Comer bien
Todo el mundo alucina con la cocina de este restaurantazo con 200 años de historia
No admiten reservas, el local es una maravilla porque se trata de una casona del siglo XlX y la carta repasa todos los clásicos
Comer bien en Asturias no es ningún reto. Basta con sentarse en casi cualquier mesa para entender por qué su gastronomía es una de las más queridas del país. Ahora bien, encontrar un lugar que combine buena comida, historia y encanto auténtico... eso ya es otra historia. Por suerte, hoy te hablamos de uno de esos sitios que lo tienen todo: Casa Poli, un rincón con alma en plena Puerta de Vidiago, en el concejo de Llanes.
Más de 200 años de historia
Este restaurante no es solo un sitio donde se come de maravilla. Es una casa de labranza de más de dos siglos que ha sabido conservar el espíritu de antes. Entrar es como hacer un pequeño viaje al pasado. Paredes de piedra, vigas de madera, madreñas colgadas, utensilios antiguos, fotos de otras épocas... Todo te cuenta algo. Y mientras lo miras, piensas: aquí se viene a comer con calma y con gusto.
Y así es. Aquí se come como un marqués, pero sin que el bolsillo sufra. La relación calidad-precio es de esas que cuesta encontrar hoy en día. Ideal para uno de esos domingos en los que no sabes dónde ir a comer... y acabas encontrando tu sitio favorito.
Fabada, cachopo y tortos
Casa Poli es uno de esos restaurantes que nunca fallan. Da igual cuándo vayas, siempre es un acierto. Su carta es un homenaje a la cocina asturiana de toda la vida: fabada, cachopo, picadillo, pastel de cabracho, tortos... todos los platos que uno espera cuando piensa en una comida en el norte. Pero además, según la temporada, incluyen especialidades menos comunes, como sopa de hígado o borono, que te devuelven sabores que muchos creían ya olvidados.
Todo se prepara en cocina con mimo, sin prisas y con ese sabor casero que ya no se encuentra en cualquier parte. Y si eres amante del pescado, estás de suerte: tienen una buena variedad del Cantábrico, recién traído. ¿Carne? También. ¿Quesos? Por supuesto. Y para rematar, unos postres caseros que son pura gloria. El arroz con leche, por ejemplo, es de los que dejan huella.
No se aceptan reservas
Eso sí, un pequeño consejo: ve pronto. No se aceptan reservas, así que toca llegar con tiempo y apuntarse en la lista que lleva el camarero. Mientras esperas, puedes tomarte algo en su terraza, que es otro tesoro escondido. Desde allí, entre sidras y vistas, el tiempo pasa volando.
Además, estás en Llanes, uno de los rincones más bonitos y completos de Asturias. Montaña y mar se dan la mano, y después de comer, cualquier paseo por la zona es el broche perfecto para un día redondo.
Si aún tienes dudas, basta con echar un vistazo a las reseñas. Gente que ha pasado por allí esta misma Semana Santa lo resume así: “Todo buenísimo, un local con un encanto especial. Espectacular la fabada y el cachopo. El arroz con leche es el mejor que he comido en mi vida. Los precios muy razonables. Volveremos sin duda.”
Y no es para menos. Porque Casa Poli no es solo un restaurante. Es un sitio donde la comida sabe a hogar, donde los detalles importan, y donde uno se siente bien acogido, aunque sea la primera vez que cruza la puerta.
No lo olvides: Casa Poli, en Puerta de Vidiago. Un restaurante con historia, sabor y alma. Comer bien en Asturias es fácil... pero comer así es otro nivel. Parada obligatoria.