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Así es la ruta sencilla donde verás las tres cascadas más bonitas de Asturias

Ubicada en uno de los municipios menos conocidos de la región, tiene un paisaje impresionante y es ideal para hacer con niños

Así es la ruta sencilla donde verás las tres cascadas más bonitas de Asturias
Así es la ruta sencilla donde verás las tres cascadas más bonitas de AsturiasTurismo Asturias

Asturias siempre sorprende y ocurre que en muchas ocasiones los destinos menos conocidos, esos que no aparecen en las guías, son maravillosos. Hoy te descubrimos las cascadas de Oneta, en el concejo de Villayón, en pleno occidente de Asturias, una ruta sencillísima en la que vas a disfrutar muchísimo, y en donde vas a ver tres cascadas imponentes, probablemente las más bonitas de toda la región.

El paisaje es majestuoso, entre montañas y bosques frondosos, en un enclave poco conocido, pero que cada vez está siendo descubierto por más visitantes. Las cascadas de Oneta, en Villayón, no defraudan a nadie, es más, es la ruta ideal para iniciarse en el senderismo y en el turismo de naturaleza, porque lo tiene todo y está al alcance de cualquiera.

Un trayecto muy sencillo que te lleva por la naturaleza más característica de Asturias, en una zona rural, tranquila y donde el silencio verde es lo que predomina. No te la pierdas porque merecen absolutamente la pena.

La ruta comienza en el centro del pueblo, situado en la carretera que comunica Navia con Villayón, una de las zonas más vírgenes de las región y también más hermosas y desconocidas. La ruta discurre por un camino ancho y llano, que transita al lado del río y va dejando atrás las casas de la localidad a medida que se avanza.

Tras avanzar los primeros metros, el cauce del río Oneta, afluente del Navia, comienza a estrecharse, la corriente, que discurre por formaciones rocosas, forma preciosos pozos. Siguiendo el sendero, aparece la primera cascada con una altura de treinta y ocho metros y conocida como la Firbia.

Unos metros más adelante, descendiendo a la orilla del río, nos encontraremos la segunda cascada, la Ulloa, de menor verticalidad pero no menos bonita. En verano se puede aprovechar para darse un chapuzón, pero durante todo el año es un lugar ideal parad disfrutar de un bocadillo en familia o de una tortilla en uno de los parajes naturales más hermosos de Asturias. Las cascadas de Oneta son uno de esos lugares que no defraudan a nadie.

Siguiendo un poco más, el visitante se encuentra con la tercera cascada: La Maseirúa, con un acceso más complicado, más pequeña pero igual de impresionante el belleza.

A lo largo del camino, que se hace en poco más de una hora y muy sencillo, hay molinos de agua, de los que se conservan algunos vestigios. El monte y la vegetación es frondosa y hay una enorme cantidad de fresnos, robles (carbayos), alisos y castaños.

Un destino perfecto para pasar una mañana o una tarde en familia. Apúntate el lugar, porque es mágico.