el suceso: solo una semana antes, el 23 de febrero, se produciría el histórico intento de golpe de Estado de Tejero y, además, la ETA y el GRAPO eran responsables de los habituales atentados y secuestros que tenían atemorizada a gran parte de la sociedad española. Mucha inestabilidad e incertidumbre.

Por ello, cuando se supo de la desaparición del jugador, muchos pensaron en estos grupos terroristas. Sin embargo, la realidad fue muy diferente: los secuestradores fueron tres desempleados de Zaragoza -dos mecánicos y un electricista- que vieron en el rapto una buena opción para mejorar su economía.

Para él eran buena gente

Solo días después de que su mujer denunciara la desaparición de Quini, los secuestradores contactaron con la familia para pedir 100 millones de pesetas (600.000 euros actuales), que debían ser enviados a una cuenta en Suiza. Lo que no tuvieron en cuenta fue que el secreto bancario sería levantado por la policía española y suiza, lo que permitió poner nombre y apellidos a uno ellos. Y este no tardó mucho en confesar la ubicación del zulo.

Finalmente, los agentes de la Policía Nacional rescataron a Quini la noche del 25 de marzo de 1981 en un taller de la calle Jerónimo Vicente de Zaragoza. El delantero había pasado allí un largo encierro de 24 días en una minúscula habitación de 3,5x2,5 metros.

Tras su liberación, el delantero del Barcelona sorprendió a todos con su comportamiento. No solo no quiso presentar cargos contra sus raptores, sino que incluso se refería a ellos como "buena gente". A pesar de su perdón, el equipo de fútbol siguió con la demanda judicial y los tres hombres fueron sentenciados a diez años de prisión.