Pormenande: la playa secreta de Asturias donde el Cantábrico se hace salvaje

Con el verano aquí, el deseo de sumergirse en aguas cristalinas se hace más fuerte. Pero, ¿qué tal escapar de las multitudes y descubrir una joya escondida? En el occidente de Asturias, la playa de Pormenande espera como un tesoro poco conocido: arena fina, oleaje suave y un entorno natural que parece sacado de un cuento. ¿Te atreves a explorarla?

Asturias es sinónimo de costa brava, pero también guarda rincones de paz donde el turismo masivo no ha llegado. Entre ellos destaca Pormenande, una pequeña cala de aguas transparentes ubicada en El Franco. Con apenas 200 metros de longitud, esta playa de bolos y grava sorprende por su seguridad (oleaje moderado y protección contra el viento) y su belleza virgen. A su derecha, el islote El Rego, accesible por un tómbolo, le añade un toque de aventura.

Aunque es la playa principal de la capital municipal, su encanto radica en la tranquilidad: aquí no hay aglomeraciones, solo el sonido del mar y la posibilidad de perderse en un libro o simplemente contemplar el horizonte.

Para los amantes del trekking, Pormenande es la meta perfecta de una ruta costera de 15 km (5 horas) que parte de Ortiguera. El recorrido, sin desniveles pronunciados, regala paisajes inolvidables: playas salvajes como Foxos o Torbás, el faro de Ortiguera con sus vistas vertiginosas, y acantilados esculpidos por el Cantábrico. El broche final es Viavélez, un pintoresco puerto pesquero donde la tradición marinera sigue viva.

Asturias tiene playas para todos los gustos, pero Pormenande es una de esas rarezas que conquistan por lo que no tiene: ruido, masificación o artificios. Solo naturaleza en estado puro y la recompensa de un baño en aguas cristalinas. ¿Necesitas más razones para incluirla en tu próximo viaje? La playa te espera… y el camino hasta ella ya es parte de la aventura.