Salud

«El intestino es nuestro segundo cerebro»

Nuria Roura ha pasado gran parte de su vida en conflicto con su cuerpo y con la comida, lo que derivó en ansiedad, depresión y dependencia emocional. Tras ser consciente de ello, estudió en el Instituto de Nutrición Integrativa de Nueva York. Ahora, sus conocimientos los ha plasmado en el libro «Aprende a vivir, aprende a comer».

Nuria Roura / Coach nutricional
Nuria Roura / Coach nutricionallarazon

Nuria Roura ha pasado gran parte de su vida en conflicto con su cuerpo y con la comida, lo que derivó en ansiedad, depresión y dependencia emocional

-El título de su libro «Aprende a vivir, aprende a comer» resulta muy directo. ¿Por qué une ambos conceptos?

-Porque estoy convencida de que la manera en la que nos relacionamos con la comida es una manifestación y un síntoma de cómo nos relacionamos también con la vida. Cuando hay un vínculo insano con la alimentación, también significa que hay algo en nuestra vida que no funciona bien.

-Además, hay una relación física...

-Sí, porque el intestino es nuestro segundo cerebro y, por lo tanto, si tenemos pensamientos negativos o emociones desajustadas, la microbiota, es decir, la flora intestinal, también se desajusta, lo que da lugar a una gran variedad de vínculos físicos, como malas digestiones, gases, hinchazón, acidez, migrañas, alergias, acné, dolores, tensión muscular, diarreas, estreñimiento, colon irritable...

-Usted ha experimentado esa mala relación. ¿Qué aprendizaje podemos sacar de su historia?

-En mi caso he tenido que aprender a comer y a vivir de otra manera, aceptándome... Alrededor de la comida hay sentimientos de culpabilidad, porque comes en exceso y te arrepientes, porque no haces la dieta que te gustaría, porque te dejas llevar por los impulsos... Siempre aconsejo ir a la raíz y aprender a gestionar las emociones de otra manera que no sea a través de la comida. Cuando se toca fondo hay que buscar ayuda en libros, en terapeutas, psicólogos...

-¿La dieta sana nos hace más felices?

-Sí, sin duda. Una persona que lleva una dieta variada y equilibrada, con alimentos saludables y nutritivos nos permite tener más energía, sentirnos mejor e incluso sanar más rápido.

-En su libro se habla del estilo de vida «SEN». ¿En qué consiste?

-Se trata de una forma de vida basada en 12 áreas clave: la alimentación, el deporte, la salud, las emociones, la naturaleza, las relaciones personales, el tiempo, el trabajo, el dinero, el desarrollo, el autoconocimiento y el propósito. Es necesario tener presente que en tu vida no sólo está el trabajo, los amigos, el dinero... sino que hay muchas áreas para que estén en balance y si alguna se desajusta poder enseguida poner herramientas para solucionarlo. Para lograrlo es necesario tener una actitud proactiva ante la vida y no caer en el victimismo.

-¿Nos pueden las prisas y el estrés?

-Sí. Vamos con el piloto automático puesto y eso a veces se traduce en mala relación con la pareja, con los hijos, con la alimentación... Es necesario parar y tomar consciencia de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor.

-¿Le damos poca importancia a la alimentación y eso pasa factura a nuestra salud?

-Sí. Comemos cualquier cosa, rápido y sin sentarnos a la mesa. Lo aconsejable es realizar una alimentación consciente, y eso comienza desde el momento en el que vamos a la compra. Las posibilidades que tenemos ahora de comer saludable son muchísimas.

-¿Qué alimentos hay que priorizar?

-Los vegetales, y todo lo que tiene origen animal, aconsejo que sea de origen ecológico. Debemos evitar los alimentos procesados, con colorantes y conservantes.