"Terrorífico" estado
Testimonio desde el anonimato, por miedo a represalias: "El baño da pena verlo" tras la okupación
"Me ha robado la televisión, las camas, los colchones... ", indica en un diario aragonés
La pesadilla empezó en septiembre del pasado año, cuando una mujer que vivía alquilada en un piso propiedad de una zaragozana, dejó de abonar sus mensualidades. Un mes después, la arrendadora de este piso ubicado en La Rápita, Tarragona, en primera línea de costa, denunció por vía judicial el hecho.
"En total fueron algo más de 1.500 euros en rentas, porque después fue poniéndose al día, hasta que en marzo dejó de pagarme definitivamente", explica la afectada de la okupación, quien responde a las preguntas ‘Hoy Aragón’ desde el anonimato por miedo a las represalias.
Una orden judicial ha obligado a la morosa a irse de su casa
Desde entonces, nueve tortuosos meses de constantes tiras y aflojas jurídicos y con la sensación de indefensión por parte de la propietaria, que considera que los arrendadores no están lo suficientemente blindados por la que legislación ante claros casos de okupación como el suyo. "No solo es el hecho de no cobrar, sino la incomodidad legal de tener que abrir un proceso judicial y después esperar meses a recuperar tu casa", desarrolla.
El auto de la letrada de la Administración de Justicia para sacar a la 'inquiokupa' de La Rápita ha llegado hace tan solo unos días, concretamente el 17 de junio. L orden está clara: se solicita la diligencia de lanzamiento de L.A..H. de la casa ubicada en la Plaza Lluís Companys de dicha localidad.
‘Que lleve a cabo la misma adoptando las medidas que fueren necesarias, incluyendo la posibilidad de descerrajar la puerta de entrada, y recabando incluso el auxilio de la fuerza pública’, expresa literalmente la orden emitida por la Justicia que rápidamente era también transmitida a los Mossos D´Esquadra de Amposta. Para satisfacción de la afectada, la expulsión de la morosa ya ha sido realizada.
Eso sí, una primera parte tan importante para la dueña de este piso de playa como la segunda: descubrir el estado de la vivienda tras acceder a ella después de tanto tiempo. Con una sola palabra es capaz de definir la dantesca escena. Fue "terrorífico", indica al medio de comunicación de la comunidad aragonesa.
La casa la dejó totalmente destrozada
Tan abrumador sería lo que vio, que instantáneamente dejó constancia de cómo se encontró todo en una nueva denuncia en comisaría. Allí explicó que, tras saber gracias a la información ofrecida por los vecinos de la comunidad que la 'inquiokupa' se había ido por su propia voluntad tras ser consciente de la orden de desahucio dictaminada, la casa estaba totalmente destrozada.
"Es un loft precioso de unos 30 metros cuadrados donde no ha dejado absolutamente nada bien. Me ha robado la televisión, las camas, los colchones... ",indica la propietaria. La puerta de entrada, sigue describiendo, "tiene un agujero, el frigorífico está destrozado y la vitrocerámica tiene una raja en el cristal que la hace inservible", explica la afectada al diario local.
Así pues, prácticamente ha tenido que tirar a la basura todos los muebles, que también habían sido comprados por ella. "El baño da pena verlo; le faltan baldosas y parte del rodapiés ha sido arrancado. Además he tenido que sacar mucha basura a la calle. No entiendo como podía vivir con el piso en ese estado de deterioro", concluye.